La mente de un adolescente

no se..

  Sinceramente con frecuencia me lamento de no haber sido más valiente ese día, de no haberte dicho ¿qué harás más tarde? ¿puedo pasar por ti a la salida de tus clases? ¿me dejas acompañarte a casa? De no haber prolongado la posibilidad de haber compartido un poco más de aire contigo en el mismo escenario, en el mismo espacio. Uno va a la preparatoria, conoce a una chica, la invita a salir, van al cine o por un helado, luego vuelve a invitar a la chica y se hace del rogar, uno insiste, la chica le dice que no, le vuelve a insistir y después ella acepta salir, en último minuto cancela, y en una borrachera con sus amigos se le ocurre llamarla, le confiesa que la extraña y lo mucho que tiene ganas de verla, la chica luego dice que está saliendo con alguien. Luego de que uno trata de olvidar a esa chica, y va a una fiesta y conoce a una chica, la invita a salir, van al cine o por un helado, luego vuelve a invitar a la chica y se hace del rogar, uno insiste, la chica le dice que no, le vuelve a insistir y después ella acepta en salir, en último minuto cancela, y en una borrachera con sus amigos se le ocurre llamarla, la chica no contesta, una llamada perdida, dos llamadas perdidas, dignidad a la basura. Luego uno trata de olvidar un fracaso tras otro e invita a salir a una chica, le dice que sí, todo va de maravilla, la chica se la pasa bien contigo, la chica es maravillosa, es un ser divino, de lo mejor que te ha ocurrido desde que entraste a la universidad, luego uno piensa que le harán lo mismo, se ahorra el disgusto, se atemoriza, se rebaja, se detiene, es tan hermosa y hermoso lo que sucede, ella puede ser lo que quiere ser y quiere estar contigo, y es uno quien se va. Por eso sinceramente con frecuencia me lamento de no haber sido más valiente ese día, de no haberte dicho de una vez por todas ¿quieres venir a mi cama o quieres entrar en mi vida? Si se hacen las dos cosas de un tiro me harías olvidar todo y comenzar de nuevo.