Love Lies (Reescribiendo)

Raquel Belo

Mi primera clase fue artes plásticas, era una clase extra la cuál elegías. Era como diseño, arte y creatividad todo junto. Mi clase favorita. A pesar de yo necesitarla en mi vida, no era obligatoria.

La maestra era agradable, era una dulzura de persona y nos dejaba poner música de vez en cuando mientras pintabamos. Yo me acomode en el caballete que se encuentra junto a la ventana con Kris a mi lado y una de las chicas nuevas del otro.

-Hola, mi nombre es Delilah. ¿Ustedes son...?- Pregunto con una sonrisa y alzando una ceja en la cuál tenia una característica cicatriz que hacía que no le creciera parte de esta en donde se encontraba.

-Hola, soy Grecia, y ella es Kriz, es un callada cuando conoce nueva gente- Le respondí mientras le sonreía y apuntaba a Kriz a mi lado -Eres de las nuevas ¿No es así?-

-Un placer. En efecto, soy de los recién llegados. Ustedes por lo que veo ya llevan tiempo-

-Unas más que otras, pero si, ya estamos familiarizados el resto- Contesto Kriz asomando su cabeza por mi hombro.

-Bueno, espero poder tener una excelente relación con ustedes y tal vez hasta llegar a ser amigas- Dijo sonriendome y entrecerrando los ojos.

-Nos encantaría- Fue lo último que dijimos antes de regresar a la clase.

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Mi segunda clase transcurrio lenta considerando que era ingles, y bueno, soy californiana. Finn llego tarde a clase así que supuse que aún no se acostumbraba.

Se sentó enfrente de Ashley Di' Genova. Una italiana consentida por sus papis. Consiguió su fortuna apostando al caballo de su mamá en carreras y al auto que maneja su papá. Ellos siempre ganan.

Sus amigas son las gemelas Zayane y Zara Khattab, de las cuales sus papás son dueños de el hotel Atlantis en Dubai. Ellas son de los Emiratos Árabes. Ellas tres son las chicas más buenas y zorras desde que Danielle Sharp salio de la preparatoria. Ella y su grupito inmediatamente le empezaron a hablar como las arrastradas que son y Finn contestaba siempre con una sonrisa coqueta a todas sus preguntas.

-Oye todo bien?- Me pregunto preocupada Kris

-Si, todo esta bien. Solo estaba pensando en el chico nuevo y en la sorpresa que se llevará al enterarse que ellas son unas arrastradas- Dije suspirando

-A decir verdad es guapo, y considerando que somos relativamente populares tal vez puedas tener un nuevo objetivo en ti radar- Me dijo guiñando un ojo

-Lo dices como si fuera tan fácil, puede que me guste jugar de vez en cuando con los chicos pero el.. No lo se- Dije dudosa- Ademas, tu tienes a Dany- Dije sonriendo

-Dany y yo no somos nada ¿ok? Ademas el sigue en Alemania, y yo... Aqui.- Dijo mirando al suelo- Cuanto desearía que estuviera aqui...

-Lo dices como si fuera algo malo el hecho de que estuvieras aqui- Le conteste mirandola con los ojos entrecerrados.

Dany es el crush de Kris desde que tiene memoria. Es un chico un par de años mayor que nosotras buenísimo. Eso sí, nunca se lo robaría (a demás de que no lo conozco) y solo eh visto un par de fotos de el, pero con la descripción que ella da es más que suficiente para saber que es un completo Dios y un amor de persona.

~¥~

El resto de la clase pasó demasiado lenta como de costumbre. Yo pensaba en Finn y en que si era buena idea "jugar" con el o no. Se podia notar que no era la única que lo pensaba, ya que cruzando el salón estaba Raquel Belo hablando con el. 

Raquel era mi "enemiga a muerte" desde que empezó a hablar mal de mi hace un par de meses. Antes éramos buenas amigas, éramos tan cercanas como lo somos ahora Kris y yo. Pero de repente todo cambio. Un día de la nada empezó a difundir rumores míos. Nunca supe realmente el porque, ni cuales eran sus intenciones reales pero una parte considerable de los "populares" se la empezaron a llevar en mi contra, por esa razón, ahora ella es una arpia también. Desde entonces, se podría decir que ella y Tessa-Lara Miller (su mejor amiga desde ese día) son la competencia de Ashley y las gemelas.

En fin, ella también se dio cuenta de que yo veía a Finn dado que me vio con mirada asesina. Yo no me quedé sin hacer nada, no le devolví la mirada asesina como tal, pero si la mire de arriba a abajo como solía hacer cuando alguien me caía mal. Regrese a ver al pizarron y la clase termino junto con mis ganas de vivir, ya que a pesar de ser el primer día, ya tenía tarea.