My Rival (Kim Taehyung)

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No se lo voy a perdonar

Narra Dione

Un año después, mi tía Hanako, hermana de mi padre, quien vive en Corea hace unos diez largos años, es la persona que me acoge en su casa, ya que, cómo recuerdan, mi papi serio y encantador, me echó. Lucho por conseguir un trabajo, pues me ha ido pésimo, no sé si por mi corte de cabello, o mi forma de vestir, cuando llegué a este país, juré dejar mi vieja yo atrás, y cuando digo dejar, es enterrarme a mí misma, sin rastros de esa niña encantadora, una de mis desventajas de conseguir trabajo, es la falta de estudios; tin, tin, tin, tin, otro recordatorio, me expulsaron de la secundaria, por ende estoy sin título, la desgracia de ser yo no termina. 

Hanako- Hija, despierta.- En la puerta de mi cuarto. 

Dione- Ay, un rato más tía Hana.- Me acurruqué esperando a que se vaya. 

Hanako- Llegó la blusa que encargaste por Internet, ah, y tienes que ir a ver ese trabajo o no te lo darán.

Dione- Me senté de repente- ¡Carajo! El trabajo. 

Corrí al baño, me duché, ocupé una de las batas blancas y grandes de mi tía. 

Dione- ¡Tía! ¿Dónde está la blusa?

Hanako- Allí sobre la mesa.- Estaba apoyada en la losa de la cocina con una taza de café en las manos- Mi amor, no vas a conseguir nada a este ritmo. 

Dione- No, lo prometo, este sí será mío. 

De nuevo a mi cuarto, la ropa interior, el pantalón negro y la blusa blanca que... No, mierda, me queda ajustada, sobre eso me puse un suéter grande color gris claro. 

Hanako- Se te hace tarde niña. 

Dione- ¡Ya voy!- Grité desde la segunda planta- No conforme con que mis pechos son pequeños, me compro esta falsa blusa por la red para que me haga más plana de lo que soy.- Dije bajando las escaleras. 

Hanako- Soltó una risita- Pareces un chico. 

Dione- Dah, mi día es una basura. 

Hanako- Ve, no te quejes, si madrugas todo sería más sencillo. Te espero a la noche para cenar, hoy llegaré temprano del trabajo. 

Dione- Veremos, haber si llego yo primero. 

Hanako- Sé positiva.- Me dio una palmada en el trasero, como cuando era pequeña y eso bastó para marcharme.  

Hice el trayecto del viaje, el cual no fue largo, sin embargo, en cuanto el dueño me vio, no sabía si decirme niño, niña, o cosa, mi aspecto andrógino, no sé si se debe a la mezcla de sangre que llevo, pero el tipo, a pesar de mi falta de título, me dio la posibilidad de probarme en su negocio como mesera de su café, el lugar se llama Coffee Meeting, un sitio donde las personas de todas las edades se pueden encontrar, desde gente de oficina, hasta jóvenes de la prepa o la universidad. 

Dueño- Señorita.- Me llamó.

Dione- ¿Sí? 

Dueño- Venga conmigo un momento.- Lo seguí hasta su despacho. 

Dione- Sí señor. 

Dueño- Bien, lo pensé... Y el trabajo es tuyo. 

Dione- ¿En serio? Sí, sí, sí.- Lo abracé y me despegué al instante por mi torpeza.