CAPÍTULO 3 , EL DESVÁN

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Salgo lo más rápido posible ,  voy directa al desván ,  es de donde provenían  aquellos berridos de ayuda. Bajo corriendo y tropiezo con las escaleras ... me he dado buena 'ostia', pero me levanto de inmediato. Apenas veo penumbra, así que enciendo la linterna del llavero que me regalo mi hermana por mi cumpleaños, quien diría que alguna vez lo fuese a utilizar para algo mas que para 'decorar' mis llaves ... no hay absolutamente nadie, observo todo acompañada de la luz de aquel cacharro, pero nada... ya no oigo ninguna voz pidiendo que le socorran, lo único que se puede escuchar en aquel lugar es mi respiración agitada, ni rastro de nadie, solo un montón de libros, polvo, polvo y mas polvo.

Fijándome bien parece muy arcaico, hace mucho que nadie a puesto pie encima. En mi mente comienzan a crearse pequeños recuerdos de cuando era una niña. Solía acompañar a mi abuelo hasta los primeros peldaños cuando iba a por los adornos de navidad, como era bastante posible hacerse daño con algún utensilio,afilado que el guardaba, limitadamente no me dejaba dar ni un paso mas, nunca había entrado allí.

Volviendo al asunto, si no hay nadie aquí ... ¿ de dónde venían los gritos ? Estoy un poco abrumada pero decido abandonar aquel oscuro rincón. Comienzo a subir las escaleras de nuevo cuando de repente escucho un ruido detrás de mi. Me quedo paralizada, mi corazón late a mil por hora, me giro sigilosamente y alumbro con el fulgor que provenía de mi linterna.

- ¿Holaa, hay alguien? - digo mientras mi voz tiembla.

Observo aquella buhardilla de arriba a abajo, de izquierda a derecha sin perder detalle alguno y me encuentro con algo distinto a como estaba antes, en el centro de aquellos 8 metros cuadrados de desván me topo con un libro, grande y extraño. Me acerco con curiosidad, no se que está pasando pero esto no se ubicaba aquí hace un par de minutos.
Estoy empezando a asustarme, no quiero pasar mas tiempo aquí abajo, cojo el libro y salgo de allí al buen trote. Al llegar arriba mi abuela me ve saliendo de allí.

-Cariño, ¿ qué hacías ahí dentro ? - dice bastante asombrada.

-He ido a por material para barnizar la mesa - digo mintiendo.

Definitivamente no se mentir, ¿yo, barnizar? ¿Y el barniz?, creo que soy de ese porcentaje de personas en el mundo que no sabe engañar, y en caso de hacerlo, no se lo cree nadie. Hace la vista gorda, no es muy de extrañar ya que acaba de perder a su marido, en momentos de luto nadie se fijaría en tal cosa.
Corro al cuarto de invitados que esta en el lado este de la casa, al lado de la cocina. Me aseguro de que nadie pueda entrar cerrando el pestillo de la puerta y me tumbo encima de la cama.

Miro el libro... está bastante repugnante, lo limpio con la manga de mi jersey para verlo mejor... El ejemplar es marrón, en la portada hay escrita una sola palabra 'HELLIOT', lo vuelvo a leer en alto y este comienza a iluminarse.

"Helliot" 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora