—Chicos, esta es _____ —dije con tono familiar—. Todos empújense y hagan algo de espacio para ella —me detuve y le di una sonrisa a _____, esperando romper algo de tensión.
—¿A menos que quieras sentarte en mi regazo?
Estoy seguro que muy en el fondo en algún lugar sabía que sólo estaba burlándome de ella, pero me vio con ojos tan grandes como pelotas de baseball y frenéticamente sacudió su cabeza.
Sabía que esto podría ser un problema. La ansiedad de _____ era legítima. Fue diagnosticada con desorden de ansiedad social unos años atrás. Ella incluso tomó medicamentos para ello. Las medicinas le permitieron ir a la escuela—ellos habían hablado sobre educarla en casa cuando golpeó a media escuela y comenzó a tener demasiados problemas— pero incluso la medicina no pudo arreglar todo.
_____ no manejaba bien los cambios, y conocer a extraños era casi imposible. Que mis amigos fueran todos de último año y los niños más populares en la escuela tenía que estar haciéndolo más atemorizante para ella también. Entonces estaba el hecho de que ambos éramos el enfoque principal de todos en la cafetería justo ahora porque yo había provocado una escena. Me pateé a mi mismo por eso, pero era muy tarde ahora. No podía deshacerlo, así que en su lugar traté de ayudarla a regresar del modo asustado.
Perecía hacerlo mejor cuando todos los que ella podía ver eran mis ojos, así que agarré sus mejillas y jalé su rostro cerca del mío.
—¿Recuerdas lo que hablamos sobre de todo la cosa de la respiración? Tienes que hacerlo, ____ —La motivé al tomar una profunda respiración, y finalmente copió la acción. Después de unas más le sonreí. —¿Estás bien ahora? —Era la mismo que le pregunté en la ducha, y creo que ambos estábamos recordando eso, porque sus mejillas se pusieron rosas mientras asentía.
La senté en la mesa junto a mí y la metí con seguridad en mi lado. Ella tembló un poco mientras se aferraba a mí, pero ella no lo perdió. Estaba orgullosa de ella por recuperar el control de sí misma. Por un segundo ahí no pensé que lo iba a conseguir.
Iba a tener que ser muy cuidadoso sobre esta transición, pero no había manera de que la pudiera dejar para lidiar con Niall y Mindy por sí misma. Eso conseguiría sacarla de la escuela en cuestión de días.
—Bien hecho, ____ —susurré mientras le plantaba un beso en un lado de su cabeza—. La parte más difícil ha terminado ahora.
Aferré una bolita de papa enfrente de su cara hasta que ella me puso los ojos en blanco y se la comió. No es que yo fuera fan de alimentar a la gente o algo. Yo solo estaba entreteniendo mientras descifraba la mejor forma de proceder con mis amigos.
—¿Realmente has estado pasándola con tantas chicas en esta escuela
que les estás robando a los geeks ahora? —Mi mejor amigo Louis Tomlinson se burló.
—Nah, _____ es genial. Hemos estado así —Crucé mis dedos—desde antes de que naciera. De verdad. Yo solía leerle libros de dibujo mientras ella estaba todavía en el estómago de su mamá.
Un par de chicas nos dieron un pequeño puchero de “Awww”, y sabía que estaríamos bien. Los chicos serían un poco más complicados, pero nadaque no pudiera manejar.
—¿No acabo de tomarle una foto para el club de ciencias antes de las vacaciones?
Me encogí por dentro. Esa era la cosa que mis amigos no podrían ser capaces de tragarse sobre _____. Había estado esperando que no se dieran cuenta de eso hasta que la conocieran mejor. Había olvidado que Liam era el fotógrafo para el personal del anuario.
Aplasté una malvada sonrisa en mi rostro y dije. —Bueno, sí, pero vamos a olvidar esa ofensa de nerd porque _____ luce realmente caliente en la ducha.
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El experimento (Harry Styles y tu)
Teen FictionPorque un simple experimento de química, muchas veces... puede ser mucho mas que eso.