Capítulo I

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_Que nos hace la introducción de nuestros protagonistas._

Ella dejaba que su cabello bailase al son de las caricias que el viento le daba en la piel, una agradable y reconfortante melodía eólica natural complacía a su oído –que la escuchaba atentamente y con calma–, lo había hecho miles de veces... Pero... Simplemente se sentía tan bien, sus manos se deslizaban en el pasto como plumas que caen lentamente desde cierta altura, de lado a lado, sin ser estos movimientos forzados, las yemas de sus dedos podían avisarle de la sensación que sentían, un agradable saludo por parte de lo que tocaba, parecían haber sido regados hace poco pues estaban ligeramente fríos.

Él... Que la miraba perdido en su hermosura, siendo bañada con tenues rayos de atardecer, con los ojos cerrados, y recogiendo un poco su cabello –que llegaba un poco más abajo de sus hombros, podría decirse que si lo tuviera hacia el frente, podría su cabello cubrir sus pechos; que eran un poco grandes, pero eran justo lo que cualquier chico de su edad buscaba en una chica tan hermosa como lo era ella–... Incluso el uniforme que ella llevaba se movía un poco, sobretodo su falda, que esta, a diferencia de las de sus compañeras de clase, si llegaba a donde el Instituto tenía como regla, por lo que como te puedes imaginar, no mostraba tanto... Podría decirse que te dejaba mucho a tu imaginación... También funciona con su estilo de todos modos.

Para cuando se dio cuenta, ella le estaba mirando con una cálida sonrisa...

—¿Tanto te gusta lo que ves? –preguntó mientras una de sus cejas descendía un poco, esto para darle un poco más de fuerza a su pregunta sin necesidad de hacer sonar altanera su voz–.

—... No te burles, no te estaba viendo a ti, estaba disimulando que te veía a ti para de reojo ver a una chica muy bonita que iba de paso –dijo, mintiendo para intentar escapar de la pregunta... Pero el que haya apartado la mirada le ha delatado–.

Ambos estudiantes estaban usando sus uniformes, sentados en un campo abierto que quedaba a varios metros de su respectivo Instituto... ¿Talvez medio kilómetro? Sin embargo, también era medio kilómetro más cerca de sus respectivos hogares, ambos eran vecinos desde que tenían 11 y 12 años, ahora en la última etapa de su adolescencia seguían siendo... O mejor dicho, eran mucho más cercanos que en aquel entonces.

Él, al notar que no había nadie a los alrededores, acercó lentamente la mano hacia la mano de ella –la que estaba en el pasto–, quizás su corazón fue sólo un poco más rápido, aunque cuando estaba a punto de tomarle la mano, ella separó lentamente sus labios para empezar a hablar....

—... Sabés, hay un chico que me gusta mucho... Y quiero comprarle un regalo ahora que viene el Valentine's day –ella casi ríe un poco, decirlo en inglés le ha parecido gracioso ya que su amigo no iba bien en esa materia–, pero no sé qué son las cosas que le gustan a los chicos, ¿me puedes ayudar a escogerle un regalo?

Él apartó su mano antes de que ella lo notara, y guardó silencio durante unos segundos, estaba a punto de bajar la mirada, pero no era el momento para eso, así que mostró una sonrisa a su amiga y asintió con la cabeza.

—Bueno, no sé cómo sea él ni qué le guste, pero nosotros –dijo refiriéndose a los chicos– no tendemos a variar demasiado nuestros gustos, te ayudaré, pero recuerda que no debe ser un regalo muy costoso, sólo debe demostrar que él te... Importa.

—Je, tienes toda la razón –dijo ella sintiéndose aliviada–, de cualquier forma, está empezando a pasar el atardecer, deberíamos ir yendo a casa justo ahora, así que~ vámonos.

—Las damas primero~.

—Por esa razón dejaré que te levantes y empieces a caminar antes que yo~ –dijo para luego reírse–.

—Vaya... Qué buena amiga, acabo de aceptar tu petición y te pones a molestarme...

—Lo siento, gracias~.

Ambos se fueron de ese rutinario lugar, rumbo a sus hogares, aunque ella notó algo extraño... Su amigo no decía nada, normalmente no deja de hablar en esta parte del día.

—¿Te.... Ofendí con la broma? –le preguntó, ligeramente preocupada–.

—N-No, tranquila, sólo es que hoy no tengo ningún tema para hablar... Je...

Incluso si él sentía un peculiar dolor en su pecho, no podía quejarse estando al lado de su amiga... ¿Pero qué era esto?... Sin algún motivo aparente, un nudo se comenzaba a formar en su garganta...

Tras llegar al vecindario, ambos se despidieron para entrar en sus casas, él ha recibido el abrazo casi instantáneo de su hermana pequeña, que intenta aferrarse a él tirando de la camisa del uniforme...

—¡Hermanito! Te extrañé mucho, ¿cómo te fue? –le preguntó con una tierna sonrisa–.

Él se agachó ligeramente para poder acariciar la cabeza de su hermana, con una sonrisa un tanto forzada, y luego sin decir más, se fue a su habitación... Aunque... Encontró que las cosas de la habitación de su hermana pequeña estaban ahí, todo, desde su cama hasta sus peluches.

—¿Y..... Mis cosas?

—En la que era la habitación de tu hermana –su madre respondió mientras pasaba de largo para bajar las escaleras–.

Ni hablar... Se dirigió a su habitación... Por segunda vez, y tras llegar, cerró la puerta, dejó caer su mochila y se tiró de espaldas a la cama.... Sintió que un líquido bajaba por su rostro...

—. . . ¿Lágrimas?... –se preguntó a sí mismo tras limpiar un poco con sus dedos–... Esto... Es raro... ¿qué es esto?..

Se le vino a la mente lo que había pasado hace rato...

—Estoy... ¿Enamorado?....

Suspiró y se limpió el rostro con una camiseta, luego fue a ver por su ventana para intentar despejar su mente.... Pero, en vez de eso abrió lentamente su boca, y descubrió que la ventana de la habitación daba a la ventana de la habitación de su amiga... Que se estaba desvistiendo... Su falda se deslizó por sus piernas para quedar en el suelo... Él lentamente recorrió las piernas a unos pocos metros delante suyo, y llegó a verle las bragas.... No podía salir de su sorpresa... El uniforme escondía tal belleza y figura... Aunque en el fondo sabía que no era correcto, no pudo apartar la vista... Su ropa interior era lo único que con delicadeza ocultaba su cuerpo de sus ojos... Pronto las bragas descendieron por sus muslos lentamente y eventualmente llegaron al suelo... Para esto, ella estaba en esa posición... Que hacía resaltar aún mucho más su magnífico culo.... Y su parte más íntima estaba siendo cada vez más expuesta ante él, a quién por cierto, el corazón le iba a mil por segundo quizá... Ella volvió a enderezar su cuerpo y se quitó el sostén, aunque estando de espaldas sus pechos fue lo único que ocultó a la perfección, posteriormente ella se dirigió a su closet y buscó ropa con la que pudiera sentirse más cómoda, la cual constaba en una blusa ligera de color gris, y unos short's azules, entonces sacudió su cabello un poco para levemente desordenarlo, cómodamente se recostó en la cama, e intentó tomar una pequeña siesta.

Él... Bueno... Estaba en la cama, mirando el techo, podía sentir que el corazón se le iba a salir por la boca... Fue excitante, y a la vez fue muy arriesgado quedarse allí...

—Ella... Se supone que soy su amigo pero....

Suspiró profundamente, tenía una erección y estaba deprimido... ¿Qué perdía con hacerlo? Se bajó los pantalones, y cuando estaba a punto de sacarlo del bóxer su hermana pequeña abrió de golpe la puerta.

—Herma-.... –su habla se cortó–, hermanito, ¿Qué haces disfrazado de oruga?

Él se había envuelto completamente con las sábanas..

—Uh... N-Nada, tengo frío, ¿podrías... Cerrar la puerta cuando salgas? Y... ¿qué necesitabas?...

—Mamá dice que la cena está lista ¡Corre o se te puede helar la sopita! –dijo para luego salir y cerrar la puerta–.

—...... Creo que lastimé mi pene....

[=Continuará=]

Creando una OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora