Una realidad cambiante.

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Aceptando de lleno las condiciones impuestas por su niñera, Kristal fue a la estancia principal donde se la paso sentada en un lado, sin hacer nada; a veces se le acordaba y se ponía a jugar su tortuga de peluche, pero fuera de eso solo permanecía sentada.

Cerca de las 11:30 am, Kristal ni se percató en qué momento se quedó completamente dormida y con el pulgar en la boca, como las niñeras tienen la orden estricta de no dejar que los niños se metan las manos a la boca, le coloco su chupete y enseguida empezó a succionar.

Fue entonces cuando la niñera aprovecho y le sacó una foto para enviarle el registro fotográfico de comportamiento de su hija.

Una hora más tarde.

- Creo que me quede dormida, dijo Kristal.

Niñera Flor. Buenos días, dormilona. ¿Qué tal tu larga siesta?

Kristal. Bien supongo, pero tenía la sensación de que todo esto era un sueño, pero veo que me equivoque y esto es muy real.

Niñera Flor. Bueno, ponte de pie para que revise tu pañal, correcto estás seca.

Ahora como te prometí, estarás todo el día conmigo. Por lo tanto, acompáñame a revisar las otras áreas que tengo a mi cargo.

Mientras la niñera Flor, le fue explicando todo y viendo a los niños que haya se encontraban, Kristal sintió unas increíbles ganas de hacer pipí y popó.

Kristal. Niñera Flor.

Niñera Flor. ¿Qué te pasa, te sientes bien por qué lloras?

Kristal. Necesito ir al baño con urgencia, déjeme usar el baño de la gente grande, por favor.

Niñera Flor. Sabes que no puedo, aquí tú vienes a estar como una bebita y los baños de los bebitos son tus pañales, así que si no quieres que te haga lo de la otra vez, déjalo salir y te cambio de manera inmediata.

Kristal. Por favor, se lo ruego. Haré cualquier cosa que me pida y ordene; pero déjeme ir al baño.

Niñera Flor. Está bien, solo será por esta ocasión; pero con una condición. Tienes que esperar que lleguemos al baño al final del pasillo.

Kristal. Acepto.

Y con una gran fuerza de voluntad, como nunca había mostrado, Kristal llego al baño y la dejaron hacer como la gente normal de su edad.

Después de salir del baño, su niñera le volvió a colocar el pañal y continuaron con el proceso el resto del día.

Ya cerca de la hora del almuerzo, Kristal se puso a disfrutar todo lo que le dieron, ya que pese a tener que ser tratada como bebé, no implicaba que eso se aplique en ciertas ocasiones a su comida.

Niñera flor. Mira, en lo que comes te propongo un trato, ¿estás dispuesta a escucharlo?

Kristal. Claro, dígame.

Niñera Flor. Como sabes, mientras estés aquí vas a seguir avanzando en tus estudios de manera normal, es por ello que cuando termines tu horario de clases me acompañes en mi rutina diaria, a eso sí pero ya no más permisos para baño y vas a tener que respetar los horarios para la siesta y comida.

Kristal. Acepto.

Niñera Flor. Ah sabes otra cosa, marco tu papá y comentó que el te va recoger durante las próximas dos semanas, al parecer consiguió un permiso especial en tu trabajo, por lo que tu niñera no vendrá a recogerte.

Kristal. Si, perfecto "dijo efusivamente".

Niñera Flor. No entiendo bien que pasa, pero me parece que tu famosa niñera, no es alguien de tu agrado.

Kristal Así es, es una persona detestable, es una compañera de la escuela, que por alguna extraña razón me odia, es como quien dice la chica más mala del instituto.

Niñera Flor. Oh, bueno mira la hora, es tiempo de la siesta de la tarde, previo al baño y que te vengan a buscar.

Kristal. Está bien.

Y resignada, porque quería seguir conversando se fue al área de descanso, no paso mucho tiempo, antes de que se quedara dormida.

Llegada la hora, se despertó por las ganas de ir al baño, pero como le advirtieron que de ahora en adelante, su baño tuvo que ser el pañal.

Kristal. Niñera Flor, me hice encima me cambia por favor.

Niñera Flor. Claro, de hecho te voy a bañar ya que faltan 15 minutos para que vengan por ti.

Kristal. Si, está bien.

Y así sucedió, después de un rico baño, le pusieron un pañal nuevo, la vistieron con hermoso vestido con un acabado muy infantil y como se había portado muy bien, la dejaron sentada en recepción usando su celular.

Y al final del día.

Kristal. Llego papá, buenas tardes.

Papá. ¿Cómo se portó mi joya más hermosa hoy?

Kristal. Bien, por eso me dejaron sentada aquí y me permitieron usar el celular.

Papá. Qué bueno, espera unos minutos más que necesito atender unos detalles.

Kristal. Claro.

Una vez que se cubrieron los pendientes, se retiraron a la casa.

Esta rutina, se mantuvo durante dos semanas, mismas que aprovecho Aurora, para planear como hacerle la vida imposible a nuestra protagonista, pero eso será más adelante.

La tragica historia de una bebé adolescente:segunda TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora