Me encuentro en un pasillo largo y angosto, el color blanco inundaba toda la travesía. Miro a mi alrededor y estoy absolutamente sola, instintivamente empiezo a caminar pero parece que el trayecto no tiene expiración, a lo lejos logro ver al fin algo de un color totalmente diferente a lo que se encuentra a mi alrededor, al acercarme un poco más me percato que es gran puerta de metal negra. Sin pensarlo corro hacia ella y al momento de girar la fría manija dorada esta no abre, de pronto extraños ruidos a mis espaldas empiezan retumbar por todo el pasillo, decido voltear a pesar de mi temor y me doy cuenta de que no hay nada. De nuevo vuelvo tratar abrir esa gran puerta pero cada vez esos misteriosos sonidos se hacían más penetrantes haciéndome perder el control de la situación. Desesperada golpeo la puerta cientos de veces con la esperanza de que alguien del otro lado pueda abrirla. De pronto una horrible sensación en mi tobillo es la que reclama mi atención y en el puedo ver un asqueroso escarabajo verde tornasol, instintivamente meneo mi pie para que este caiga y una vez en el suelo no dudo en pisarlo, produciendo un sonido nada agradable para mis oídos. Dejando eso a un lado vuelvo a tocar la misteriosa puerta negra, sin embrago cientos de escarabajos color negro brillante descienden de ella haciendo que mi cuerpo instintivamente se mueva hacia atrás, de un momento a otro percibo que estoy rodeada de estos peculiares animales y estos vienen hacia mí. Mis piernas me tiemblan y poco a poco miles de insectos se acercan más y más, cierro mis ojos y me tapo los oídos, el sonido que estos producen me perturba de una manera exagerada. Al sentirlos caminar por mi cuerpo hace que de un grito exasperado y por arte de magia desaparecen.
Lentamente abro mis ojos pero ahora ya no estoy en ese angosto pasillo lleno de insectos, en realidad ni si quiera yo sabía en donde me encontraba, de pronto un sonido algo familiar proviene de una habitación que encontraba mi derecha y con pasos lentos entro en ella, al entrar me encuentro con dos personas una recostada en una cama de hospital conectada a tubos y monitores, mientras que el otro individuo con una capucha color guinda descansaba su cabeza sobre cama mientras sostiene con fuerza la mano del sujeto que estaba recostado.
Temerosamente me aproximo hacia ellos, y es ahí donde me doy cuenta que el sonido que había distinguido hace unos momentos era la de un monitor cardiaco, lo estudio por un momento y en su pantalla puedo observar las diferentes líneas que se trazan de arriba hacia abajo pero de pronto la línea deja de moverse y queda totalmente en vertical haciendo timbrar ese sonido característico que pasan en las películas cuando alguien muere, de inmediato observo las reacciones de las dos personas con las que comparto la habitación. Sin embargo mi garganta se hace nudo cuando veo en realidad quien se hallaba ahí, pero... ¿porque? En verdad no me podía creer lo que estaba viendo, si era... Yo... si soy yo... cuando tenía 19 años y el que está en la cama muriendo es Aarón. Mi yo del pasado se exalta y empieza a llamar a Aarón varias veces con lágrimas entre los ojos, de la nada empiezan a parecer doctores y enfermeras con un carrito de emergencias en tanto una de las enfermeras saca con dificultad a mi otra yo. Súbitamente todos empiezan hacer maniobras con el cuerpo moribundo de mi primer novio, una de las enfermeras desnuda el pecho de Aarón y vierte un gel transparente al desfibrilador que sostiene en las manos un doctor muy canoso.
-¿Listos? despejen -dice el doctor.
De inmediato todo el equipo médico suelta el pobre cuerpo de Aarón y este estremece dando sacudidas muy bruscas mientras uno de los doctores más jóvenes observa meticulosamente del monitor cardiaco.
-Ningún cambio doctor. -le dice.
El doctor canoso vuelve a repetir el procedimiento y es ahí donde el corazón de Aarón vuelve a palpitar, los gritos desgarradores mi yo pasado suenan por toda la habitación a pesar de que esta ya se haya marchado.
-Creo que el pobre joven la ha librado de nuevo. -le dice una de las enfermeras al doctor de canas.
Inesperadamente el cuerpo de Aarón empieza a convulsionar y empieza a salir de su boca una cantidad exuberante de sangre.