Dormimos, nos acurrucamos, nos ámamos. Somos seres humanos.
Hacemos promesas y las rompemos, dijímos amarnos, dijímos amar las figuras en las nubes y relacionarlas con nuestros pensamientos, con nuestros sentimientos.
Pero sólo esperamos no ser así, de esta manera tan inestable, como una tormenta indecisa que amenaza con caer y arrasar con todo. Como las manos de un pequeño niño enfriandose en una tormenta de nieve, nos perdimos, nos encontramos. Embotellamos nuestras lagrímas y las guardamos para alguien esperando un te amo inrrompible.
Tú que hoy vuelves a leerme, que quizá te identifiques con estos escritos de media noche, de noches de café y cigarro. Dime ¿Con qué sentimiento relacionas las figuras en las nubes?