De... Luka

392 28 0
                                    

--¡Buenos días, Marinette!
--¡Oh! Buenos días, Adrien.
--¿Qué tal estás?
--Un poco cansada, pero bien.
--¿Qué tal te fue ayer? ¿Algo interesante que contar?
--Nada en particular --dice ella, aunque el rubor de sus mejillas lo desmiente.
--Oh, bueno, es que escuché que hubo jaleo en el instituto. Otro akumatizado. Y como a veces te quedas hasta tarde, pensé... Estaba... preocupado. Por ti.
--¡Sí, bueno! Pude esconderme hasta que todo pasó. Gracias por preocuparte --sonríe con timidez.
--Y... ¿Viste a Ladybug y Chat noir?
--Sí, a los dos --ensancha su sonrisa, sorprendida--. ¡Vaya! Esperaba este interrogatorio por parte de Alya, no de ti.

Él lleva la mano a su nuca, encogiéndose de hombros, mientras busca una explicación plausible a su interés.

--Verás, es que... volvía a mi casa en coche después de mis clases de chino, y te vi. Frente a la panadería. Hablando con Chat noir. Te saludé, pero no te diste cuenta.
--¡Oh! No, no te vi pasar --estruja sus manos una contra la otra, algo nerviosa.
--Ya. La verdad es que se te veía muy... concentrada. En él --hace una pausa, mientras ella lo mira, los ojos como platos y un precioso tono cereza en sus mejillas--. ¿Acaso tenéis... algo?
--¿Yooo? ¿Con Chat noir? ¡Qué va! ¿Por qué piensas eso? --niega, apurada.
--Bueno, estábais bastante cerca. Y ahora, al hablar de él, te has puesto colorada.
--¿Colorada? --pregunta, llevando las manos a su rostro, que siente de golpe muy caliente.
--Como un tomate --puntualiza él, riendo.
--¡Solo somos amigos! Es decir, me ha protegido en varias ocasiones, hemos hablado un par de veces... ¡Pero nada más! Además, él está enamorado de Ladybug.
--¿Y tú?
--Y yo de... --calla de golpe, colocando las manos sobre sus labios. Quizás, después de todo, sí era posible enrojecer aun un poco más.
--¿Y tú, deee...? --se inclina, travieso, hacia ella. ¿Conseguirá que le confiese su interés por el héroe? Si es así, quizás pueda visitarla luego... como Chat.
--De...

Marinette piensa a toda prisa. ¡No puede confesarle sus sentimientos ahora, de esa manera, justo cuando se siente más confundida que nunca! Y, desde luego, no quiere hablar de su inesperado acercamiento a Chat; ¡ya tiene suficiente lío en su corazón como para que encima sus amigos --incluso Adrien-- bromeen con el tema! «Piensa una salida coherente, piensa, piensaaa». Una figura que agita la mano a lo lejos le llama la atención; es Juleka, y Rose está a su lado, saludando también. ¡Ya está!

--De Luka --suelta de golpe, sin mirarlo a la cara.

La sonrisa de Adrien se congela en sus labios, aunque se esfuerza en mantenerla. Después de todo, algo que puede agradecer a su padre es el entrenamiento para fingir que todo va bien incluso cuando tiene el corazón hecho pedazos.

--Parece un gran chico --afirma con aplomo--. ¡Hacéis buena pareja! --se aleja un poco, pasando la mano por su pelo, intentando sonar natural a pesar del nudo que se ha formado en su garganta. Ella conserva los ojos bajos, cosa que él agradece.

--¡Ey, Marinette, Adrien! --Juleka y Rose han llegado a su lado, y la rubia pone su brazo sobre el hombro de la azabache--. ¡Hoy tenemos concierto de Los Gatitos en el local del que te hablé! ¿Vendrás, verdad? ¡Adrien, anímate tú también! Estamos muy ilusionadas, ¡hemos ensayado muchísimo!
--¿Eehh? Yo... ¡lo siento, chicas! Lo había olvidado, y... vaya, prometí a mis padres que les echaría una mano con... unos encargos.

Adrien se da cuenta de lo azorada que parece, y de que sus palabras suenan más a excusa que a otra cosa. «Es tan tímida como yo», piensa con ternura. «Ella me escuchó cuando la necesité, y me ofreció su ayuda... me toca a mi dar la talla. Si no puedo ser otra cosa, seré para ella el mejor amigo que sea capaz de ser». Decidido, coge su mano y la aprieta para transmitirle ánimos. Y se apresura a hablar, «antes de que me arrepienta de esto».

--Claro que iremos, chicas. Te paso a recoger después de clase, ¿de acuerdo, Marinette?

Rose y Juleka lo celebran, encantadas. Ella lo mira sorprendida, y él le guiña un ojo antes de susurrarle:

--Tú estuviste ahí para mí cuando te pedí ayuda; ahora es mi turno de apoyarte, ¿no te parece? Verás que todo sale bien.
--Gracias --murmura ella, con la boca seca--. Mira, ¡ahí llegan Alya y Nino!

Aprovechando que el rubio se acerca a saludar a su amigo, Marinette hace a Alya un gesto urgente para hablar con ella.

--¿Qué pasa, chica? Tienes cara de haber visto un fantasma, o algo así.
--Alyaaa, me he metido en un lío espantoso.
--¿Otra vez? --sonríe--. Venga, cuéntame; encontraremos la solución.
--A ver, por dónde empiezo... --resopla, mientras la morena aguarda con paciencia--. ¿Te enteraste de que ayer akumatizaron a un chico de la otra clase? Bueno, claro que te enteraste, si lo leí al levantarme en tu blog...
--Sí, pero ¿adónde quieres llegar con esto?
--Verás, yo... tuve que volver al instituto porque me dejé mi cartera olvidada...
--Qué raro, ¿tú olvidando algo? --resopla Alya, irónica.
--Pues me vi en medio de todo el lío, y tuve que esconderme hasta que terminó --continúa, ignorando la interrupción--. Luego, Chat noir se ofreció a acompañarme a casa, y hablamos un rato frente a la panadería. Y Adrien nos vio, y... ¡esta mañana me preguntó si entre Chat y yo había algo!
--Pero si solo estábais hablando, ¿no? --se sorprende Alya.
--¡Sí! Aunque, bueno, ya sabes como es él: coquetea, se acerca...
--Ajá... Bueno, no suele coquetear conmigo cuando nos hemos cruzado.
--El caso es que, cuando Adrien me preguntó, por supuesto, le dije que no. Que a mí me gustaba otra persona. Y quiso saber quién...
--¡Vaya! No suele ser tan indiscreto, ¿qué mosca le habrá picado? Y, dime, ¿qué le respondiste? --pregunta, entre alborozada y temerosa.
--Que me gustaba...
--¡¿Sííí?! ¡Reuniste el valor para decírselo!
--Emm, no me dejaste terminar. Le dije que me gustaba... Luka.
--¡Pero Marinette! ¿En qué demonios estabas pensando? Que, en fin, yo sí que creo que te gusta Luka, pero soltárselo así a Adrien...
--Es que vi acercarse a Juleka, y pensé en él... ¡fue lo primero que me salió! Y todavía me falta por contarte lo peor. Hoy hay concierto de Los Gatitos, y Adrien va a acompañarme. Para apoyarme con Luka, como cuando yo le ayudé con Kagami.
--¿Pero va a ir Kagami también?
--No, no va a invitarla. Me dijo que iba solo por mí. Lo que no deja de ser encantador, pero...
--Ya. En fin, amiga... espero que todo este lío acabe bien, y no tengamos que lamentar corazones rotos en el camino --dice la morena, dedicándole una sonrisa tranquilizadora.

Marinette suspira; la seguridad y temple de Alya siempre consiguen reconfortarla. «Ojalá pudiera contarle también el problema con Chat y sus sospechas sobre mi identidad secreta...»

Continuará...

Luka's song Donde viven las historias. Descúbrelo ahora