01; the letter

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Una mañana tranquila, con la rutina de siempre. Louis se levantaba a regañadientes por su despertador, su respiración tranquila, abrió la ventana y cerró los ojos al sentir la suave brisa otoñal recorrer sus suaves y delicadas mejillas.

El día estaba nublado, pero no  hacía frío, ni tampoco calor. Era un día perfecto.

Caminó hacia la cocina y encendió la cafetera, asegurándose de tener su café mañanero listo para cuando terminara de vestirse. Se colocó su suéter gris, un jean negro con un cinturón y sus zapatos oscuros. Regresó a la cocina, tomó su taza de café y al sentir la puerta de la otra habitación esbozó una sonrisa.

Su compañero de departamento recién despertaba, adoraba verlo de esa manera, recién despierto, para poder burlarse de él, esa era su motivación para estar listo tan rápido en las mañanas.

—Buenos días, dormilón—. Dijo Louis en un tono burlón, bebiendo de a pequeños sorbos su café.

—Buenos días, Louis—. Saludó el contrario arreglándose sus cabellos.

—Hiciste el trabajo ¿Verdad, Liam?—. Preguntó Louis con un tono demandante.

Liam señaló sus apenas visibles ojeras; eso era un sí. Louis preparó otra taza de café para su acompañante. Ambos desayunaron y partieron a sus trabajos. Hoy, Liam, entregaría la prueba final para ser oficialmente un abogado, y Louis se esforzaba en hacer que el castaño cumpliera con su trabajo, que no fallara en cumplir su sueño, ya estaba a punto de cumplirlo. Sería un abogado, y uno de los mejores, Louis lo sabía con certeza.

Louis escribía, hace unos días lo contrataron para trabajar en el Centro de Justicia de Doncaster Norte, el cual quedaba a tan sólo unas cuadras de su departamento. Lo contrataron para ser el taquígrafo de tribunal, ya que habían sido testigos de la capacidad que tiene Louis para escribir, y necesitaban a a alguien escribiera con tanta destreza y rapidez.

Allí el podría ganar bastante dinero, el suficiente, solamente escribiendo lo más rápido posible. Louis dejó a Liam en la puerta de la facultad. Se despidieron con unas miradas tranquilas, pero nerviosas a la vez.

—Mucha suerte —. Susurró Louis al poner en marcha su auto.

[...]

Louis se encontraba sentado en su sitio, presionando rápidamente tecla tras tecla a medida que los abogados, acusados, testigos, y juez hablaban. El juicio de hoy era algo extraño. Un tipo de unos 35 años habría escapado de la cárcel para matar a un chico de 23; este no logró hacerlo. Lo raro es que después el tipo se entregó solo, eso extrañaba a todos dentro de aquel salón. En el cual debatían la razón por la cual el chico de 23 años era buscado por aquel criminal.

Todo hasta ahora indicaba que el chico era inocente, no había sospecha alguna de que haya cometido algún error. Sus nombres no tenían lazo alguno, sus casas estaban lejanamente divididas y sus vidas no encajaban ninguna con la otra. No habían pruebas concretas de que aquel chico había sido el culpable de aquel enfrentamiento, el fue sino una víctima al azar.

Louis prefirió no prestar atención al caso, al fin y al cabo no era su problema. Terminó su trabajo caminó fuera de lo que se asemejaba a un palacio; la corte judicial.
Caminó hasta su coche rápidamente se dirigió hacia la facultad de Liam, necesitaba saber que tan bien le había ido.

Al llegar bajó del coche y con grandes pasos  se adentró en la facultad. Tomó asiento y esperó a visualizar la imagen de Liam. Cuando por fin pudo verlo, se levantó de un pequeño brinco, cambió su expresión cuando vió a Liam acercarse a él con un rostro adormecido y sin expresión alguna.

Liam miró fijamente a los ojos a Louis, y sonrió, sonrió tanto que a Louis le volvió el alma al cuerpo.

—¡Lo obtuve!— Gritó Liam—. ¡Lo obtuve, Louis!

—¡Lo obtuviste!— Louis abrazó demasiado fuerte a Liam, toda su vida dedicándose a esto, y lo logró. Sin duda alguna, Louis estaba orgulloso de su amigo—. Sabía que lo harías.

Juntaron sus frentes observando alguna que otra lágrima caer, que emotivo momento. Liam entregó el papel en el que se encontraban su firma, y un pequeño diploma imprimido en papel maché. Todo en honor al gran trabajo de Liam. Orgullo es poco para lo que el corazón de Louis sentía en ese momento. Liam necesitaba abrazar más fuerte a Louis. Había conseguido ser el único abogado entre 100 alumnos más. Había que festejar.

[...]

Louis y Liam estaban en su departamento. 8pm y ellos tirados en su sofá, comiendo y charlando felizmente del hermoso día que había sido hoy. No se cansaban de contar cómo se sintieron a cada respiro. Un conocido sonido provino de la puerta, Louis se puso de pie y atendió al llamado. Al abrir la puerta se encontró a un tipo con una pequeña carta en su mano, la cual tenía el nombre de Liam.

—¿Liam Payne?

—Ese soy yo —. Dijo Liam saliendo de atrás de Louis.

—Tengo un recado para usted, firme aquí por favor —. Dijo el señor amablemente, señalándole a Liam donde firmar.

—Gracias —. Dijo tomando la carta entre sus manos.

La carta tenía el remitente remarcado con varios colores.

"Harry Styles".

Snow in Autumn ➳ l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora