Capítulo2

1.4K 75 3
                                    

                                                                       N

Mi Tía tomo mi brazo y me llevo fuera del hospital. Nos montamos en una enorme camioneta negra, me llevo al apartamento donde vivíamos mi madre y yo.

Cuando entre por la puerta, todos los recuerdos me invadieron, cumpleaños, navidades, fiestas, vacaciones y por culpa de su enfermedad muchos otros que no podrían ser. Sentía las estúpidas gotas saladas que caer por mi rostro.

Malditos sentimientos, si algo de lo que podía estar orgullosa, es de ser una persona que los conseguía mantener a raya.

Quite las molestas gotas saladas de mi rostro con furia y me concentre en empacar mis cosas, puse toda mi ropa y la mayoría de las cosas que tenía en las maletas, pensaba dejar lo que no quería, era una forma de empezar de nuevo. Mientras estaban empacando me di cuenta de una fotografía que había en mi mesa de noche, justo al lado de mi cama. Era de mi mamá y mía. La habíamos tomado meses atrás, en año nuevo. Fue un día muy feliz y sin preocupaciones. Todavía no éramos conscientes del cáncer.

Tome mi maleta, metí la foto con cuidado y salí del departamento que había compartido con mi mamá los últimos 3 años, sintiendo que la dejaba a ella ahí con todos los recuerdos.

Llegamos al aeropuerto, mi mamá siempre me hacia tener el pasaporte actualizado pero yo nunca entendía por qué. Estaba confundida, sabía que iría con mi tía pero no estaba segura a donde.

Salimos y empezamos a caminar por el aeropuerto hacia el área de abordaje, ella no hablaba.

-Tía.- La llame, ella estaba usando una tableta electrónica. -¿A dónde vamos?-Pregunte confundida.

Ella presiono unas cosas en su tabla y me miro.

-A New York, a la Torre Stark.- Dijo. Guardo la tabla en un pequeño bolso que traía.

Aún mas confundida le pregunte.

-¿Puedo preguntar qué haremos ahí?-Pregunte. No entendía.

-Vamos a entrenarte, sé que no eres muy buena peleando todavía pero ahí te adiestraran y después te inscribiremos en un programa…muy especial.- Murmuro y sonrió un poco.

-Tía, no tienes que preocuparte. He practicado muchísimo tiempo y lo hago mejor que antes, me he vuelto mejor porque quiero estar contigo desde hace mucho tiempo.- Apunte y la mire a los ojos. Ella me miro un momento pero quito sus ojos de mí.

-Me alegro.- Respondió incomoda, me pidió que me quedara ahí y se fue camino a los sanitarios.

Ya estaba acostumbrada, mi tía era una persona muy fría, la amo de todos modos pero a veces es difícil. Mi mamá es…era lo contrario. Era una persona muy cariñosa y afectuosa. No hablamos mucho de eso pero a veces me contaba lo difícil que fue la infancia de ambas. Eran huérfanas en mundo muy inseguro y no había nadie con ellas. Ella decía que la vida había vuelto a mi tía así de dura.

Mi tía volvió rápidamente, su cara se veía algo fría pero sus ojos estaban algo rojos. Estaba segura de que había estado llorando. Tomo una de mis maletas y me tomo la mano e hizo que la siguiera.

-Abordaremos un vuelo privado.- Menciono, hice una mueca confundida pero evite preguntar.

Había unos señores dentro del avión. Estaban vestidos de trajes.

-Agente Romanoff.- La saludaron. Ella solo asintió.

Todos los asientos estaban vacios, puse mis cosas en el primero que vi y me senté. Mi tía se sentó enfrente de mí. Cruzo sus piernas y empezó a ver todo el avión. Me coloque mis audífonos. Era algo increíble tener todo el avión para nosotros.

El viaje seria largo.

La suave melodía de Just Give Me a Reason inundo mis oídos, cerré los ojos y deje irme. 

The New Avengers GirlsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora