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El rostro de la mujer había quedado petrificado para siempre en una horrible expresión. Tenía los ojos y la boca bien abiertos, su pelo ondeaba con delicadeza bajo las aguas de la fuente del Regent's Park. Estaba desnuda. Su piel argéntea no mostraba magulladuras o algún indicio de violencia física, como si la muerte la hubiese asaltado de la forma más espantosa sin más. Al igual que las otras, le habían extirpado el corazón, drenado la sangre y dejado la marca de Jack en la nalga izquierda.
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La hora del Misterio
RandomUna serie de asesinatos conmociona a Londres ¿Eres capaz de encontrar al responsable y no morir en el intento? Bienvenido al primer GRAN DESAFÍO del perfil, la hora del misterio comenzó.