Capitulo 2

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Llevaba como 30 minutos caminando sin rumbo alguno, no sabía a donde iba pero algo era seguro a este paso no llegaría nunca. Mire mi reloj (y sí, soy de las personas que aun utilizan un reloj) eran las 5:40 pm, mierda llegare tarde al trabajo.

Solo para aclarar este tema, trabajo en un bar de camarera y no, no soy de las camareras que se dejan manosear por un poco más de propina, eso se lo dejo a mi compañera de trabajo, pues ella si es mas voluptuosa y con curvas que yo, mi cuerpo era normal nada destacable en él, bueno lo único que a las personas les llamaba la atención son mis ojos grises que les recuerda a aquel cielo nublado característico de Clifton.

Apresure el paso pues no quería llegar tarde ya que te descontaban como 30$us de tu sueldo y yo apenas ganaba como 100 a la semana, claro que con las propinas era un poco más. Empecé a correr pues me encontraba algo lejos de mi trabajo a unas 10 cuadras calculaba yo, chocaba con algunas personas y solo decía –disculpa- y ni volteaba a verlos.

Llegue a mi trabajo unos 5 minutos antes y aproveche ese tiempo para volver a respirar y tranquilizarme después de esa maratón que tuve que correr. Mis pulmones no fueron fabricados para esto, pensé, repitiéndome a mí misma mentalmente<<inhala y exhala>>.

-pensé que no llegarías Katherine-esa voz….-empezaba a alegrarme

-no tienes tanta suerte-dirigí una mirada fría hacia Jane, ella era la otra camarera que les mencione

-creo que la que no tiene suerte eres tú, pobrecilla la vida no hizo mucho por ti –me observo de arriba abajo con un atisbo de burla en su mirada. Esa chica tenía el poder de irritarme

-pues tus neuronas tampoco hacen maravillas por ti-le espete y entre al local sin darle tiempo a una respuesta

Me puse el uniforme que consistía en un atuendo country, pues el local entero tenia temática vaquera, lo que si me parecía ridículo era el sombrerito esa cosa era totalmente  estorbosa yo nunca me la ponía. La gente comenzaba a llegar, podías observar un gentío de todas las edades, desde chicos de  16 a señores mayores de unos 60 años.

Comencé a atender a los recién llegados y tomar sus pedidos, muchos de ellos consistían en vodka, cerveza, whisky y demás bebidas alcohólicas. Cada vez llegaban más y más personas, era lo esperado de un viernes por la noche.

-Kate-Marcos el muchacho que se encargaba de servir los tragos en la barra me llamo, era un buen amigo mío solo tenía 21 me llevaba por 3 años, me acerque a él.

-¿qué sucede?, no tengo mucho tiempo-dije mirando hacia las mesas

-solo quería decirte que prepares el escenario que los músicos ya van a llegar, fíjate que el micrófono y los parlantes estén lisos-me alcanzo una bandeja con unos vasos y una botella de whisky-ah y lleva esto a la mesa 4

-no me pagan lo suficiente-dije con una sonrisa cansada-pediré un aumento

-lo único que te dará el dueño es un descuento y horas extras de trabajo, si le hablas de un aumento, el tacaño solo gasta en su tabaco-tomo una cerveza y se la dio a una mujer de unos 40 años que estaba sentada en una de las sillas cerca de la barra-mi consuelo es que morirá de un cáncer de pulmón o algo si, si es que la avaricia no se lo lleva primero.

-tu siempre tan positivo-dije en tono irónico y reí ante su comentario para luego marcharme a hacer lo que me había encargado.

Me cercioré de que los parlantes funcionaran bien y continúe atendiendo las demás mesas.

Pocos minutos después llegaron los primeros músicos que se encargarían del entretenimiento, hasta cierto punto me daban pena, ellos iban con la esperanza de cantar y que la multitud los ovacionara, reconociera su talento y tuvieran la oportunidad de ser más conocidos pero esa idea estaba lejos de la realidad probablemente mucho más que el aumento que quería,

Always one, never brokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora