Snow in Autumn ➳ l.s

02; surprise

Liam caminó hacia Louis para ver qué decía aquella carta. Era de su instructor de abogacía y gran amigos hace años. Pero ¿Acaso no existían los teléfonos celulares en el mundo de Harry?

"Me siento muy feliz de hayas logrado llegar hasta tal punto de éxito con tus estudios de abogado. Quería compartir mi felicidad contigo, ya que te traigo una gran noticia.

Conseguí un caso para ti, Liam. Es uno sencillo, o eso aparenta, solo porque recién comienzas. Sé que serás más que esto. Te veo mañana, a las 5pm, en el lugar de siempre. Y ya te voy dando los detalles del caso. Gracias por tu confianza, Liam.

Buenas noches.

—Harry Styles."

Louis sonrió nuevamente abrazando a Liam, mañana los esperaba un día largo. Louis acompañaría a Liam a ver a Harry.

—¿Cuál es "el lugar de siempre"?—Preguntó Louis.

—El parque de aquí cerca. —Dijo señalando la nada. —Siempre nos vemos ahí.
Louis asintió

Conocía a ese tipo, Harry, llevaba años que no entablaba una conversación normal con él.

Los chicos se durmieron temprano. Mañana era el día libre de Louis y quería pasarlo con Liam. Cómo sus felicitaciones eternas. Mañana los esperaba un día largo.

[...]

Liam estaba tomando su café, mientras Louis cocinaba el tocino. El celular de Louis comenzó a sonar.

—Atiende, por favor —. Pidió Louis, a Liam.

—¿Hola? —. Atendió Liam. — No, él está ocupado, soy su amigo.— Contestaba—. Bien, le diré. Gracias, adiós.

—¿Quién era? —Preguntó Louis, sirviendo el tocino.

—Era Eleanor. Pidió que te avisara que estaba en la ciudad —. Louis sintió su cuerpo morir nuevamente. No escuchaba ese nombre hace tres años. Y no lo añoraba, para nada.

Eleanor era una buena chica, era lo mejor que había conocido Louis. Pero era muy insistente con respecto a tener una relación con Louis, aún sabiendo que Louis no es muy atraído por el género femenino. No de la misma manera que le atraían los hombres.

Es decir, le atraían las mujeres, a su parecer hay mujeres bellísimas. Pero los hombres, ellos lo volvían loco. Había evitado contacto con la gente durante un tiempo para vacilar en su existencia y pensar si era correcto, ya sabes; el ser él y tal vez intentar ser un poco más “normal”. Pero no, hay cosas que permanecen donde no las quieres, aunque ésta ya no le molestaba en lo más mínimo.

—Pidió que la fueras a ver, a la cafetería de siempre en una hora —. Liam tomó el último sorbo de su café, observando a Louis moverse lentamente.

Louis asintió. Eleanor le traía un sentimiento de nostalgia, lo abundaba cada vez que sabía algo nuevo de ella. Cada vez.

—Llega a tiempo para ir con Harry, por favor —. Pidió Liam, despidiéndose de Louis.

El camino hacia la cafetería en la que se veía con Eleanor era largo. Le llevaría una hora y quince minutos llegar. Llegaría tarde, pero ¿qué más da?
Hace casi unos años no la veía, esperar quince minutos no le tomaría nada de tiempo.

Iba en su auto calmado, escuchando una suave canción que hacia mover todos sus pensamientos. Cerrando sus ojos de a tanto para respirar profundo.

"Let's dance. For fear your grace should fall, let's dance. For fear tonight is all, let's sway. You could look into my eyes, let's sway. Under the moonlight, this serious moonlight"

Esa pequeña parte lo volvía loco, recordaba cuando bailaba sin parar hace unos años, junto a Eleanor. Mirando de reojo a chicos lindos, ignorando la molestia de la chica. Él hacía lo que más le gustaba, observando lo que le gustaba. Normal.

Queria a esa Eleanor, porque indirectamente había salvado ssu pellejo miles de veces en su adolescencia. Pero Louis no sentía nada con respecto a ella, en el sentido a pareja.

Llegó a la cafetería, veinte minutos tarde. Mierda. Entró en aquella vieja y pequeña redención, la puerta hizo ese conocido chillido y la chica volteó a ver a Louis. Eleanor sonrió, Louis sonrió.

—¡Louis! —. Gritó Eleanor, y corrió a abrazarlo.— Tres años sin poder acariciar esas suaves mejillas, estoy mal. —Dijo acunando el rostro de Louis en sus manos.

—También te extrañé, Eleanor. —Tal vez sí. Tal vez la extrañaba.

Se sentaron, charlaron. Se pusieron al tanto de todo, Louis tenía un entrevero de sentimientos ahí mismo. Quería salir corriendo, porque estuvo escapando de la realidad de que Eleanor siempre estaba para él, pero él no hacía más que negarle lo que Eleanor deseaba; a él. Pero también quería quedarse charlando toda la vida con ella.

—¿Cómo has estado? ¿Francia es muy lindo? —Preguntó Louis.

—Bastante bien, Francia es muy grande. Siempre había un lugar nuevo que conocer.

—Ya iré algún día —. Dijo suspirando, Francia era un sueño.

—Y dime...—Suspiró. —¿Cómo vas con los labores?

—Bien, entre Liam y yo la estamos llevando bien. —Respondió optimista.

Louis recordó que debía regresar para acompañar a Liam. Aún faltaba, pero no debía olvidarlo.

Eleanor propuso un juego de mesa, en aquella cafetería lo había todo. Eligieron cartas, póker. Louis era un especialista, y Eleanor una aprendiz.

—Tira.

Eleanor tira una carta, Louis la imita.

—¡No! —Dió un grito al cielo, Louis.

—¡Te gané!

Ambos empezaron a reír conjuntos, era la primera vez que ganaba, o al menos a Louis. Había aprendido mucho en su largo viaje.

—Si sabés que soy de revanchas, ¿Verdad? —Dijo apuntándole con su dedo índice.

—No te atreves —. Dijo desafiándolo.

—¿Apostamos?

—Tú lo dijiste.

De diez partidas, Louis había ganado cinco, unos años atrás habría ganado las diez. Estaba maravillado por Eleanor, ahora era él quien tenía que aprender de ella.

Miró su reloj y vió que faltaban cuarenta para las cinco.

—Oh, debo irme. Quedé en acompañar a Liam a una reunión con Harry.

─¿Harry?

─Sí, es su instructor de abogacía desde hace un tiempo ¿Sabías que Liam es oficialmente abogado?—Eleanor hizo lo imposible por ignorar ese tema.

─¿En serio? Felicítalo por mi, por favor. ─Pidió contenta.

─Lo haré, ya me voy. ─Dijo observando su reloj por última vez.

—Está bien. Nos veremos otro día.— Recibió el abrazo que Louis le ofrecía.

Se despidieron en la puerta de la cafetería. El auto de Eleanor se dirigió hacia la derecha y el de Louis hacia la izquierda.
Louis fue lo más rápido que pudo. Al llegar encontró a Liam en la puerta del departamento.

—Gracias a Dios, Louis. —Dijo agarrándose el rostro de manera exagerada.

—Lo siento, no era consciente del tiempo.

—No importa, ¿Vamos?

Asintió nuevamente. Se subieron al coche y partieron rumbo al parque.