Capitulo 2

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Me muevo inquieta en mi cama sin poder dormir, a mis vecino se les ocurrió hacer una fiesta en el piso de abajo, ya son las tres de la mañana y no se callan,juro que una canción más y yo misma iré a callarles la boca.

La música deja de sonar repentinamente, supongo que escucharon mis plegarias.

Hable muy pronto ahora suena la canción de Barbie Girl, ¿Porque esa canción?

Dispuesta a callarlos me levanto rápidamente de la cama y me pongo mis pantuflas de unicornio, bajo los veinte escalones y cuando estoy por llegar veo al dios griego golpeando la puerta.

El chico que se sentó a mi lado abre la puerta muy entusiasmado, el dios griego le habla muy enojado pero no entiendo que le dice, decido acercarme un poco más a ellos y logro oír algunas cosas.

– Solamente te pido que le bajes el volumen Christian– dice Alex algo enojado.

–Pero la fiesta esta muy buena, vamos Alex, entra y te daré una cerveza.

–Chris lo diré una vez mas – dice tranquilo– ¡BÁJALE EL MALDITO VOLUMEN!– ups... creo que se enojo – Emma y Marie ya están dormidas. ¡hazme el maldito favor de acabar esta fiesta ya!

¿Emma y Marie?

Quienes serán ellas, ¿se preocupa por las chicas con las que duerme?

Y mas importante ¿Porque me importa?

Chris se sobresalta un poco y le hace caso omiso a Alex, las personas empiezan a salir del apartamento, por lo visto el dios griego hizo el trabajo por mi.

Dispuesta a irme, me volteo para subir las escaleras pero veo que hay dos niñas agarradas de la mano, con una pijama rosa cada una.

¿Estoy en una película de terror?

Pego un grito bien marica y salgo corriendo hacia el lado opuesto, pero como soy tan estúpida me estrello contra algo o más bien alguien.

Levanto la cabeza poco a poco para encontrarme con Alex, su cara es todo un dilema, si no fuera porque hay niñas tratando de matarme me reiría.

– ¿Que te pasa?– pregunta confundido

–Es que hay unas niñas pequeñas tratando de asesinarme– ahora que lo digo suena realmente stúpido

Me volteo para señalar donde están las niñas, pero me doy cuenta que ya no están, Alex me mira confundido y luego comienza a reírse de manera exagerada.

–¿De casualidad las niñas eran asi de pequeñas – hace un movimiento con sus manos indicándome el tamaño de las niñas.

Temblorosa le digo que si y de un momento a otro agarra una de mis manos y empezamos a caminar al apartamento donde las niñas aparecieron.

¿Me estará llevando a mi lecho de muerte?

Trato de morderlo, pegarle, lamerlo y no pasa nada, debí haberme quedado en el apartamento.

Abre la puerta con su mano libre y nos adentramos al apartamento, es bastante grande y espacioso, veo que tiene un segundo piso también, para ser el apartamento de un asesino esta muy bien cuidado y decorado.

Comenzamos a subir las escaleras, mientras tanto voy rogándole a los dioses que no sea una muerte dolorosa.

Nos detenemos frente a una puerta.

– Ábrela – me dice con un tono serio pero una risita se le escapa.

– No me mates por favor– me arrodillo frente a el, suplicándole que no me mate.

El dios Griego es Papá (Destino #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora