El problema de Helga

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Si Helga contará lo más raro que le había pasado en su vida lo de Miriam se llevaría la corona, su madre había pasado de ser un ser un zombi a una ama de casa en toda la extensión de la palabra, lavaba,cocinaba limpiaba y lo que la sorprendió la primera vez fue tener en su caja de almuerzo pues un almuerzo, antes si no era un rastrillo, era dinero o algo que su madre en su sonambulismo había metido por error. Aún que últimamente había probado la comida de la cafetería.

Había pasado una semana desde aquello y todo empezó a ponerse raro, Miriam seguía con su misma actitud, pero ahora todos los fines de semana su madre regresaba con varias velas, supo pues por medio de su padre que Miriam había empezados a ir a unos cursos de velas aromáticas y relajantes " es una estupidez" dijo Bob, a ella le daba igual mientras siguiera teniendo un almuerzo decente en su receso, pasaron dos semanas y su madre ya había llenado casi toda la sala de velas, después del mes la cocina estaba repleta de pequeñas velitas de olor a fresa, la cocina ahora estaba vetada para Helga "estúpida aroma y estúpida alergia". Helga llegó a contar 400 velas solo en la planta baja de su casa, eso ya se estaba saliendo de control, pero no dijo nada, pues muy aparte de sus almuerzos le agradaba ver a su madre feliz, oh gran error había cometido...

Esa noche, después de la fiesta de Rhonda se dirigió a su casa, solo para encontrarse con media casa chamuscada, una Miriam llorando histérica, un Bob colérico y un grupo de gente chismosa alrededor de su casa

Pasaron dos horas después de que los bomberos dieran por seguro el lugar, al menos de lo poco que quedaba. Big Bob se encontraba haciendo llamadas por aquí y por alla, Miriam seguía llorando y Helga, la pobre Helga no podía creer lo que había pasado, su noche no podía ser más rara.

-Y oh Helga, solo prendí una vela en la cocina querida, pero fui a la tienda por harina y cuándo regresé todo estaba en llamas, lo bueno que no había nadie adentro-decia su madre entre sollozos

-Genial Míriam, simplemente genial y ahora ¿ donde nos quedaremos?no pienso ser una indigente criminal!

-Nadie va hacer una indigente jovencita- dijo Bob acercándose a ellas mientras colgaba el celular. Ya llamé para que reparen la casa

-Y que, van a hacer magia? Por que no creo que eso suceda hoy

- Calma jovencita, un mes tardaran los trabajadores, así que mientras iremos a un hotel o algo, vámonos que tengo hambre.-

-Como dije simplemente genial-

Los patakis hicieron sus maletas, una que otra pertenecía se había salvado por lo qué en realidad eran pocas cosas las que llevaban a cuestas, más bien era ropa y cosas personales. Tomaron el taxi que los iba a llevar a su hotel, en su camino el taxi pasaba por calles muy conocidas para Helga pero iba tan distraída que no se dio cuenta el camino que había tomado, cuando escucho "llegamos" el corazón casi se le sale del pecho y empezó a sudar frío, eso no era un hotel, era la casa de huéspedes, era la casa de Arnold...

Hey Arnold Fanfic / Me Gustas TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora