El equilibrio del mundo (Parte10) La purga de Viejo Yharnam

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La figura alta y delgada de aquel cazador sobre la Capilla tenía toda la atención de los presentes. Aquel hombre mayor con una guadaña al hombro miró Yharnam desde las alturas. Hacía tanto tiempo que no visitaba otro lugar... tanto tiempo sin poder salir... Ver un paisaje diferente del Sueño del Cazador... le hacía volver a sentirse vivo.

- ¿Quién me ha llamado? ¿A quién debo ayudar y servir hasta que acabe aquí mi tiempo de libertad?

Bajó la mirada hasta la plaza. Los cazadores se miraron, y Djura miró de reojo a Zoba. Lady María también la miró cuando ella, temblorosa, levantó una mano hacia el primer cazador.

- Creo... creo que fui yo... - dijo mirando hacia lo alto.

- Oh... Zoba... ¿es así? ¿La cazadora torpe que siempre se tropieza en el último escalón antes de entrar en mi hogar del Sueño? – dijo dejándose caer hasta la plaza, cayendo de pie.

Amygdala se giró a verle moviendo sus ojos. Zoba no tenía que afirmar ni negar nada. Sólo su cara, con un gesto mezclado de enfado y vergüenza ante su revelación lo decía todo.

- Podéis dejarme esto a mí... - dijo mirando hacia el Grande – Puede que este viejo esté un poco... atrofiado por el tiempo sin cazar, pero se me pasará pronto y será un combate muy divertido y entretenido en el que os aseguro que traeré la victoria. ¿Estás de acuerdo, Zoba?

El silencio volvió a adueñarse de la plaza. Todos los ojos estaban clavados en la cazadora que, de rodillas en el suelo, seguía abrazando las Hojas de Piedad de Eileen. Ella miró a su alrededor. Sólo le estaba mirando Lady María con una expresión indescifrable en la que destacaba la ansiedad. También Djura, pero llena de seriedad, que apartó la mirada dejando a la cazadora tomar su decisión.

- Zoba... - Gehrman plegó su guadaña – Eres ese tipo de cazador que sabe más de lo que dice... no sé qué traes entre manos... - su voz se cayó al ver a la reina Yharnam en una esquina con su hijo, sorprendiéndole - ...pero... no es nada bueno. Ve a solucionar tus asuntos con el resto de cazadores. Yo protegeré a los heridos y acabaré aquí por ti.

Zoba acabó asintiendo y dándole permiso a Gehrman de que Amygdala era para él. Se levantó temblorosa pensando en qué tenía que hacer ahora. Sin duda, era encontrar a Micolash de una vez, que no se volviese a escapar. Acabar ya con esto de una vez. Pero no tenía nuevas pistas sobre las palabras que se le escapaban entre líneas al hablar. Sólo una pequeña corazonada de lo que ese hombre lleno de rencor y odio podría ser capaz de hacer.

- Creo que... creo que debo ir a Viejo Yharnam... no se me ocurre otro lugar... - dijo mirando hacia la calle que le llevaba de vuelta a la iglesia.

- En ese caso ya sabes quién te va a acompañar – Djura dio un paso al frente – Ese loco no va a respetar mi ley de Viejo Yharnam y también quiero hacerle pagar el hacerme salir de allí.

Zoba empezó a caminar con Djura hacia las escaleras, pero se detuvo al ver que María no le seguía. Ella miraba hacia el suelo apretando sus armas fuertemente.

- ¿María? – le llamó ella.

Ella la miró un momento antes de volver la mirada a Gehrman, quién tenía toda la atención de Amygdala para él solo.

- Zoba... déjame quedarme aquí... necesito quedarme y pelear también.

- ¿Crees que Gehrman no podrá solo?

- No es eso... es un asunto personal. Además, yo le molesté y me siento responsable de afrontar mis actos. Quiero... quiero volver a... sentirme una cazadora con mi maestro... y necesito hablar con él.

Bloodborne - One Shots e Historias De YharnamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora