Dudas y sospechas.

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Ya en su cuarto Marinette, se deja caer en la cama, mientras un pequeño kwami rojo revolotea a su alrededor.

--¡Ay, Tikki! ¡Qué desastre! ¿Crees que sospecha?
--Me parece que sí, Marinette. Aunque al menos te has desenvuelto bien cuando te ha preguntado.
--¿Tú crees? --pregunta, agradecida. Tikki afirma con la cabeza.
--Por cierto --continúa la pequeña criatura--, no he podido dejar de notar que ha sido un momento... intenso. ¿Cómo te sientes? ¿Estás bien?
--¡No lo sé! Me tiemblan las rodillas, ¡mi corazón latía a toda prisa! Estaba aterrada, y a la vez... ¿has visto cómo me miraba? --susurra, acariciando su mejilla justo donde el chico lo había hecho antes.
--Ha sido muy dulce.
--Sí. Él la quiere, ¡me quiere! de verdad...
--Y tú, ¿qué sientes?
--¡Yo estoy enamorada de Adrien! Aunque él me vea solo como una amiga. ¡Ay! Estoy hecha un lío; cuando yo soy Ladybug, siento que puedo controlar la situación: puedo concentrarme en la lucha, y mantener las cosas tal y como están, como ya sabemos que funcionan. Nos jugamos algo muy serio, y no podemos ponerlo en riesgo. Pero hoy... no sé qué me ha pasado.
--¿Y Adrien?
--No lo sé. Por primera vez siento que, si tuviera que elegir entre los dos, sería la decisión más complicada de mi vida. Los dos tienen cosas que me atraen, y... ¡Argh! ¿Tú has oído lo que acabo de decir?
--Sí, lo has dicho alto y claro --sonríe Tikki, traviesa.

Marinette cubre su rostro con ambas manos.

--¡Esto es grave! Realmente me ha pillado con la guardia baja. Tikki, yo no estoy preparada para confirmarle mi identidad... pero si volviera a visitarme cuando no llevo el traje de superheroína, si volviera a mirarme de esa manera... no sé lo que podría pasar. Y ahora no podemos embarcarnos en una... relación, ¡eso afectaría a la dinámica del equipo! --dice con tristeza, para apretar luego los puños con decisión--. Ahora debemos concentrarnos solamente en el deber. Lepidóptero es cada vez más audaz, y más poderoso: ¡no hay lugar para distracciones! Cuando derrotemos al villano, seremos libres para tomar decisiones pensando solo en nosotros dos. Si estamos destinados a estar juntos, habrá que esperar al momento adecuado. Pero ahora... Ahora tengo que idear algo que me permita disipar sus sospechas. El problema es... ¿qué?
--Esta noche encontraste la respuesta perfecta para esquivar su pregunta, pero si volvéis a hablar no se conformará con una evasiva. Tendrás que mentirle; ¿serás capaz?
--Odio la idea, pero lo haré si es necesario. Ojalá pudiera... ¡no sé! Ojalá hubiera alguna manera en que pudiera vernos a las dos juntas.
--¡Pero no puedes ser Ladybug y Marinette a la vez!
--¿Y si trucamos un vídeo y se lo damos a Alya para que lo suba a su ladyblog?
--¡Buenas idea! Siempre que te quede mejor que el montaje de Chloe para el trabajo de Ms Bustier, claro. Y que encuentres la explicación perfecta sobre cómo conseguiste el vídeo de cara a Alya; esa chica no es tan fácil de engañar.
--¡Sí! ¿Te diste cuenta de que fue capaz de averiguar la identidad de Carapace?
--Bueno, tampoco es como si Nino supiera ser discreto... Ladydude --ríe la kwami.
--Tienes razón. En fin, mañana pensaremos el plan perfecto. Ahora, ¡a descansar!

***

--Plagg... ¡Plagg!
--Mmmm, ¿qué quieres ahora? ¿No ves que estoy ocupado saboreando mi camembert?
--¿Es que no me estabas escuchando? ¡Es ella! Marinette ES Ladybug. Estoy seguro --cruza los brazos sobre el pecho, molesto por el desinterés del kwami.
--¿Te refieres a esa chica que farfulla o tartamudea la mayoría de las veces que intenta decirte algo? ¿La que es capaz de tropezarse con sus propios pies? ¿Realmente la imaginas saltando de edificio en edificio sin caer o chocarse con cada chimenea? --cuestiona el pequeño gato negro, burlón.
--Sí, me refiero a ella. La que siempre está dispuesta a ayudar a quien lo necesite. Aquella a la que, si lo pienso, nunca he visto mientras Ladybug está presente. Y sus ojos... ¿por qué nunca antes la habré mirado de verdad a los ojos? ¡Es ella, Plagg! ¡La tenía delante, y nunca lo vi!
--Bueno, hay que reconocer que seríais realmente un par de idiotas si de verdad es ella y nunca os habéis reconocido --se carcajea el kwami negro.
--Ríete lo que quieras, Plagg, no me importa. Pero es ella, ¿verdad?
--A mí no me enredes en esto, ¿de acuerdo? Ya sabes que no puedo decirte nada al respecto. Si llegas a descubrir quién es, tiene que ser por tu cuenta. Yo, calladito.
--De acuerdo; lo averiguaré yo solo.
--Además, ella misma te ha dicho que no... ¿Por qué sigues tan convencido?
--Su respuesta fue bastante sutil; creo que me da margen para soñar. Y es lógico que no quisiera revelarlo de esa manera... --suspira, frotando sus ojos--. No puedo dejar de pensar en ella. Su piel es tan suave... ¿Cómo voy a poder mirarla mañana, en clase, sin recordar su tacto?
--Chico, te he escuchado decir muchas veces que Marinette era para ti solo una buena amiga; ¿y ahora de repente te enamoras, sin saber todavía si tu teoría tiene sentido? ¿Y si resulta que realmente no es Ladybug, sino que solo comparten peluquería? ¿Dejará de tener valor para ti de nuevo?
--No digas eso, Plagg. Ella es muy importante para mí, también como Marinette. Si no fuera Ladybug... ¡no sé! Realmente no sé si esto que siento al pensar en ella tiene vuelta atrás. Pero si fuera Ladybug... sería simplemente perfecto --sonríe, soñador--. El amor de mi vida, y además mi mejor amiga, mi compañera, una de las personas en las que más confío...
--Hablando de eso, Casanova... ¿te das cuenta de que confías taaanto en ella que le pediste ayuda para preparar tu cita con Kagami? Yo no entiendo de chicas humanas, pero... tal vez, en el aspecto romántico de la cuestión, eso complique las cosas, no sé, un poquitín. Sin mencionar que ella tampoco fue a la pista de hielo sola, precisamente; ¿y si prefiere el rock&roll a tus aburridos recitales de piano?

Adrien encaja las palabras de Plagg como un puñetazo en pleno estómago. Algunos recuerdos desfilan por su mente: Luka tendiendo la mano para ayudar a Marinette. Ella llamándolo para despedirse, él ordenando detenerse al conductor. «¿Te refieres a... los dos solos?» «¡Nooo, qué va; con Luka, Kagami, Nino, Alya...». Pero luego, en el picnic del parque, ella lo había besado en la mejilla; ¿demostraba eso algo, o había sido solo una muestra más de amistad? «Tú eres nuestra Ladybug cotidiana»... ¡Qué ironía! No sabe qué pensar; la inseguridad lo invade.

Lo que sí sabe es que debería intentar dormir, pero su cabeza es un torbellino difícil de controlar. Navega por el ladyblog, estudiando cada foto, cada dato, desde una nueva perspectiva. Pero, aun dándoles mil vueltas, no encuentra nada que confirme, ni tampoco que desmienta, su teoría. «Iré poco a poco», decide. «Intentaré acercarme a ella como Adrien, además de como Chat noir, y averiguar lo que sea capaz. Espero que no lo considere desleal por mi parte cuando por fin sepa que somos la misma persona...»

Continuará...

Luka's song Donde viven las historias. Descúbrelo ahora