Capítulo 2: Mi pequeña grandullona

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Las clases se me hicieron eternas, pensaba que jamás iban acabar hasta que dieron las 15:00, sonó la campana y salimos todos de clase.

Estaba recogiendo y noté que Carlos me miraba de reojo, pero decidí no hacerle caso y seguir a lo mío.

Al salir de clase, me encontré con mi hermana, que se acercó a mí y me dió un abrazo.

-Lidia, ¿te puedo pedír un favor?- Me dijo mi hermana con tono de súplica.

-Mm... Venga dime enana- Le dije.

-A ver, no se sí sabes que pasado mañana es mi cumple. Cumplo los 15 y me gustaría celebrarlo en la discoteca que hay al lado del instituto, pero sé que papá y mamá no me van a dejar, y me gustaría que las dos intentáramos convencerles- Me dijo.

En realidad, sabía que pasado mañana sería su cumple. Mi enana cumplía ya los 15 y no me lo creía... Si hasta hace poco nos metíamos en la misma cama porque teníamos miedo, nos poníamos a corretear alrededor de la mesa, nos quedábamos hasta la madrugada contándonos historias de miedo... Éramos inseparables.

-Bueno vale Pau- Le dije- Pero con una condición.

-Aii gracias hermanita, eres la mejor- Me dijo mi hermana abrazándome- ¿Qué condición?

-Que yo te acompaño- Le dije.

-Bueno vale... Pero no seas mamá,¿eh?-Me dijo.

-Trato hecho- Le dije dándole la mano- Cuando lleguemos a casa se lo digo a mamá.

Mi hermana y yo salímos del instituto camino a casa. Cuando llegamos, tocamos a la puerta y nos abrió mi madre.

-Mamá, ¿tienes un momento?- Le dije a mi madre.

-Dime- Me dijo mi madre con una gran sonrisa.

Le hize una señal a mi hermana para que se fuera a su cuarto.

-Verás mamá, como ya sabrás, pasado mañana es el cumple de Paula, y le haría ilusión ir a la discoteca de al lado de insti- Le dije a mi madre amablemente- Por supuesto que yo la acompañaría.

Puff... Bueno si tu la acompañas me quedo más tranquila, pero cuídala mucho por favor- Me dice mi madre preocupada.

-Mamá tranquila, yo estaré con ella en todo momento- Le dije a mi madre para que se tranquilizara.

-Vale, trato hecho- Mi dijo mi madre más tranquila.

Le dí un beso a mi madre y subí a mi habitación a contárselo a mi hermana.

Llegué a mi habitación pero no estaba y fuí a su habitación y tampoco estaba.

En ese momento me acordé de que podría estar en el baño dándose una ducha.

Me acerqué al baño y oí música. Estaba allí. Esperé a que saliera pero de repente, cuando la música bajó, escuché unas náuseas en el baño. Toqué a la puerta.

-Oye Paula, ¿estás bien?- Le dije a mi hermana preocupada.

-Estoy bien, ahora salgo- Me dijo mi hermana apenas alzando la voz.

Ví que se abrió la puerta del baño y salió mi hermana. Estaba un tanto pálida, estaba muy rara.

-Paula, ¡Mamá me ha dicho que sí!- Le dije.

-¡Bien! Qué guay hermanita- Me dijo mi hermana y me abrazó.

-Bueno, vamos a comer que tengo hambre- Le dije.

-Yo ya he comido en el insti- Me dice.

-Ah vale, pues ahora vengo. Si quieres quédate en mi cuarto- Le dije.

-Vale- Me respondió mi hermana.

Bajé a comer con mis padres y les dije que Pau había almorzado en el insti. Hoy había spaguettis, mi comida favorita.

Al terminar, subí a mi cuarto y ví a mi hermana por la puerta entre abierta. Se estaba probando ropa, supongo que para su cumple en la discoteca.

Al quitarse uno de los modelos, la ví en ropa interior y la noté más delgada de lo normal.

Entré a mi cuarto sin llamar.

-Joder Lidia toca a la puerta- Me dijo mi hermana cubriéndose el cuerpo.

-¿Por qué estás tan delgada?- Le pregunté con un tono bastante serio.

-¿Delgada?, pero si parezco una foca- Me dijo mi hermana.

-¿Qué?, ¿Una foca?, ¿Pero tu has visto lo delgada que estás? Parece que estuvieras anoréxica- Le dije preocupada.

Ví una lágrima caer por la mejilla de mi hermana al terminar la frase.

-No se lo digas a papá y a mamá por favor- Me dijo mi hermana suplicándome- Llevo una semana con esto, pero te prometo que lo voy a dejar.

-Hermanita joder... Tia si tienes un cuerpo bonito, ¿por qué te haces esto?- Le dije a mi hermana.

-No lo sé, me veía gorda- Me dijo.

-No lo vuelvas a hacer, ¿me lo prometes?- Le dije.

-Te lo juro, lo siento mucho- Me dijo mi hermana disculpándose.

-Venga, vamos a comer que seguro que no has comido, y después te eligo un modelito para tu fiesta del sábado- Le dije.

-Vale, gracias por todo- Me dijo mi hermana abrazándome.

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