Snow in Autumn ➳ l.s

03; reunion

La brisa de la ventana del copiloto golpeaba en el rostro de ambos chicos. Iban callados, Louis estaba tratando de asimilar todo, en tan sólo unas horas atrás estaba en una cafetería, con una chica que no veía hace un tiempo.

—¿Te fue bien con Eleanor? No hubo ningún problema ¿Verdad? —Preguntó Liam, girándose para ver a Louis.

—Me fue genial, y no, no hubo ningún problema. — Suspiró —Fue divertido.

—Me alegra escuchar eso.

Liam sonreía, había sido la semana más buena de toda su vida. Eleanor había vuelto, él consiguió el papel de abogacía, y podía ver la felicidad y orgullo en los ojos de su compañero. Nada lo hacía más feliz, que ambos estén contentos; nada mejor que eso.

Durante su trayecto en la vida, no todo habían sido sonrisas como en los últimos dos años. Ellos solían tener demasiados problemas con sus padres, con sus compañeros, con la sociedad. Eran demasiado reservados por razones personales, y eso, al parecer, al mundo le molesta.

Cuando cumplieron 18 años, se mudaron juntos. No soportarían más estar en el mismo ambiente de mierda todos los días. Y decidieron tenerse el uno al otro, sabiendo que nunca se lastimarían. Tal vez no eran hermanos. Pero se sentían familia.

Llegaron al parque, Louis estacionó cerca de la acera. Liam bajó del coche y acomodó su chaqueta, hacía algo de frío. Louis bajó y acomodó su bufanda, y guantes.

Liam guío a Louis hacia el árbol donde se encontraba Harry. Solo podía divisar una silueta alta y recta, apoyada sobre el árbol. Llegaron hasta él y los saludó cordialmente.

—Hey, Liam. —Saludó, tomando la mano del mencionado para luego estrechar sus hombros derechos. Formando un saludo.

—Harry, ¿Cómo estás?

Louis no quería mirar mucho a Harry, se habían visto muy pocas veces desde sus diecisiete años, había tensión. Observó al rizado unos segundos y supo que sería atrapado como un leopardo a una cebra si solo se presentaba la oportunidad.

Harry miró a Louis y luego a Liam.

—Traje a Louis. Espero no te moleste.

—Tranquilo, no me molesta. Hola.—Saludó Harry, con una pequeña sonrisa en su rostro.

—Hola. —Saludó Louis, a lo que a Liam le pareció muy "simple".
Liam miró con poco desprecio disimulado a Louis—. ¿Oops?

Esa pequeña expresión se había escapado de entre los labios de Louis. Pero a Harry le pareció sumamente tierno.

Los chicos se sentaron en el suelo en una pequeña ronda. Harry presentó el caso a Liam, ambos demasiado metidos en su trabajo que parecía que Louis no se encontraba allí.

—Es bastante fácil.—Dijo, Liam.

—Eres su abogado ahora, y harás que tenga razón. Él pagó por esto. —Dijo Harry observando detenidamente a Liam, echando un vistazo a los papeles del caso.

—Está bien.

—¿Crees que puedas hacerlo? Puedo conseguir otro caso, si quieres.

—Yo puedo. —Aseguró.

—Gracias.

Ambos miraron a Louis, quién comenzó a tararear. Harry lo observó, sabía que tenía una voz dulce, o al menos la tenía la última vez que la escuchó.

—Like a river flows surely to the sea...

Louis cantó bajo, mientras jugaba con los pastos. Notó el silencio por parte de los chicos y levantó la cabeza.

—Lo siento.. ¿Interrumpí?

—No, no. Creo que ya terminamos aquí —Liam juntó los papeles del suelo.

Liam se aclaró la garganta, provocando que ambos chicos se giraran para prestarle atención ya que no hubo respuesta a sus palabras.

—Oh, sí, lo siento. —Se disculpó Harry.

—Está bien.

Él día se había puesto más frío, la mirada de Louis se cruzó un total de seis veces con la de Harry. Los chicos continuaron hablando de trabajo inintencionalmente y en cierto punto, a Louis ya le había aburrido. Y decidió caminar.

—Louis, ¿Dónde vas? —Preguntó Liam, observando a Louis caminar.

—Daré una vuelta, ya regreso. —Dijo sonriendo simpático.

Lo observaron caminar un par de pasos antes de que Harry lo llamara.

—¡Louis!

«Diablos, que bien se siente escuchar mi nombre con tu voz». Pensó inconscientemente, Louis.

—Conozco un lugar aquí cerca, una cafetería. ¿Les apetece?

—Uhm, sí claro. ¿Lou?

—Sí, no hay problema.

Caminaron juntos hasta el final del parque y se encontraron con una cafetería de aspecto añejado, el cual la hacía verse más linda.

“Happily”.

Harry ya conocía esa cafetería como la palma de su mano, iba seguido a visitar a su amigo. Edward, lo conoció en la universidad. Eran inseparables.