Capítulo II

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_Que continuación da al día en que se formó el triángulo amoroso._

Tras el agradable incidente de la ventana, el señor oruga se agregó la ropa antes de bajar a cenar, más no podía sacarse esas imágenes de la mente, sólo imaginar la sensación de aquellos atributos entre sus manos le provocaban escalofríos, la tristeza se había marchado... Por ahora... En fin, llegada la medianoche él seguía despierto, igual al día siguiente empezaban las vacaciones en su instituto, ¿qué hacía? Pues nada en especial... Lo que cualquier chico lleno de hormonas ardiendo en su sangre hace cuando es de noche y está en solitario dentro de su habitación con la puerta cerrada.

Tras salir del baño, de lavarse las manos, de regresar a su habitación, pensó nuevamente en lo que había visto... Aunque esta vez pensaba en que ella sería de otro tipo, eso hacía que volviera la tristeza aunque ya su corazón no estaba siendo tan presionado por sus sentimientos.

-Es mi culpa por no haber hecho algo antes... Lógicamente ella se iba a enamorar de alguien que no fuera yo si dejaba pasar el tiempo....

Dejó escapar un suspiro algo pesado, y luego intentó dormir. Al día siguiente se encontraba fuera de la cama, muy posiblemente se había caído mientras dormía plácidamente, le dio igual y fue a la planta baja para desayunar, y descubrió que tanto su madre como su pequeña hermana habían salido... Hay algo que no les he dicho, nuestro amigo el señor oruga no tiene padre, bueno... Sí tiene, o más bien tenía, cuando estaba pequeño y su hermana no había nacido, su padre murió en un accidente, en medio de un desastre natural, por eso él tiene cierta forma de fobia a los terremotos -Esto sucedió cuando su madre estaba embarazada, para aclarar, de su legítimo padre-... Por lo que desde pequeño ha tenido trabajos de medio tiempo.

-¿Por qué mamá no ha buscado otro hombre? Cualquier mujer ya lo habría hecho, ¿no?... Supongo que realmente lo amaba... ¿Qué se sentirá que alguien te ame?

Con esta incógnita sin responder se fue a hacerse su desayuno, y tras comer salió de casa para ir a tocar la puerta de su amiga, pues tenían que ir a comprar el regalo para ese chico.

-Hola....-dijo ella en un tono deprimido tras abrir la puerta, y con la misma ropa cómoda que se había puesto tras haber pasado el incidente de la ventana-.

-¿Estás bien?

-En realidad... Me rechazaron ayer por la noche... No pude aguantar y le mandé unos mensajes.... Y me dijo que no quería nada conmigo más que amistad...

Él la hizo entrar y tras cerrar la puerta le miró fijamente a los ojos...

-Y-Yo.... En realidad, te..

-.... Tú... Viste... Todo ayer.... ¿Cierto? -dijo interrumpiendo a su amigo-.

-No fue mi intención.... Y no vi todo...

Ella se lanzó a los brazos del chico y lo abrazó con fuerza, luego en un abrir y cerrar de ojos sus labios estaban entrelazados como sus miradas...

-¿Cómo lo supiste?

-... Te vi por el espejo de mi ropero... Pensé en llamar a la policía... Pero... No me molestó demasiado... Que fueras tú el que me viera...

-No lo entiendo....

Ella recostándose en su pecho ocultaba ligeramente su rostro... Además, puso también una de sus manos en donde recargaba su cabeza para darle algunas caricias...

-No estoy deprimida por ese tipo.... Es sólo que tenía miedo de tu silencio e indiferencia... Yo siento esto por ti desde hace tanto y tú nunca tomas la iniciativa... Me hubieras dejado ir simplemente... Si no hubiera rechazado al chico ayer por la noche... Si esto hubiera seguido... Simplemente me habrías dejado ir...

Creando una OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora