Amor En Silencio |J.C.|

Ya No Es En Silencio

Jos.

No pude dormir en toda la noche, pensaba en lo que pasó con Abigail, en que está embarazada.

No sé qué jodidos me pasó cuando le dije que sólo era un pasatiempo, al principio si fue así pero después no, es sólo que me frusto la idea de tener un hijo, aún no me deshago de Priscila y cargar con un bebé es lo menos que necesito ahora.

Tengo que pedirle ya el divorcio a Priscila y largarme con Abigail de una vez pero no dejo de pensar en lo que pasó hoy en el hospital.

Cuando comenzaba a quedar dormido sonó la maldita alarma.

Priscila y yo nos levantamos.

-Voy a preparar el desayuno-Asentí sin mirarla-

Tomé una ducha, me vestí y bajé hasta la sala.

Me acerqué al comedor y Priscila ya estaba desayunando.

-¿Y mi plato?-Pregunté extrañado-

-Tienes manos, sirvete-Rodé los ojos y me serví yo mismo-

En todo el desayuno Priscila no dijo nada ni yo tampoco, pero no podía dejar de pensar en Abigail, maldita sea no sé que voy a hacer con un bebé de mi amante.

Llamaron a la puerta y Priscila se levantó a abrirla.

Segundos después regresó con algunas cartas y un sobre.

-A ver-Dijo observando los papeles-Recibo del agua, luz, de Internet y un sobre -

-¿Para quién es?-Pregunté-

-Sólo dice la dirección, seguro es la revista que encargué-Rodé los ojos-

Priscila desenrollo el hilo y abrió el sobre.

Yo me concentre en mi desayuno.

-Jos...-La mire-¿Así que ninguna mujer eh?-Priscila sostenía una foto de mi y de Abigail saliendo del hotel-

Se la arrebate y la mire, efectivamente éramos Abigail y yo.

-No es la única-Sacó más del folder-

Abrí los ojos hasta el tope había fotos casi desde que empezamos a salir.

-¡¿Desde cuándo te revuelcas con Abigail eh?!-Se levantó y se puso delante mio-

-Es más que obvio que son editadas-

-¡No digas estupideces, tenía la ligera sospecha de que ya me engañabas pero jamás me imaginé que con Abigail, idiota!-Gritó como una loca-

-¡Ultimadamente qué carajos te importa!-Me levanté y le grité-

-¡Esto si no te lo voy a perdonar José Miguel!-Me empujó y volvió a tomar el sobre y sacó unos papeles-Ve el coche tú se lo compraste-Se indignó-¡Y también un maldito perro!-

-¡Si es mi amante y qué!-Rete-

-¡¿Desde cuándo, maldito?!-

-¡Desde que la conocí, me gustó y en tu estúpida fiesta de máscaras me besé con ella!-

-Hijo de...-Miro el sobre y sacó otro papel, lo analizó unos segundos y sus lágrimas se hicieron presentes-Está...¿cómo pudiste?-Lloró-¡Está esperando un hijo tuyo!-Tiró fuerte de su cabello y se puso de rodillas llorando como Magdalena-¡¿Porqué?!, Jos yo te amaba y a ella la consideraba una gran amiga, ¿qué hice para merecer este trato?-La miré sin expresión alguna-¡Dime qué demonios hice si yo siempre estuve ahi para tí!-Gritó-

-¡¿Cómo llegó eso ahí?!-Pregunté alarmado refiriendome a la hoja donde decía lo del embarazo-

-¡Eres un maldito!-Gritó-¿Porqué me traicionaste de esta manera?-