Drabbles y Mini Fics Avengers (Slash)

Ángeles y Demonios (StevexTony)

*Parte del especial de Halloween-Día de Muertos que estoy publicando en mi muro de Facebook.
**Si alguien es sensible a esta clase de temas, pues en realidad no tiene nada explícito, pero sobre aviso no hay engaño.

***

Los humanos tenían sus creencias y conceptos sobre los ángeles y demonios; pensaban que eran enemigos mortales y vivían en una guerra eterna por la humanidad. Pero la verdad es que ambos bandos provenían del mismo lugar, todo lo que hacían era para mantener el equilibrio en la Tierra y sus superiores eran quienes les asignaban su papel.

Tony llegó a la Oficina de Registros Espirituales y observó con diversión a los ángeles y demonios novatos que aguardaban sus misiones. A él le encantaba presumir ser uno de los ángeles más fuertes y experimentados en funciones, lo cual era gracioso considerando que ese ego y mucho de su temperamento eran contrarios a lo que los humanos creían que debía ser la personalidad de un ángel noble.

-Más te vale no estar aquí solamente para molestar a los demás –dijo su actual jefe quien por cierto era un demonio, Nick

-Sería incapaz de hacer algo como eso –respondió Tony sonriendo inocentemente al demonio de parche-. Me ofende tu comentario, yo soy un ángel con un corazón lleno de bondad y amor por sus semejantes.

Nick lo observó con su único ojo visible y luego suspiró, negando con la cabeza. Sabía perfectamente por qué razón Tony se encontraba ahí a pesar de estar libre de trabajo por el momento.

-Él está a punto de regresar –le dijo-. Y no, no puedes armar un drama por lo que haya ocurrido en su misión. Él sabe bien cuáles son sus deberes y, a diferencia tuya, escucha las órdenes que se le dan.

Una vez su jefe se marchó, Tony borró la sonrisa de su rostro y se cruzó de brazos con enfado. De entre todos los ángeles y demonios que existían, tenía que haberse fijado en el único ser cuyo sentido de responsabilidad era tan grande como el ego de Tony. O al menos esa era la frase que a su amigo Clint le gustaba repetir.

-Mira, es él.

-Puedes sentir su fuerza.

-Es tan aterrador como dicen.

Tony salió de sus cavilaciones cuando escuchó los cuchicheos y vio que por un pasillo venía caminando un alto rubio de ojos azules que lucía orgulloso los cuernos en su cabeza y unas enormes y tenebrosas alas. Steve era considerado por todos como el demonio más poderoso y aterrador de la actualidad, los estragos que había provocado en la Tierra a lo largo de la historia aún ahora seguían contándose con miedo. Entonces la mirada de Steve se posó en Tony y su expresión fría e intimidante desapareció para dar paso a una enorme sonrisa con ojos radiantes.

-¡Tony!

El ángel de cabello castaño sonrió y abrió los brazos, siendo de inmediato rodeado por el demonio. Tenerlo de nuevo a su lado era tan reconfortante.

-¿Estás bien? –le preguntó el castaño-, ¿te tocaron mucho esos idiotas?

La angustia de Tony por la misión de Steve se debía a que durante Halloween las sectas llevaban a cabo ritos diabólicos donde convocaban demonios. Y en algunas de las ocasiones, parte de esos rituales incluían actividades sexuales que no agradaban a alguien que no gustaba de compartir a su pareja.

-Tranquilo, Natasha se encargó de que eso no fuera necesario. Dijo que le debes una.

Tony fingió suspirar con resignación, luego sonrió y sujetó las mejillas del rubio para besarlo posesivamente.

Muchas veces Tony había cuestionado el hecho de que seguramente sus superiores se equivocaron al asignar sus roles, porque sin duda Steve tenía un corazón de oro y no le cabía duda de que haría un magnífico papel como ángel (mientras que si él fuera demonio, se divertiría mucho aterrorizando a los humanos, no podía negarlo).

Si los fanáticos religiosos supieran qué tan loco estaba él por un demonio y hasta qué punto llegaría por Steve, seguro les daría un ataque o causarían un enorme caos por el que Nick y sus otros superiores lo castigarían por siglos.

-Te extrañé mucho, Tony –admitió el rubio con ternura-. ¿Nos vamos a casa?

-Por supuesto.

El ángel volvió a adoptar su expresión ufana mientras aquellos pobres novatos lo observaban marcharse del brazo de Steve. Mejor que esos mocosos supieran de una vez a quién pertenecía ese demonio de corazón noble. Y que aún cuando los lineamientos de su posición se lo impidieran, en realidad no dudaría en castigar a todo aquél (sea ángel, demonio o humano) que tratara de interponerse en su relación.