Capítulo 9

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¡Porque hiciste eso! ¡Estuvo a punto de darse cuenta!

Colton se regañaba a si mismo luego de dejar a Eleanor en su primera clase. Él había puesto su mano en la mejilla de Eleanor allá en los casilleros, porque él había querido hacer algo, cualquier cosa. La había abrazado por la cintura, le había hecho pensar que Rob estaba detrás de ella, ¡LE HABÍA DICHO QUE LO BESE! Y de no haber sido porque justo Rob se apareció detrás de Eleanor en el último momento...

Pero esa fue una excusa perfecta para apretujarla contra los casilleros y lamer su cuello. Mierda, mierda. De solo pensar en su olor, él...

Ya, basta.

Colton dobló en el pasillo contrario al que debería ir para su primera clase, y se dirigió a las duchas. Tomaría una fría, ahora.

Él solo esperaba que el conserje le diera una toalla.

Mientras caminaba incómodamente hacia el baño que a estas horas nadie usaba, ya que en periodo de clases los alumnos usaban el de arriba, sintió un golpe a sus espaldas.

¿Qué...?

Se dio la vuelta con el ceño fruncido y entrecerró los ojos, barriendo la vista hasta que pudo notar que el ruido había venido desde dentro del lugar del conserje, y los ruidos que golpeaban la puerta ahora deberían ser personas...

Bufó, alguien estaba teniendo un momento ahí dentro.

Restándole importancia siguió su camino hasta el baño.

***

Para la suerte de Colton, el conserje había dejado toallas en el área de las duchas en el baño, por lo que sacó toda su ropa, abrió el grifo en el agua fría, y se calmó, dejando que el agua lo empape por completo.

Diablos, Ele... las cosas que me haces.

Cuando se hubo secado y vestido veinte minutos después, no le importó haber perdido la clase de música que había comenzado hace ya más de veinticinco minutos, por lo que en vez de volver, creyó que lo mejor sería ir a dar una vuelta con el Jeep y luego volver antes que toque para el receso.

Salió del baño pasando una mano por su cabello húmedo cuando escuchó un molesto ruido de vaivén golpeando delante de él.

Otra vez, el ruido venía del cuarto del conserje. Se acercó un poco, y luego de unos segundos notó que no solo eran molestos ruiditos de vaivén, sino que también de forcejeo.

No gustándole para nada la situación, y sintiéndose como un pequeño héroe, giró la perilla del cuarto sin hacer ruido, pero estaba cerrada.

Eran claramente ruidos de forcejeo... o podía quedarse sin hacer nada. Maldijo entre dientes, y entonces, lo más rápido que pudo, fue en busca del conserje.

Le tomó dos minutos encontrar a una auxiliar que también tenía en su juego de llaves la perteneciente al cuarto del conserje. Cuando llegaron allí, la puerta estaba entreabierta.

—Hace unos minutos estaba cerrada —explicó Colton rápidamente, ante la mirada enfadada de la señora.

Ella entró con un suspiro a través de la puerta, y encendió la luz. Colton se asomó; no había nadie.

La mujer volvió a suspirar mientras salía, apagando la luz. —Será mejor que vuelvas a clase —le dijo a él, mientras se marchaba por la vuelta del pasillo.

Con un sabor amargo en la boca y una sensación nada agradable en la boca del estómago, Colton asomó nuevamente la cabeza por la puerta, entrecerrando los ojos en la oscuridad. Cuando su vista se adaptó, frunció el ceño al notar un pequeño objeto en el suelo detrás de la puerta.

BFF and ever © (CANCELADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora