Naachan La Asesina

Capitulo 5: El ninja

Este capítulo vuelve a ser en el punto de vista de naachan.

Llegue hasta mi casa, sin importarme mucho deje tirada la moto afuera. Entre y subi a mi cuarto tirandome en la cama. Mi mente estaba en blanco, no sentía nada pero aun asi mi pecho dolía y no era una herida. Bueno mas bien si, existía una muy profunda pero no era visible. Era el sentimiento de desear llorar pero no poder. Desear gritar pero la voz no coopera, sentirte que hay un vacío gigante en tu pecho el cual nunca llenarás.

Me quite el cinturón lo tire al suelo, al igual el traje dañado. Me voltee y mire el techo, más bien a lo blanco que era. -...- Abrí la mesita de noche tomando un cigarrillo lo encendí dejando que el humo me sofocara y llenará de porqueria mis pulmones. Por que la verdad no era nada mas que eso, no me importaba mucho llegar a vieja asi que fumar no era mi mayor preocupación.

Pasaron unos minutos cuando alguien toco la puerta de la casa. Salí de la habitación a abrir la puerta. Cuando sali estaba raul -¿Completastes la misión?-respondí en un tono seco podría decir casi cortante -¿Que tu crees?- pude ver una sonrisa de malicia en su rostro -Bueno me alegra saberlo.- extendió su mano y tocó mi mejilla. Con repulsión saque su mano -No me toques.- se rió para sí mismo y se fue.

Volví a mi cuarto a la misma posición de antes aun fumando sin importarme mucho lo que pasara. -En la mañana tal vez llame a sara...- apague el cigarrillo en mi mano y me acosté a dormir.

Mientras dormia me llegaron muchos recuerdos de mi infancia, que más que sueños parecen pesadillas. Deseando verme sufrir y torturarme.

-No, no, no, no...- dije abrazando a la persona tirada en el suelo -Tu no me puedes dejar, no tu...- una lagrima bajo por mi mejilla. Con las últimas fuerzas de la persona limpio la unica lagrima -Asi que los demonios si pueden llorar...- antes de que dijera algo pude notar como la luz de sus ojos se apagó. Pero aun así ninguna otra lagrima salio mi expresión se quedo en blanco.

...

-Por favor no hagas esto te daré más dinero. ¿Eres una mercenaria no?- Dijo desesperado tratando de convencerme de no matarlo. -Por..f..- antes de que dijera alguna otra palabra dispare el arma que apuntaba a su cráneo. Un poco de sangre cayó en mi rostro pero aun asi no la limpie, solo me fui con una expresión en blanco.

...

Mi cuerpo chillaba de dolor, no podia mover nada pero aun asi sentia como me golpeaban sin piedad. Podía escuchar el *Crack* que hacían mis costillas, mi cráneo. Sentía la sangre saliendo de las cortadas. Por suerte un golpe a mi quijada me dejó inconsciente.

...

-Basura...-
-Eres una inútil no sabes ni usar una maldita arma...-
-¿Que está mal contigo?-
-Demonio...-
-Demonio, demonio, eres un demonio sediento de sangre...-

...

-Tu corazón es tan negro como el carbón y tan duro como el acero- hubo un momento de silencio -de hecho creo que no tienes uno...- se rio -Es verdad los demonios no tienen corazon.-

...

-Por qué me haces esto- gritó la niña mirando al cielo -Que no eres un Dios de piedad, sálvame de mi miseria... por favor... sálvame...- pero sus plegarias no fueron escuchadas.