Hard Hit || SuHun [2S]

Parte I: Brothers & Jerks

N/A: Aquí una pequeña historia que surgió gracias al reciente comeback de godexo, disfruten. 

Por favor, para quienes nunca leen las descripciones: abstenerse de los típicos comentarios contra las otps o cualquiera de los personajes que aquí aparecen. Esta historia contiene un intento de violación, lenguaje explícito, violencia, muerte de un personaje secundario, smut y un sehun pelirrojo.

La actualización de la otra parte la voy a hacer el próximo viernes a la misma hora.

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***

Sehun odia la arena, es irritante, áspera y se mete en todas partes. Se maldice a sí mismo por haber sido tan idiota de haber dejado su casco en el bar, las gafas de sol que traía consigo apenas mantienen la arena fuera de sus ojos.

El calor del desierto es agobiante, siente el sudor rodar por su espalda cubierta de cuero y empapar su camiseta.

Los colores radiantes de las dunas y las quebradas le molestan a la vista, difuminadas por la velocidad en un borrón rojo y naranja que apenas puede distinguir.

Aún así debe acelerar como si su vida dependiera de ello, porque ese idiota está detrás de él, puede presentirlo y no será bonito que lo atrape. Su motocicleta no es tan veloz como la de él.

—¡Demonios! —vocifera el pelirrojo cuando un sonido de traqueteo le delata lo poco precavido que ha sido al salir: no tiene suficiente gasolina.

La moto empieza a perder velocidad y es cuestión de segundos para que se detenga por completo y Sehun deba afirmar sus botas sobre la superficie rocosa antes de que el impulso lo saque volando de su asiento.

Se baja del vehículo, furioso, porque ese idiota lo acabará, y le propina una patada a su polvorienta motocicleta que se queja con un descalabro de partes oxidadas.

Sehun cuenta hasta diez y es todo lo que Junmyeon tarda en aparecer, sin darle tiempo a soltar alguna que otra maldición. El andar de la moto del castaño es suave, impecable, a pesar de que la superficie del terreno es irregular y esa maldita arena se interpone a cada momento. De la misma forma, frena con un movimiento limpio y la pintura negra reluce con los rayos del sol. Sehun está a punto de comenzar a gritar.

Junmyeon, con idéntica elegancia, desciende de la moto y se quita el casco, revelando una cabellera castaña perfectamente peinada. El rostro del segundo en la línea Kim está crispado en una expresión endurecida, las cejas permanecen fruncidas y sus ojos negros lo observan con precisión.

Cuando comienza a caminar hacia él, Sehun nota que lleva su casco olvidado en una mano y bufa.

—De verdad eres un idiota —comenta Junmyeon, escupiendo las palabras en el rostro enojado de su interlocutor. Le arroja el casco y Sehun lo atrapa justo a tiempo.

El pelirrojo no responde, está demasiado enfadado para oírlo o verlo a los ojos y se concentra en las pequeñas manchas de pintura blanca que adornan la chaqueta de cuero de Junmyeon.

—Te vienes a meter al maldito desierto, con tu porquería de moto...¿y esperabas escaparte sin más? —Junmyeon se acerca lo suficiente al más alto, como para que su espacio personal deje de ser suyo y Sehun comience a irritarse, que resulta muy fácil de hacer.

Como el niño pequeño que demuestra ser, el pelirrojo lo aparta de un empujón que el castaño logra evadir con mucha gracia.

—¡Vete al diablo! —responde Sehun y cruza sus brazos sobre su pecho, el calor lo está sofocando, un profundo dolor de cabeza azota sus sienes, pero aún así se rehúsa a mirar a Junmyeon.