Ya eran más de las 10 de la noche, Arnold se encontraba acostado en su cama pensando en todo lo que había pasado en aquella fiesta, tenía muchas emociones en su mente y en su corazón, si le hubieran dicho hace años que estaria perdiendo la cabeza por la que era entonces su abusona personal se habría reído hasta desmayarse. Sabía que estaba enamorado de Helga pero se sentía cobarde y asustado de confesarle sus sentimientos, no quería que la rubia lo rechazara, si fuera eso ¿ No perdería su amistad también?, daba gracias por tenerla cerca y ser su amigo ahora, por el momento se conformaría con eso.
Era curioso que cuando se conocieron un poco más, se dieron cuenta que sus personalidades encajaban muy bien, tenían muchos temas de conversación, a pesar de que aveces se sacaban de quicio uno a otro siempre terminaban en risas, si lo pensaba bien, de todos los que lo rodeaban Helga era la única que lo había llevado a los extremos, con ella podía reír, llorar incluso maldecir si sentirse juzgado, podía ser el mismo, la rubia era su respiro cuando se sentía presionado
Regreso sus pensamientos al presente y se maldijo por lo bajo,había sido muy tonto y a lo mejor muy obvio, después del beso trato de evitar lo más que pudo a su amiga no quería hablar con Helga esa noche, porque sabía que iba a balbucear estupideces, entonces cuando ya no la pudo evadir y vio que se acercaba a el salió corriendo de ese lugar, Helga en definitiva no se lo perdonaría. - Soy un estúpido-
No eres estúpido, solo eres tonto.- su abuelo se encontraba en el marco de la puerta, Arnold se sentó en su cama y sonrió.- ¿Problemas en el paraíso chaparrin? No me sorprendería si fuera algo relacionado con tu amiga de una sola ceja-
-Ya no tiene una sola ceja abuelo, y como lo sabes?-
-Últimamente es de lo único qué hablas, Arnold tengo un favor que pedirte, me llamaron hace unos minutos para pedir 2 habitaciones,¿ quisieras ir y limpiarlas? Yo lo aria pero tengo que ir a la oficina
-Claro- su abuelo salió corriendo hacía el baño, llevaba debajo de su brazo el periodico, la oficina iba a estar ocupada un buen tiempo.
Dejo su habitación para preparar las de los inquilinos, había una habitación junto a la suya y otra en el primer piso. Terminó después de media hora justo cuándo tocaron el timbre, escuchó a su abuelo gritar desde el baño "abran por favor", bajo las escaleras dónde se encontró a su abuela vestida de detective por lo que supuso que algo había perdido, su abuela era unica, volvieron a tocar el timbre de forma desesperada. Quito el seguro pues ya era tarde, cuando abrió la puerta se quedo congelado por un segundo
Ya era hora, quieres llevar mi equipaje Alfred- dijo Big Bob entrando a la casa y dejandole las maletas como si Arnold fuera un botones, lo siguio su esposa imitando a su marido.
-Lo siento Arnold, déjame ayudarte- La rubia se veía algo apenada, y un poco enojada.
-No, está bien, de todas formas que hacen aquí?
-No sabía que tu casa estuviera prohibida- Helga se cruzó de brazos y miró a Arnold, estaba molesta por lo que había ocurrido en la fiesta, eso era obvio
-Sabes que no me refiero a eso- fijo su mirada en el suelo sintiéndose un bobo, quería darle una explicación sobre lo que había sucedido, se lo debía aunque no sabía que decirle
Helga sonrio,y le dio un golpe amistoso en el hombro-Lo se, solo estoy jugando, mira cabeza de balón, hoy fue un día demasiado loco para mí, sé que quieres charlar - el rubio hizo un ademán de sorpresa y antes de que pudiera decir algo la chica continuo- pero no creo que hoy se adecuado, solo muéstrame mi habitación en lo que mis padres hablan con tu abuela, ya te contaré después el problema y hablaremos sobre el asunto pendiente, subieron al segundo piso, había estado en esa casa tantas veces, que el que Arnold la acompañara era mera cortesía
- Encerio me darás la habitación junto a tu cuarto?- dijo la rubia al encontrarse frente a la puerta, giro un poco la vista y ahí estaba la habitación a la que tantas veces había entrado a escondidas, pero que también había entrado con invitación.
- A no ser que quieras dormir con tus padres si, lo siento es la última habitación individual que hay,aparte de la mía claro.
- Eso es una invitación? Vio el sonrojo de Arnold y no pudo evitar sentir ternura por aquello- es un broma cabezon
- qué gracioso-Voy a poner la otras maletas en la habitación de tus padres, si necesitas algo, puedes decirme, descansa- Helga asintió para cerrar la puerta tras de si. Arnold no podía creer su suerte, o ¿era crueldad del destino?
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Helga era muy madura para su edad, muy ruda según ella para demostrar debilidad, pero Arnold podía mirar muy bien a través de sus caretas, al principio fue un poco difícil averiguar que lo que mostraba era opuesto a como se sentía, la había visto ya tan natural con el que le dolió su mirada cuando el domingo por la mañana su abuelo, le contó que sus padres habían decidido no quedarse en la casa de huéspedes, habían llamado a su hermana y le habían alcanzado en Francia donde seguía estudiando actuación "Está en la escuela, no podemos llevarla, pero pagaremos por su estancia aqui" había sido la excusa que los padres de Helga habían usado, la rubia solo se había limitado a agradecer al abuelo para después retirarse a su habitación.Helga, ¿puedo pasar?, la abuela me mando a que te trajera el desayuno- Arnold llevaba una pequeña bandeja con un sándwich y un jugo de naranja - un estómago lleno ayuda-
Abrió la puerta y lo dejo pasar, Arnold miró el pequeño cuarto donde se encontraba ahora, una cama en el lado derecho y un clóset junto donde podía acomodar las pocas cosas que traía, se veía un poco deprimente.
- Si te vienes a compadecer de mi ahórratelo- tomo de las manos de Arnold la bandeja y sento en la cama, invitó al rubio a hacer lo mismo
- Claro que no, solo quiero saber si estás bien-
- Estoy bien-
-Helga-
-¿Qué?- dejo de concentrarse en el sándwich y subió un poco la vista para encontrarse con la de Arnold, sabía que con el ya no funcionaba hacerse la ruda, suspiro y dejó el sándwich en la bandejita para voltearse hacia el- Bien, no estoy bien pero tampoco me estoy muriendo. Ese viaje ya lo tenían planeado pero no pensé que me dejarían justo en éste momento donde no estoy ni en mi casa.
-Sabes que eres bienvenida- le tomo una mano a la rubia y le sonrió, estaba muy contento de tenerla ahí con el, aunque los motivos no fueran los mejores. Con un sonrisa y sintiéndose mejor, Helga le empezó a contar todo lo que había ocurrido con su casa.
Y entonces dijo que había sido un accidente,- estaba tomando ya los últimos tragos de su jugo, recordó que había un tema pendiente de hablar, el beso en la casa de Rhonda, el por qué la había ignorado, y ahora que lo pensaba, el porqué la había besado enfrente de todos, aunque fuera un beso por un juego, nadie se aprovechaba de Helga G. Pataki, incluso si fuera el.
Tomo entre sus manos la cabeza de Arnold y le plantó un beso en la boca, Arnold se sorprendió por la acción de la rubia, pero no iba a dejar pasar esa oportunidad, por lo que, lo que había empezado como un beso inocente fue intensificado por el rubio para sorpresa de ella, ambos seguían sentados en la cama
Arnold pasó sus brazos por la cintura de Helga y la alzó para sentarla en sus piernas, seguía besándola con desesperación como si tratara de transmitirle todos sus sentimientos, eso ya lo estaba rebasando pero no escuchó a su cabeza, y la rubia le correspondia, le quería, Helga le quería ¿Quien besaría a alguien así si no?
Helga se sentía en la gloria, estaba besando a Arnold, a su joven de dorados cabellos, solo quería tomarle el pelo un poco por lo de la fiesta pero no había esperado que el rubio le correspondiera, y ahora estaba ahí, besándolo como nunca lo había hecho,Arnold rompió el beso, se acercó al oido de la rubia y le susurró un te quiero, Helga lo volvió a besar como desesperada, se necesitaban, ya no eran unos niños, la rubia seguía sentada en las piernas de Arnold y este empezó a dar pequeños besos en el cuello de la rubia, la cual soltaba pequeños suspiros que estaban volviéndolo loco...
Capítulo 3 gracias por leer. Fue un poco abrupto como termine el capítulo, pero bueno, llegarán a la tercera base? quien sabe jaja.
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Hey Arnold Fanfic / Me Gustas Tú
RomanceEntonces estampo sus labios con los de ella, no fue un beso feroz como los que estaba acostumbrado a recibir, era un beso delicado, suave y un poco torpe, Arnold se sentía en la gloria, había extrañado el sentimiento de besar a Helga, era como si ah...