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- Carol, ¿por qué hablaste con esa niña? – me preguntó cuando estabamos en la habitación, con los pijamas puestos.
- Porque lo necesitaba, ¿no viste que carita de pena y miedo tenía?
- Sí, pero los niños tienen que ser sus amigos, no nosotras. Está prohibido, Carolina – me dijó en un tono firme.
Me quedé reflexionando… ¿Prohibido? ¿Qué los mayores hablaramos con niños?
- ¿Y… si nos pillan hablando con ellos, que pasa?
Lucía se espantó, tragó saliva y al fin, me contestó.
- T… Te… - tartamudeó.
- ¡Lucía, dímelo! – chillé
Llamaron a la puerta, debía ser una profesora, según me habían dicho, antes ir a dormir visitaban todas las habitaciones para vigilar que no faltara nadie y que todos durmieran.
- Chicas, ¿qué son esos gritos? – entró una mujer joven, de pelo rizado y rubio y con la ropa más moderna que había visto en este orfanato.
Me levanté de la cama, necesitaba saber la respuesta a la pregunta que le había hecho a Lucía y que no me había contestado, bueno a dos que no me había contestado. ¿Porqué no quería que lo supiera? ¿Qué motivos tenía para no contarmelo?
Y además, quería conocer al chico de la ventana y saber el miedo que le tenían los pequeños a los niños nuevos. ¿Por qué nadie quería contarme nada?
La profesora, ya se iba, hasta que la llame.
- Profesora...
La joven profesora se giró, dirigiendome una mirada cruel.
- ¿Qué pasa, Carolina?
- Quería saber algunas cosas, soy nueva aquí y bastantes temas que no entiendo…
La profesora se sentó en mi cama, decidida a responderme las preguntas que hiciera pensando en que serían chorradas.
- Venga, pregunta – me dedicó la sonrisa tan típica en este orfanato.
- Por qué… ¿Por qué aquí está prohibido que los mayores esten con los niños?
Al hacerle la pregunta, se quedó un poco parada y asustada, su cara reflejaba el mismo sentimiento que la de Lucía cuando se lo pregunté.
- Mira, no es fácil de explicar para una nueva en este colegio…
Me enfadé, no aguanté más y le chillé, le chillé a altas horas de la noche, cuando niños, adolescentes y profesores dormían, le chillé por la rabia que sentía de todo, por la muerte de mis padres, por qué este no era mi sitio, no estaba a gusto aquí. Me sentía sola y la gente solo hacía que este sentimiento augmentara y ya no podía más.
- ¡Carolina! – me chilló tal y como yo hize. - ¡A la habitación oscura!
Me quedé perpleja y le dirigí una mirada a Lucía, que estaba sentada en su cama. Su cara era de terror y quizás, ya había descubierto cuál era el castigo de este colegio.
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El misterio del Orfanato El Oasis
Teen FictionCarolina, después del asesinato de sus padres, debe mudarse a un orfanato del pueblo más cercano. Pronto descubrirá que en este orfanato pasan cosas extrañas. En este orfanato, no todos son lo que parecen y tienen intenciones buenas... Web oficial:...