Capítulo 12

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La luz me incomodaba así que tuve que despertar, me acomode en mi cama y talle mis ojos aún con mucha pereza, me incorpore ya que tenía que ducharme para ir por la comida de aquella chiquilla después de todo no la puedo matar de hambre.

Me duche y cepille mis dientes al igual que mi cabello aunque solo pase mis dedos por este se veía bien a mí parecer salí del baño y me coloque mis jeans negros una polera del mismo color y mi dichoso reloj salí de la recamara, entre a la de Ariana y ahí estaba ella recargada en aquella pared dormida. Solo pude sonreír y salí para poder ir a buscar algo de comer.

Narra Ariana

Había despertado desde hace mucho las sogas de mis muñecas me lastimaban bastante me removí algo incómoda escuché que la puerta comenzaba a abrirse así que me hice la dormida, entro Abraham y me miro un poco para después soltar esa jodida sonrisa que podría volver loca a cualquiera [pero que estoy pensando es un estúpido delincuente no vale nada] moví mi cabeza en signo de negación para poder olvidar aquella estupidez.

El hambre era demaciada aparte quería ir al baño y tomar un poco de agua.
Esperaría a que Abraham abriera aquella puerta y le pediría que me dejara ir por lo menos al baño no quería hacer mis nesecidades en mi misma. Espere por horas pero nadie entraba asta que escuché que una puerta se abría tal vez era el, solo esperaba que no demorará demaciado para venir.

La puerta se abrió era él.

--supongo que tienes hambre y sed ¿No es así? -dijo en tono burlón desde la puerta-

Solo asentí no podía hablar la mordaza no me permitía hablar.

--bien pero primero te ducharas y harás lo que sea que hagan las chicas, no quiero que te enfermes por estar sucia yo no quiero cuidar a niñas enfermas. -camino asta mí y me ayudó a levantarme-

Si pudiera lo pateaba pero eso era algo imposible por ahora.
Caminé con el asta la puerta pero antes de que esta se abriera el colocó algo en mis ojos, ¿Por qué no podía ver la casa o lo que sea donde me tiene?

---este es el trato, te quitaré las sogas y las vendas pero intentas escapar o hacer un ruido por el más mínimo que sea te mato entendido -susurro en mi oído -

Su aliento golpeó mi oído y recorrió por mi cuello ese perfume inundó mis fosas nasales, era jodido tenerle tan Serca era como explotar por dentro.

Entramos en una habitación y luego abrió una puerta más me adentro y quito las sogas de mis manos, soltó la mordaza y retiro la venda de mis ojos.
Una vez más me encontré con esos preciosos ojos café [controlate!, Muy tarde como hacerlo con este bombón enfrente]

---se que soy hermoso pero deja de verme -sonrió y salió del baño-

Era egocéntrico pero aún así jodidamente guapo.

*No piensas como que dices la palabra "jodido" mucho este día*

•si pero es que el esta jodido es perfecto•

Pensé y luego entre en la pequeña bañera me duche pero con que me cambiaria ¿acaso me pondría lo mismo? Mis pensamientos se vieron interrumpidos por la voz de mi secuestrador.

---aquí ahí ropa limpia y cosas para tu limpieza personal yo iré a la cosina, apresúrate solo tienes 10 minutos después de eso entraré estés como estés. -grito dede el otro lado de la puerta-

Enrede una tualla en mí y salí por la bolsa una vez la tome volví al baño, en ella había un cepillo lindo un espejo pequeño, 3 jeans color negro, café y un azul, blusas muy lindas a decir verdad del mismo color que los jeans, pequeñas gomas para hacer la coleta, cepillos de dientes y más cosas de aceo. Me coloque el jeans azul y la polera negra tome mis zapatos y me los coloque me hice una coleta y cepille mis dientes para después escuchar la puerta abrirse.

Abraham me vio y solo parto la vista, ¿Sonrojado? para después colocar de nuevo la venda en mis ojos los demás los omitió solo me ayudó a caminar asta el que supongo es el comedor.

--come -dijo sentándome en una silla-

---gracias ... -Dije una vez quite la venda de mis ojos-

Estaba delicioso todo, pero el solo comió muy poco para tener el cuerpo y la estatura que tiene no era para que comiera tan poco. Termine y él me levanto para después colocar todas las sogas, vendajes y adivinen que ¡Si! De nuevo a esa horrible habitación.

La Otra Cara De Un Amor AsesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora