Burbuja (Jeon Jungkook & Kim Taehyung)

Capítulo 2

El rubio recorría el pasillo de un lado al otro, esperando con ansias a aquel chico disfrazado que no había medido sus palabras.

Jungkook, por primera vez visitaba 2 veces el mismo hospital en un mes, luego de decidir que se encargaría de hacer felices a los niños en su etapa terminal. Al llegar se colocó el disfraz del personaje que tanto le gustaba y se dirigió hacia la habitación más triste del hospital. Al llegar, el rubio le impidió avanzar, interponiéndose entre él y la puerta.

-¿Tú eres el que vino la semana pasada? -dijo el rubio sin poder contener su enojo.

- Hola -Jungkook lo saludo intrigado, mirando sus facciones bastante similares a las de Derek- Y sí, soy yo ¿algún problema?

- ¿Cómo es que te atreviste a decirle a un niño que puede vencer el cáncer TERMINAL? -Taehyung levanto la voz en la última palabra, tomando a Jungkook del cuello del traje y pegándole contra la pared, llamando la atención de los presentes.

Jungkook estaba tranquilo, sabía que se había equivocado en su comentario y asumiría las consecuencias.

-estamos en un hospital, ¿hace falta hacer una escena aquí? Digo, tu hermanito está del otro lado de la puerta- Taehyung soltó al menor y se separo de su cuerpo dándole la espalda para contenerse a golpearlo.

- contesta la pregunta inútil, ¿Por qué mierda le dijiste eso a mi hermano? -Jungkook se acomodo el traje y avanzo un poco para hablarle casi en secreto.

- Derek necesita sentirse bien, no como una burbuja sin rumbo a la cual nadie le importa en qué momento vaya a explotar.

Luego de decir eso, esquivo al rubio y se adentro a la habitación dejando a este pensando en aquella frase que tenía tanta razón.

Luego de un rato de risas y emoción llegaba la hora en la que Jungkook se tenía que retirar. Saludo a cada uno de los niños, dejando al último a Derek, quien para Jungkook, era la cereza del postre por su sonrisa tan cuadrada y perfecta.

Al salir de la habitación, saludo a las enfermeras y se coloco en la misma habitación de siempre, su ropa de calle. Tomo su bolso y salió del hospital, sin mirar detrás de él, donde el rubio se encontraba mirando su partida.

Al llegar a su casa, Jungkook saludo a su pequeña perrita callejera que tanto amaba. Fue a la cocina y se hizo una taza de café mientras se sentaba en la sala de estar. Luego de un rato, su teléfono comenzó a vibrar, en señal de múltiples mensajes.

📩: Necesito que hablemos.
📩: No te puedes negar.
📩: Te espero en la plaza central en 40 minutos, sé que no vives lejos de ahí.
📩: "Burbuja".

Al mirar los mensajes, Jungkook se sorprendió, ya que inmediatamente se percató de quién era.
Bufo en forma desganada mientras se preguntaba, una y otra vez si debía ir o no. Aunque la tortuosa intriga de saber que quería lo carcomía lentamente.