Capitulo 1 "Vestido de Novia"

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Tranquila solo es una simple prueba y es la última, me convencí a mí misma. No quiero imaginarme lo nerviosa que estaré cuando el gran día llegue.

 -¿Eh señorita?, todo bien o gusta que entre ayudarle... -me interrumpe una voz femenina.

 -¡No! estoy bien solo echaba un último vistazo en el espejo antes de salir -mascullé.

 Doy un gran suspiro y abro las gruesas cortinas de color crema de un tirón. Lo primero que veo es a mi madre y a mis dos damas de honor con una mirada de asombro. ¿Acaso me veré tan mal?

 -¡Oh Cristina! -chilla mi madre demasiado efusiva incluso antes de pueda salir del probador -¡Oh cariño qué hermosa estas,  ya puedo imaginarte como te veras el día de tú boda!

 De pronto los ojos de mi madre se llenan de lagrimas, y sé que una vez que llora es imposible calmarla, es una fortuna que Laura y Fátima estén aquí y puedan consolarla ya que de no a ver sido así yo ya estuviera sollozando a su lado, no me cabe duda que lo llorona y sentimental lo he heredado de mi propia progenitora. Mi mejor amiga Laura le da leve palmaditas en la espalda mientras Fátima saca unos pañuelos de su bolsa Chanel color negra.

 -Mama tranquilízate, no es la primera vez que me ves con este vestido -trato de responder pero no puedo continuar mi voz se ha quebrado y siento como las lagrimas están apunto de salir así que inmediatamente agacho la cabeza.

 -Aww te ves hermosa cuñada, el vestido te ha quedado perfecto. Ven acércate más para apreciarlo mejor, nosotras no mordemos -me dice Fátima mientras se quita los mechones rizados que caen con gracia de su cara.

 Lentamente me acerco hasta ellas y les modelo mi esplendido vestido. Sin duda este es el vestido de novia más hermoso que he visto en mi vida, le encantara a Fernando pero tendrá que esperar a verlo  hasta el día de la boda.

 -¿Que tal siente el vestido señorita Galván? -me pregunta la vendedora.

 -Excelente, de hecho fueron muy rápidos en arreglar los pequeños detalles que le faltaban. En verdad muchas gracias me ha encantado -le respondo de una manera muy animada.

 -Recuerden que aun es la señorita Castillo, en una semana ya podrá llamarle señora Galván -dice Laura enfatizando la palabra señora.

 -Vale, lo hemos entendido Lauris -le responde Fátima en un tono burlón.

 -Bueno será mejor que me lo quite aunque podría quedarme horas usándolo, pero aún tenemos cosas por hacer, verdad mamá.

 Ella solo asiente mientras se limpia la nariz con un pañuelo. Mi madre no dejó de derramar lagrimas en todo este rato.

 Me dirijo rápidamente junto con la vendedora al probador para quitarme el vestido, me da un poco de vergüenza estar en ropa interior frente a ella pero me imagino que ha de estar acostumbrada  a ver chicas así a diario. La vendedora coge el vestido y lo coloca en un gancho para ropa.

 -¿Hay algo más en que pueda ayudarle señorita?

 -No gracias.

 Ella me da un leve sonrisa y discretamente sale del probador, velozmente me pongo mis jeans y una blusa de color blanca posteriormente me siento en un pequeño banco de madera para colocarme mis converse favoritos de los Simpsons, nada adecuando para una mujer de 24 años a punto de casarse pero yo amaba estos viejos y sucios tenis.

 Lo único que quiero hacer es salir de esta tienda e irme a casa a descansar, hemos estado todo el día ocupadas arreglando los preparativos para la fiesta, si hubiera sabido que planear una boda era tan difícil estar en unión libre no sería una mala opción...  si claro como si yo en verdad quisiera eso.

Un nuevo comienzo (PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora