10.

40 2 0
                                    

D

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

D

espués de algunos minutos, llegamos a casa de mi madre.
Bajamos del auto, Iván me ayudó con mis maletas y yo de mientras abría la puerta.

-Hola mamá, ya llegue. ¿Estas en casa?.
No recibí ninguna respuesta así que asimilé que no estaba.

-¿Dónde te dejo las maletas Danna?.
-Ayúdame a subirlas a mi habitación.
-Esta bien, te sigo.

Así que lo llevé hasta mi habitación y le señalé donde dejara las maletas.

En el momento en el que Iván dejó las maletas, me tomó por la cintura y empezó a besar mi cuello. Era imposible resistirme ya que el lo hacía de una forma que me causaba placer. Pero en ese pequeño de gloria oí una voz.

-Danna, hija. ¿Ya llegaste?.-Preguntó mamá.
-Si madre, en un segundo bajo.

Así que Iván y yo bajamos.

-Hija, ¿pero quién es este muchacho tan apuesto?.-Preguntó de forma perversa.
-Ay mamá, el es Iván, el hermano de Alejandro.
-Es todo un gusto señora.-Iván se dirigió a mi madre estirando su mano.
-Mucho gusto Iván.-Respondió mi mamá estrechando la mano de Iván.-¿De dónde se conocen?.
-Mamá, el es mi cuñado, el hermano de Alejandro.
-Mucho gusto, Alejandro. Ahora ya eres parte de la familia.
-Muchas gracias señora.-Respondió Alejandro.
(...)

Después de todo el encuentro, Alejandro y yo salimos a pasear.
De tanto pasear llegamos a un parque, y nos sentamos en una banca que estaba justamente abajo de un árbol.

-Danna, ¿te puedo preguntar algo?.
-Si, ¿qué pasa?.
-¿Por qué te enamoraste de Alejandro?.-Pregunta medio decaído.
-Porque al principio, era un hombre muy increíble, era caballeroso, respetuoso, siempre me trataba bien, era muy romántico y era maravilloso. Pero toda esa magia, todo ese amor que sentía por el, se fue por un caño.
-Entiendo como has de sentirte, ¿y crees que alguna vez puedas confiar en un hombre de nuevo?.
-Sería un poco difícil, pues todavía sigo herida.

En ese momento, Iván me besó, pero fue un beso muy tierno, que me hizo sentir que por fin alguien podría llegar a quererme. Pero a decir verdad, yo no quiero volverme a enamorar de alguien, no quiero salir lastimada de nuevo.

-¿Por qué hiciste eso?.-Le pregunté confundida.
-Siempre que tenemos sexo lo hacemos, ¿por qué te asombra tanto?.
-Porque no fue un beso erótico ni nada por el estilo, sólo fue un beso muy tierno. Y se sintió diferente.
-Danna, es que tu causas muchas cosas en todo mi ser, y es inevitable no poderte besar.
-¿No crees que es muy pronto para que sientas algo por mi?.-Le pregunté de nuevo confundida.
-Yo no siento que sea pronto, pero si tu lo sientes así, te daré tu tiempo.-Me contestó un poco decaído.
-Gracias por comprenderme.

Después de eso, solamente nos quedamos admirando todo lo que nos rodeaba; niños con sus juguetes, mamás paseando a sus hijos, y parejas caminando muy contentas.
Para el anochecer, me sentía muy cansada; así que me recosté en Iván y ya no supe nada de mi.
(...)

-Hija, ¿cómo te fue con Iván?.-Preguntó mi madre curiosa.
-¿¡Qué!?, ¿dónde esta Iván?, ¿qué pasó?.
-Hija, Iván y tú se fueron a pasear y al anochecer te quedaste dormida sobre el hombro de Iván.
-Dios de mi vida, que vergüenza. La ha de ver pasado mal. Mañana le ofreceré una disculpa.
-No te preocupes hija, el no se molestó. Mejor vuelve a descansar, nos vemos mañana.

Juegos Peligrosos|+18|  PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora