[ uno ]

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El mundo alrededor de HoSeok se desvanecía, lo único que podía ver eran las luces de la ciudad pasar tras la ventana del auto a toda velocidad y el ambiente apagado y tranquilo de la noche. Sostenía su cabeza entre sus manos, intentando no perder el control por todo lo que estaba pasando en tan poco tiempo.

No era capaz de llorar o emitir sonido alguno, recibir una llamada a altas horas de la noche después de pasar toda la tarde preocupado porque su prometido no había vuelto a casa fue el inicio de su pesadilla.

YoonGi había tenido un accidente, no sabía cuándo, no sabía como, lo único que había sido capaz de escuchar es que estaba hospitalizado, y no despertaba.

El teléfono fijo resbaló de su mano, asustando a su amigo que había acudido a su llamado preocupado por la ausencia de YoonGi. NamJoon fue quien recibió toda la información con una enorme preocupación frunciendo sus facciones mientras HoSeok permanecía en blanco en el medio de la sala, intentando convencerse a sí mismo que era una broma de pésimo gusto y pronto sería capaz de ver a su lindo prometido entrar por la puerta y cocinar juntos, hablar de lo difícil que había sido su día e ir a dormir juntos.

— ¿HoSeok? —la voz suave de del moreno lo llamó tras estacionar su auto en el aparcamiento del hospital, el menor cerró los ojos con pesar al ver las silenciosas lágrimas de su amigo manchar su rostro— vamos, debemos de ir a ver lo que sucede.

NamJoon palmeó la espalda de su amigo y bajó del auto para esperar a que HoSeok reaccionará, aunque no esperaba que saliera corriendo del auto dejando la puerta abierta en dirección al enorme edificio.

Aseguró las puertas y colocó la alarma de su auto, para después andar a paso apresurado siguiendo el camino del mayor, debía evitar que en su estado casi histérico comenzará a ponerse agresivo.

No quería que lo echarán del hospital incluso sin saber el estado de YoonGi.

Sacó su teléfono de la bolsa de su abrigo y marcó el número de SeokJin, quien era un amigo cercano de YoonGi y él único que sabría mantener la calma en esos casos, porque incluso él se encontraba demasiado asustado por las noticias que debían recibir en las próximas horas.

Miró la hora al ver que el mayor se demoraba en contestar, el reloj marcaba las dos en punto de la madrugada.

La bocina del otro lado se alzó y la voz ronca del pelirosado se hizo escuchar — ¿NamJoonie? —SeokJin sonaba confundido, revisando el reloj digital sobre la cómoda a un costado de su cama— ¿te das cuenta de la hora que es?

— Hyung —el tono del menor fue casi tajante y SeokJin detuvo sus quejas abruptamente— YoonGi está hospitalizado.

— ¿Qué, por qué? ¿Qué ocurrió? —el sueño del mayor se esfumó de pronto, en ese momento ya se encontraba encendiendo la lámpara de noche y rebuscando con su vista alrededor de la habitación buscando ropa para cambiar su pijama.

— Aún no entró para pedir informes de lo que ocurrió, pero el doctor dijo que llegó al hospital inconsciente, tuvo un accidente automovilístico. Las personas del seguro están aquí esperando a que algún representante legal aparezca ya que YoonGi aún no despierta y fue la primera persona en que pensé.

— YoonGi me registró como su guardián, voy en camino, ¿en qué hospital se encuentran? —SeokJin ya se encontraba en la entrada de su casa con las llaves de su auto en la mano.

— En el hospital del centro, entraré a pedir informes, gracias por responder hyung.

— Descuida, gracias por llamarme Nam, ¿cómo está HoSeok? —el tono de voz del mayor fue suave y gentil, y el suspiro cansado del moreno provocó una mueca en su rostro.

iris ; hopegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora