La última vez que Jaemin lloró tan desconsoladamente, fue cuando pasó su primera noche en el palacio. Los esclavos llegaron sucios del largo viaje y la señorita Seo se había encargado de hacer que se bañaran, todos juntos en un enorme salón que servía como baño; a Jaemin le había avergonzado tener que desnudarse frente a tantos jovencitos, pero intentó no pensar demasiado en ello cuando se dio cuenta de que todos estaban ocupados con sus propios asuntos, ya sea llorando o intentando escapar sin éxito. Luego conoció los baños privados de su majestad, y ahora que estaba lejos de ahí, anheló tanto estar en ese lugar, porque la única opción para darse una ducha decente ahora que se había establecido con Jeno, era acudiendo al río.
Jeno había suavizado considerablemente su expresión luego de haber escuchado su historia. Jaemin les contó a ambos desde su anterior vida en Hanyang, su antiguo trabajo como aprendiz de calígrafo y su secuestro luego de que los invasores de la corona destruyeran parte del lugar.
También tuvo que contarles de su golpe de suerte en el palacio, de cómo el rey había puesto sus ojos en él y luego había mandado a un sirviente en su búsqueda para pasar su primera noche juntos. Le daba vergüenza, ahora no era más que un indecente ante Jeno y Renjun.
-Supongo que como... favorito -Renjun habló, casi dubitativo en pronunciar aquella palabra-, podías ducharte con las mejores flores y hierbas.
-Solo con las que permitiera su majestad -Jaemin respondió-. La gran mayoría son exclusivas para la reina Jung, ella debe tener los mejores siempre; luego algunas otras son para el amante real, y unas pocas son para mí -murmuró tranquilamente. No le molestaba ser el último en las prioridades del rey en ese aspecto, puesto que sus privilegios como esclavo ya eran demasiados, desde visitas a los cuartos privados del favorito, hasta el poder pasar noches enteras en la habitación del monarca.
-No lo vas a extrañar demasiado, Jeno tiene muchas plantas aromáticas con las que te puedes bañar... aunque en el río -admitió avergonzado.
-Huang Renjun -intervino Jeno, su rostro serio se había ablandado, pero los ojos muertos nunca cambiaban, a menos que su expresión se esforzara en ello.
-¿Por qué no vamos al río? -propuso Renjun-. Este chico tonto no se baña desde hace días y ya apesta.
-¡Huang Renjun! -exclamó su nombre de nuevo, Jaemin soltó unas risas suaves que hicieron que el rostro de Jeno se pusiera de mil colores-. No le creas, Jaemin, tanto tiempo con Xiang ya le está haciendo perder la cabeza.
-No digas tonterías -lo molestó el mayor-, además sería bueno que Jaemin conociera el camino. Anda, vamos, topo tonto.
Resignado, Jeno se puso de pie y cogió su bastón para guiarse el camino. Jaemin sentía el impulso de ayudarlo, pero al ver a Renjun desinteresado decidió que quizá Jeno no se las arreglaba tan mal para ser invidente.
El mayor de los tres cogió las riendas de Xiang, que se encontraba pastando, mientras Jeno se encargaba de asegurar su vivienda con tablas de madera y trozos de metal para que nadie se adentrara. Jaemin observó atento, dispuesto a aprender y hacerse cargo de ello la próxima vez. No es que creyese que Jeno fuera incapaz de hacer sus cosas, después de todo se las había arreglado solo durante tantos años, pero pensaba que un poco de ayuda no estaba de más, sobre todo ahora que tendría su compañía durante un buen tiempo.
Así caminando ambos de lado a lado, Jaemin pudo notar que Jeno tenía una gran altura, y no solo era la altura en sí, sino que Jeno era bastante grande. Los hombros anchos enmarcaban la espalda amplia, y luego si descendía, podía notar la sombra de una cintura estrecha entre las ropas desgastadas que se sujetaban con un cinturón de cuero; luego estaban las piernas largas que, con la mayor habilidad que podía tener un invidente, avanzaban a pasos agigantados y firmes.
Cuando llegaron al río, Renjun enganchó las riendas de Xiang en un árbol cercano y guio a Jeno hacia la orilla del cuerpo de agua. El ceño fruncido del más alto se había relajado, y una vez que estuvo lo suficientemente cerca, dejó su bastón apoyado junto a una roca.
-Oh, olvidaba que debo bañar a Xiang -alegó Renjun-. Jaemin ah, ¿puedes hacerte cargo de Jeno?
-No necesito que se hagan cargo de mí -espetó el otro.
-Quise decir, ¿puedes ayudar a Jeno, por favor? -enfatizó el más bajo-. Solo necesito que no se rompa la cabeza al entrar al agua. Yo me haré cargo de mi bebé mientras tanto.
Renjun no dio espacio a una respuesta, pero asumió que Jaemin no se negaría. Mientras tanto, el favorito del rey no encontraba la forma de acercarse a Jeno sin hacer que se sintiera como un total inválido. Le había tomado del brazo y colocó su otra mano sobre la espalda, pero Jeno, con las cejas arrugadas en señal de molestia, se liberó de su agarre sutilmente. No era ningún inútil, podía arreglárselas sin la sobreprotección de su mejor amigo, y encima ahora también la de un invitado.
Si su majestad había confiado en él, era por algo.
-Escucha, Jaemin -habló con seriedad. Si es que estaba enojado, su tono era bastante neutro como para demostrarlo-, la única desventaja que tengo en la vida, es ser invidente, en todo lo demás me encuentro perfectamente bien -dicho esto, Jeno comenzó a sacarse las prendas sin importarle dejar al descubierto su desnudez. Sin poder evitarlo, Jaemin se sonrojó al distinguir la piel blanca del contrario sin la protección de sus ropas-. Tengo manos, brazos, piernas... tengo fuerza, puedo escuchar, puedo hablar, puedo caminar bien -añadió. Para ese punto, el pelinegro parecía estarle recriminando mil y una cosas a la nada, y aunque Jaemin intentó pedir auxilio con la mirada a Renjun desde la distancia, este nunca lo miró; lo peor de todo, era que una vez que su vista se enganchó en el cuerpo esbelto y casi esculpido del más alto, le fue imposible apartarla de ahí-. Y está bien, entiendo que a veces necesito un poco de ayuda, pero ya no soy un niño desprotegido, ya me he acostumbrado a ser ciego e incluso puedo defenderme de los ladrones de camino al pueblo.
-Lo siento, Jeno, yo...
-No necesito tus disculpas, y no pretendo ser grosero -acotó-. Solo no voy a aceptar ser subestimado de esta forma.
Dicho esto, Jeno se agachó en su desnudez para introducir al agua primero sus pies, hasta que estos tocaron el fondo y pudo sumergirse hasta la altura del pecho. Jaemin sentía muchos deseos de meterse al agua también, pero el ridículo pensamiento de desnudarse también frente a aquellos dos voló por el breve instante que le tomó sacudírselo de la cabeza. Jeno no podría verle absolutamente nada, y Renjun estaba demasiado distraído consintiendo a su burro como para prestarle atención.
Jeno no le habló durante un buen rato, ni siquiera cuando le sintió acercarse a él por primera vez desde que entró al agua. Jaemin entonces se tomó la libertad de disfrutar de la frescura del río y bañarse del aroma de las flores cercanas, dejó que sus cabellos se empaparan de esa naturaleza y que la suave corriente acariciara su piel.
En algún momento, se dedicó a contemplar las facciones de Jeno. Los cabellos negros humedecidos y echados hacia atrás resaltaban la dureza de sus rasgos y enfatizaban las cejas fruncidas. Los ojos oscuros, opacados por una nube blanquiazul, reflejaban un abismo que se le antojó hipnotizante, y la piel blanca del mayor erizada por la temperatura de las aguas hacían que su misma carne se estremeciera.
Jaemin se sintió perdido, mareado, casi en un sueño. Quizá era el aroma de las flores, el ver la luz del atardecer después de mucho tiempo encerrado en el palacio, o el arrullar de la corriente del río. No lo sabía con certeza.
Lo que sí sabía, era que a pesar de lo que aquello implicaba, los ojos de Jeno eran como un hechizo que lo mantenía extasiado, confundido entre lo que sucedía a su alrededor y lo que sus pensamientos dictaban.
Jamás había sido testigo de una belleza similar.
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¡Lamento muchísimo la tardanza! No piensen que no sabía cómo seguirlo jshjsdssksjjsh es solo que no encontraba las palabras para plasmar mis ideas. Cada que entraba al documento me frustraba un mundo :c
El capítulo es corto, lo sé, pero no quise juntar el momento tan soft del final con lo que sigue uwu ya tengo la continuación escrita hasta más o menos la mitad, así que no debo tardar tanto en actualizar, espero poder hacerlo esta semana 💖
¡Nos leemos después! Y gracias por su paciencia.
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Nowhere to be seen | nomin
FanficEl rey debe enviar a su favorito lejos del palacio para su protección mientras él se dirige a la guerra, por lo que la mejor opción a su favor, es el plebeyo solitario a las afueras del reino. Es así como Jaemin, el esclavo favorito del rey, es envi...