amor

171 11 0
                                    


¡Que difícil es guardar tantos sentimientos en el alma! ¿Qué tan frágil es? ¿O qué que tan fuerte? No lo sé a ciencia cierta. Sólo sé que no se dura mucho al tratar de retenerlo todo...

Tampoco nos va bien ocultándolo en casa, quizá porque sabemos que podemos ser quienes somos o mejores y que no seremos juzgados por ello.

El entorno que nos rodea notarán que estamos mal y enseguida preguntarán, ¿qué ocurre?, o en otros casos sabrán darte el espacio que necesitas, tratarán de dialogar o simplemente de darlo todo por verte no sólo mejor sino libre de lo que sea que te haya puesto en tal situación.

Eso es una familia. Cuando las palabras están de más y habla el silencio por sí mismo de lo que anda mal. Cuando una mirada basta para obtener la respuesta, cuando un abrazo es el mejor de las medicinas y una sonrisa el mejor de los ungüentos.

Un abrazo, tan poderoso en amor que puede mitigar y anular cualquier ardor del alma y ahogar cualquier sollozo en algo de esperanza.

¿Qué nos llevo a ser así? ¿Es biológica humana?

Hemos sido creados justamente en base a una esencia que contiene y sostienen en sí misma, todas la verdades dentro y fuera de este mundo. La verdad de un amor incondicional más allá de lo comúnmente pobre y nefasto conocido en esta tierra.

Creo que no se necesita ser muy espiritual para amar, para ver con compasión y empatía al sujeto de a lado y por un instante recordar que, al igual que tu, siente, tiene sueños, anhelos e ilusiones; también ha sufrido, ha llorado y muchas veces se ha dado por vencido. Qué realmente no es tan diferente a ti, que su espíritu al igual que el tuyo fue cortado con la misma fina y más perfecta tijera que no podría jamás haber cometido una mala tajada.

Y es entonces, cuando puedo ver un poco más claro. Más allá de mis propios limitantes del día, más allá de mis quizá, en su mayoría, fatalistas y abrumadores pensamientos, más allá de mis temores e inseguridades, más allá de lo que creo ser o no ser, más allá de lo que creo o no poseer, más allá y sin importar, lo que otros dijeron que soy; es ahí cuando puedo ver que fui, soy y seré totalmente formada originalmente para algo bueno, muy bueno. Eso es lo que escojo creer. Porque simplemente así le agradó al universo que fuésemos.

Traemos tatuados en nuestro espíritu una marca de amor inhealenable. Ese click en nuestro espíritu que brinca desesperado en cuando reconoce la pureza y la grandeza de algo mayor. Pues al final, es así. Nuestro espíritu brinca por encontrarse con él, con el amor perfecto, en su más bella forma.

Aún para quien no tenga la más mínima idea de la maravillosa y grandiosa plenitud de su persona, le será inevitable permanecer inerte en cuando su espíritu se presenté, silencioso, sigiloso, celoso de reclamar ese corazón listo para ser quebrado, arrebatado para desear que jamás sea devuelto.

Es sí, entonces, nuestro espíritu reconoce quien es él, Amor Creador, muy por ensima de nuestro entendimiento o emociones.

La mente de un adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora