Capítulo 24

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  Abraham: -asintió- si ahora ella es mi mundo.  



                                                   Narradora omnisciente:



abraham había tomado una decisión de cuidar y proteger lo que para el ahora le pertenecía aunque no fuera así, nadie le volvería arrebatar lo mas preciado para él nadie incluso la misma Ariana. Por que ella no comprendía aún porque era el más sádico de los asesinos en su clase, la cordura ya no era parte de el, solo era una de las máquinas más poderosas para axel, después de todos quién podría estar cuerdo lo suficiente como para ver morir a sus seres queridos y después poder terminar con la vida de aquella que le rompió el corazón terminando con la cordura en la mente de abraham.

La razón se pierde cuando lo único que mantenía tu vida atada a una cordura se pierde después de todo solo es una línea tan delgada que solo basta con un empujón tan pequeño para sobrepasar-la.

 Y aunque se mostrara cuerdo ante la sociedad los que le enfrentaron se percataron que para nada era así, cuando Axel le mandaba a asesinar y le pedían misericordia él solo  recordaba como ese hijo de puta que se atrevió a quitarle la vida a su madre reía, sin una pizca de querer perdonarle, y al igual que el reía, les sonreía para después acabar lo más pronto posible con todo eso.  

Aún se recordaba despertar por las noches llorando, gritando, por las terribles pesadillas que acechaban su mente ellas no le daban tregua ¿por que el debía dársela a sus adversarios?.

 Tal vez se había convertido en alguien parecido al bastardo aquel pero, tambien sabia que solo así le encontraría y lo haría pagar gota por gota de la sangre derramada.

Se recordaba ponerse de pie aun temblando del suelo después de cada paliza que según el gran Axel debía obtener para que se volviera fuerte y lo que hasta ahora era uno de los más temidos en todo un continente que incluso él podría decir que no solo eso si no que también que el planeta completo le temía a la LEYENDA DEL HIJO DE AXEL KICILLOF. 

Lo único que tenía la policía de el era una fotografía de hace mucho tiempo tomada por su amada

Lo único que tenía la policía de el era una fotografía de hace mucho tiempo tomada por su amada

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 aunque ya nada se le aproximaba a lo que era ahora, los registros, fotos etc. Habían desaparecido al igual que todos los elementos policiacos que rodeaban el caso por un "incendio accidental"y nadie sabía a ciencia cierta cómo era aquel hombre, era como seguir un espejismo, una sombra, y solo eso.

Nadie sabía nada de él solo el nombre de Abraham Kicillof pero nadie como era, por que lo hacía como podía escapar tan rápido sin dejar nada a su paso, era un rotundo dolor de cabeza 




Además, haceros una pregunta a ti mismo ¿cuanto os duraria la cordura si os pasará algo  similar? la cordura es subjetiva a lo que se cree y si los que te hacen creer desaparecen en que puedes creer ahora?


ya nada volverá a ser igual al pasado.

La Otra Cara De Un Amor AsesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora