Carta al recuerdo de Miguel

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Canción del capítulo: Palace - Sam Smith

Disfrutalo :3

San Fransokyo, marzo 23 del año 2025

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San Fransokyo, marzo 23 del año 2025.

Me dolía verlo así. Sus ojos estaban tan hinchados y rojos por el llanto que incluso daba un poco de pena. Me lastimaba mucho tener que hacerle eso, pero no había otra solución. O eso es lo que yo creía. Me miró con esos ojitos que se veían grises por las lágrimas y mi corazón se estrujó. No podía hacerle esto, no a él, de todas las personas en este asqueroso mundo, él era el único que no lo merecía. Pero fue tarde para arrepentimientos.

No soportaba escuchar su linda voz, quebrada. ¿Por qué fui tan mierda? Debí tener mucho valor para verlo así de frágil. Por quinta vez en la hora que llevábamos en ese café, me preguntó si estaba seguro. No lo estaba. Le mentí cuando dije que sí.

Pero, ¿qué podía yo hacer? Definitivamente no le quitaría sus sueños, él merecía ser el mejor en todo lo que hacía y si yo era un impedimento para ello, era mejor dejar hasta ahí nuestra relación. Incluso ahora, cuando escribo esto, me duele el alma y mi corazón se contrae por pensar en los acontecimientos de ese día.

Todo estaba bien, Miguel era el chico perfecto para mí. Sus ojos chocolate, esa tez morena que me recordaba al café mañanero, esa sonrisa hermosa que iluminaba mi camino en la vida, esa marca infernal cerca de su labio, que aún es mi lunar favorito de todos los que recuerdo tenía en el cuerpo. Él retrataba la perfección a sus 16 años de edad. Lo amaba. Corrección: Aún lo amo, con cada fibra de mi cuerpo.

A mí me faltaban solo 2 años para terminar mi carrera universitaria y él estaba en la preparatoria. El tiempo no estaba a nuestro favor. Pronto dejamos de vernos todos los días y la monotonía de los días que podía verlo me empezaban a aburrir. Fui un idiota, un completo idiota. No aproveché el tiempo junto al amor de mi vida.

Porque eso era, es y seguirá siendo Miguel Rivera para mí. Ese chico que apenas me enteré dejó la universidad para empezar su carrera musical. Yo siempre lo escuché mientras cantaba en cada rincón del pequeño apartamento que compartíamos. Era el mejor cantante que había escuchado en mi vida. Por eso es que sé que en poco tiempo será uno de los más famosos y reconocidos cantantes del mundo.

Me he arrepentido, cada día de estos cuatro años, de haberlo dejado. Él era mi inspiración, mi motivación a seguir en este mundo. Miguel era mi musa de inspiración electrónica. Porque mi carrera acabó cuando supe que debía dejarlo crecer. No literalmente, por supuesto. Pero yo solo lo detenía. Él merecía mostrarle su talento al mundo. Y no hablo solo de su hermosa voz. Miguel Rivera es mucho más que una melodiosa voz y una imagen física de envidia. Miguel es un ángel. El ángel al que debí herir ese día de mayo. Aquel mayo que sus lágrimas mancharon mi alma y sus palabras heridas rompieron mis esperanzas.

Lo escucho al despertar, pero ahora es por mi alarma y no porque despierte a mi lado. Me siento patético. Tanto que creo que algún día desfalleceré. Desde Rivera, no he tenido una relación. Ni siquiera me he fijado en alguien. Creo que él tampoco, porque no lo han anunciado en la televisión. Se escuchará egoísta, pero me alegro por ello. No me imagino a mi chocolatito con alguien más. Que idiota soy.

Ahora tengo 22 años y trabajó con Alistair Krei en su compañía. Desde lo de Tadashi y Callaghan, él dijo tener una deuda enorme conmigo y los demás chicos de Big Hero 6. Por eso nos dio entrada rápidamente. Justo después de eso, el BH6 dejó de existir. Ahora Honey dice que encontraré amor pronto, pero no quiero a nadie que no sea Miguel. Los demás dicen que vaya y lo busque. Lo he pensado, pero tengo miedo. Tal vez él ya me olvidó o no quiere saber de mí. No podría aceptaría su rechazo, dolería mucho.

Solo espero que algún día lea esto. Quiero que sepa que lo amo. Aún lo amo con toda el alma. Jamás quise hacerle daño. Yo creía que era lo mejor, pero me equivoqué. No estoy bien sin él. Sin el alimento que me daba el sabor de sus besos, estoy muriendo de hambre. Quiero que vuelva. Lo necesito.

Sinceramente,

Hiro Hamada.

~El escritor que llevo dentro~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora