A los pies del Redentor

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Rut se fue al campo e hizo exactamente lo que Noemí le había mandado. Después de que Booz terminó de comer y beber, se fue a acostar junto al montón de cebada; estaba muy contento. Cuando se quedó dormido, Rut se acercó a él con mucho cuidado, y se acostó a su lado.  A medianoche, Booz se despertó de pronto, y al moverse sintió que alguien estaba acostado junto a él.  —¿Quién eres? —preguntó Booz. —Soy Rut, su humilde servidora. Usted es familiar mío y de mi suegra, y las dos necesitamos que usted nos proteja. Quiero pedirle que se case conmigo.  —¡Que Dios te bendiga ! —dijo Booz—. Veo que eres muy fiel con tu suegra y con tu familia, y que no piensas solo en ti. Me pides que sea yo tu esposo, aunque bien podrías casarte con un hombre más joven que yo. No tengas miedo, Rut; toda la gente de Belén sabe que tú eres una buena mujer. Por eso, voy a hacer lo que me pides.  »Ahora bien, es cierto que yo soy familiar de ustedes y que tengo el deber de protegerlas; sin embargo, tienen un familiar todavía más cercano que yo. Por ahora, duérmete tranquila; ya mañana sabremos si él quiere protegerte. Si acepta, no hay problema conmigo; si no acepta, te prometo, en el nombre de Dios, que yo te protegeré. Anda, acuéstate y duerme tranquila.  Rut se acostó cerca de Booz, y se durmió. Cuando todavía estaba oscuro, ella se levantó porque Booz no quería que nadie supiera que una mujer había estado en su campo. Pero antes de dejarla ir a Belén, Booz le pidió a Rut que extendiera su capa, y en ella puso más de cuarenta kilos de cebada. Después la ayudó a ponerse la carga en el hombro, y regresó a Belén.  Cuando Rut volvió a la casa, Noemí le preguntó: —¿Cómo te fue, hija mía? Rut le contó a su suegra todo lo que Booz había hecho por ella, y agregó: —Booz me dio toda esta cebada y me dijo: “No debes regresar a la casa de tu suegra con las manos vacías”.  Entonces Noemí le dijo a Rut: —Ahora solo tenemos que esperar con paciencia. Estoy segura de que Booz no va a descansar hasta que este asunto se resuelva.

Rut 3:6‭-18

Todos nosotros encontramos la misma cantidad de horas, de minutos y de segundos. Nadie tiene más, nadie tiene menos. La diferencia es que hacemos con el tiempo que Dios nos regala cada día. Hay muchos lugares, personas y cosas en las que podemos invertir nuestra vida.

Podemos gastarlas yendo al pecado y sus placeres, buscando la prosperidad, el éxito personal, aun haciendo cosas buenas como ayudar a los demás.

La mejor manera de invertir nuestra vida es yendo a los pies de Cristo. Cuando estamos allí, El le da sentido a todo lo demás. Cuando estamos a sus pies, podemos apreciar la vida desde su perspectiva y disfrutarla mas.

En el pasaje anterior, dejamos a Noemi y Rut haciendo los preparativos para el encuentro con Booz en la era.

La era consistía en un lugar descubierto donde se trillaban las mieses. Las espigas de trigo se desmenuzaban, ya sea con la mano o mediante bueyes, se separaba el valioso grano de la paja inútil. Booz paso la noche en la era por dos razones :

1. Evitar el robo
2. Esperar su turno para trillar el grano ( a menudo se trillaba en la noche porque el día se ocupaba para la siega).

Todo estaba listo ya, Rut fue de noche a la era en busca de Booz, lo encontró en su sitio y ella se acostó a sus pies, me imagino que un tanto nerviosa sobre la respuesta de este hombre, ya que ella al decirle " extiende tu capa" le estaba diciendo prácticamente que quería que la protegiera tanto a ella así como a Noemi. En otras palabras " ¿ Booz , quisieras casarte conmigo?"

No es hermoso como nosotras también podemos acudir a los pies de nuestro hermoso Redentor, esperando que El siempre cumple sus promesas en nuestra vida.

Es digna de admirar la actitud valiente de Rut, quien ha pesar de tener un pasado doloroso cargando en su espalda, decide arriesgarse, ir a la era de noche y pedirle a Booz que le diera una nueva vida completamente, quedando atrás sus días en Moab, su primer esposo difunto, su estado vil y menospreciado de viuda en Israel.

Booz es un hombre con un gran espíritu y corazón ! Una elección acertada de esposo !. Le promete no solo protegerle si el otro pariente mas proximo la rechaza, la bendice reconociendo que ella es una mujer virtuosa, y la despide con abundante provisión y con la promesa de que resolverá ese asunto lo mas pronto posible. Booz, el tipo de hombre perfecto para todas las señoritas.

Como lo dije al principio, Rut simboliza de igual forma la relación de Cristo con su Iglesia, porque lo mas valioso de nosotros es que tenemos el privilegio de poder estar a los pies de nuestro Redentor, escuchando su Palabra antes que podamos ocuparnos de los quehaceres típicos de nuestra vida. Y podemos acudir a sus pies y pedirle esa protección necesaria y que el haga nuevas todas las cosas en nosotros. Uno de los mayores privilegios en la vida cristiana es encontrarnos con Dios, primeramente en una adoración privada e interna, antes que en la pública.

Todos los días debemos hacer lo necesario para encontrarnos a los pies de Cristo, porque el siempre esta listo a recibirnos.

Pero Jesús le contestó: —Marta, Marta, ¿por qué te preocupas por tantas cosas? Hay algo más importante. María lo ha elegido, y nadie se lo va a quitar.

Lucas 10:41‭-‬42 TLAI

Rut : del pozo cenagoso a la esperanza ( donde todo comenzó) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora