Capitulo 1. Desde el inicio.

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Debido a mi trabajo me se muchas historias, tantas que prefiero ya no prestarles atención, aunque siempre hay algunas excepciones, estas se presentan de diferentes maneras... pero les diré un secreto, creo que a la vida le parece divertido hacer excepcionales historias de amor.

Hay muy pocas cosas que no alcanzo a comprender, una de ellas es; ¿porque las personas creen que todas las historias de amor deben tener finales felices?, tanto que en sus ceremonias nupciales se repite un "hasta que la muerte los separe" ... dejemos esto en claro, yo no separo a nadie, pues, si quieren amarse es algo que me tiene sin cuidado, cuando el amor es verdadero no desaparece tan solo porque la existencia física lo haga. Incluso yo puedo sentir lo que es estar enamorado, pero esa historia no es algo que deban saber, mejor empezaré.

Como les he dicho antes, la vida humana ya no me resulta tan interesante, por lo cual me limito a hacer mi trabajo reclamando las almas de aquellos que aparecen en mi lista, sin embargo, ¿cómo no mostrar interés en alguien que, desde antes de nacer, se aferró a querer vivir? Esta historia acaba de terminar y por eso quise contarla antes de que se pierda en el frío vacío del olvido... ooh pobre Alexa, tu solo querías amar.

Todo empezó hace algún tiempo, cuando la madre de nuestra protagonista salía de la escuela preparatoria, era una hermosa joven, con su piel clara, una hermosa cabellera rojiza, pequeñas pecas en su rostro, no podía negar su descendencia irlandesa, apenas tenía 17 primaveras en su vida y estoy segura que su futuro era prometedor, sin embargo ese fatídico día cambiaría las cosas. Tres tipos la acorralaron, la sujetaron por sus extremidades hasta llevarla a un callejón, ¿cómo describir lo que pasó?... no puedo hacerlo, fue tan cruel que yo misma sentí repulsión al ver aquella escena, estaba dispuesta a llevarme aquella pobre alma en ese momento, los hombres se habían ido dejándola golpeada, ultrajada y llena de sangre entre otros fluidos, pero ella no se rindió, a pesar de estar mal herida salió del callejón, logrando así pedir ayuda... decidí darle una oportunidad.

Pasaron poco más de 3 meses antes de volver a ver a aquella chica, aún tenía algunas marcas de lo que había ocurrido y quizás la más notoria era su embarazo, se encontraba en un consultorio acompañada de su padre, el doctor les anunciaba que lo mejor sería interrumpir el embarazo pues tenía diversas secuelas del ataque, su matriz no estaba en condiciones de tener un hijo, su padre parecía estar de acuerdo con lo que decía el doctor, pero ella se opuso rotundamente a hacer tal cosa, "si existe la más mínima posibilidad, ¡quiero tenerlo!, algo dentro de mí me pide que lo deje nacer, no, que la deje nacer.", desconozco que fue lo que la motivó a tomar aquella decisión, pero con ello provocó que Alexa se escapara de mi por primera vez.

La siguiente ocasión fue durante el sexto mes de embarazo, una estrepitosa caída de las escaleras parecía cobrar la vida de esa bebé que aún no nacía, pero nuevamente logro escapar de mi pues su mamá prefirió romperse el brazo al caer sobre él, rápidamente fueron llevadas al hospital, los ultrasonidos descartaron la posibilidad de que el embarazo fuera más riesgoso de lo que inicialmente era y confirmaron por primera vez que sería una niña. Sí, lo sé, parecería que yo no quería hacer mi trabajo, pero había algo en su alma que intrigaba y provocaba en mí el querer darle una oportunidad más.

21 de diciembre del 2000, es habitual verme recorrer los pasillos de los hospitales, en ocasiones me gusta vestirme como las enfermeras para así no asustar a aquellos a los cuales su hora a llegado, ese era uno de esos días... en cuanto vi a aquella chica en una camilla entrar al quirófano decidí seguirla, pues aún estaba intrigada por ella. La operación se había complicado, pasaron casi 12 horas que parecían interminables, por un momento la bebé apareció en mi lista, estaba dispuesta a llevarme su vida, me acerque hasta las manos del doctor, mis dedos casi tocaron a la pequeña, pero de pronto su nombre se bórro y se escribió uno diferente, ahí fue cuando por primera vez el nombre de la madre apareció ante mí para ser reclamada, dejé que la operación terminara, así no existirían errores, ambas fueron llevadas a una habitación... Yasmin, fue muy valiente... entré a donde se encontraban, ella tenía cargando a la pequeña Alexa, me miró con resignación, como si supiera quien era yo, dijo con una voz dulce pero casi susurrante.

- Gracias por dejarme conocerla... estoy lista. -

Caminé hasta donde estaba, me paré junto a ella, besé su frente mientras tomaba su alma que era tan ligera como una pluma, señal de que no tenía remordimientos a la hora de su muerte. Lo sé, esa historia parece increíble por sí sola, pero Yasmin solo le dio la vida a la protagonista real, su destino marcaba que ella moriría el día de su cumpleaños 18 y así pasó, si, también sé que la había conocido meses antes pero su alma aun no era llamada, incluso en aquel callejón donde la vi por primera vez ella debía vivir, la única oportunidad que le di fue la de ver si su historia se volvía extraordinaria...no lo logró.

SIN PESARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora