"You and I" ¿Una historia Interminable? [EDITANDO]

Capitulo 31. Un nuevo vecino

Olí aquella rosa de chocolate,sí parece una tontería ya que es una rosa de mentira y como mucho olería a chocolate con leche, pero aparte del olor a chocolate olía a colonia de hombre y la tarjetita también, aunque claro esa colonia sabía perfectamente quién se la echaba y confirmó todas mis sospechas, era de Carlos.

Estaba concentrada mirando aquella dulce flor y no me enteré de que llamaban al timbre hasta que escuché a Carmen gritarme que abriera yo, abrí la puerta y para nada me esperaba que el que estuviera llamando al timbre fuera un chico tan guapo como aquel. El chico era rubio oscuro con el pelo despeinado, unos ojazos verdes impresionantes y una sonrisa que derretía, por no decir que gracias a la camiseta que llevaba bajo la chaqueta se notaba que había ido bastante al gimnasio

M: Hola

X: Hola, ¿Esto es vuestro? Estaba en nuestro buzón- Me dio una tarjeta, amarilla,t amaño folio que por un lado ponía María y por el otro algo de perdonar

M: Si es para mí

X: Entonces supongo que tu eres María

M: Exacto ¿Y tú eres...?

J: Joey

M: ¿Joey? ¿Eres extranjero?

J: Es una larga historia

M: Tengo tiempo,  es broma si no quieres contármela no pasa nada, sería normal nos acabamos de conocer

J: Otro día te prometo que te la cuento pero ahora tengo que seguir desempaquetando cajas

M: ¿Te acabas de mudar?

J: Sí mi compañero y yo, llegamos ayer

M: Ah bueno, pues te dejo que sigas con tu tarea, si necesitas ayuda solo llama al timbre

J: Lo haré- Y me guiñó un ojo

M: Adiós y encantada de conocerte Joey

J: Igualmente, María

Y se fue a la puerta de enfrente donde salió un perrito blanco a saludarlo cuando abrió la puerta, se despidió de mi otra vez con la mano y con una sonrisa preciosa y cerré la puerta

¿Qué acaba de pasar?

C: ¿Quién era?

M: El vecino de enfrente

C: Si enfrente vive la loca de los gatos

M: Pues ahora viven dos chavales y uno está para comérselo

C: María ¿Ya te has olvidado del pobre Carlitos?

M: No,no de hecho ha venido para darme una tarjeta suya

C: Bueno ¿Y cómo se llama?

M: Joey

C: ¿Es inlgesito?

M: Tiene pinta, pero dice que me lo dirá otro día

C: O sea, que os vais a ver otra vez

M: Supongo

C: María ha ligado, María ha ligado, María ha ligado

M: Te quieres callar que estas paredes son igual de finas que el papel, se escucha todo

C: MARÍA HA LIGADO, MARÍA HA LIGADO, MARÍA HA LIGADO

*Ding dong*

M: Como sea él te juro que te mato

Fui a abrir la puerta

M: Ah buenas tardes Doña Rosario, ¿Qué ocurre?

DR: ¿Podríais hacer menos ruido? Que no me entero de la telenovela

M: Claro que sí,Doña Rosario. Oye ¿Qué le ha pasado a Doña Eulalia?

DR: Se ha ido a vivir con una de sus hijas, está ya mayor y ahora se ha venido un nieto desde Málaga con su amigo a vivir a su casa

M: ¿Sabe cómo se llama el nieto?

DR: Alejandro, creo que era, tiene 21 años y se viene con un amigo que tiene pinta de extranjero

M: Muchas gracias Doña Rosario y ahora le digo a mi amiga que se calle

DR: Muchas gracias y me voy que están apunto de acabar los anuncios y ahora es la parte en la que Rosa María Margarita del Carmen se lía con Roberto Alfredo Manuel Jesús de todos los Santos y Juan Jorge Luis del Campo los pilla

M: Ah bueno, pues no se lo vaya a perder usted

DR: Vaya con Dios hija

M: Adiós

Y cerré la puerta mientras me reía

C: No sé quién es más maruja tu o ella

M: Oye al menos yo me relaciono con los vecinos

C: Eso es lo que quieres tú, relacionarte con el nuevo

M: Qué hablas, déjame anda que me voy a tener que ir ya mismo a la radio

C: Tienes unos horarios más raros

M: Qué me vas a contar

Me fui a arreglarme y  hora y media más tarde estaba metida en un atasco en el centro de Madrid, menos mal que había salido bien temprano de casa.

Estaba aburrida en el coche parada, esperando a que los coches avanzaran para poder llegar a la radio mientras llovía a cántaros cuando me dio por mirar al coche de al lado y ¿Quién me estaba mirando? ,El conductor ,¿Y quién era el conductor? ¡Exacto! Carlos.

Me sonrió pero no era una de esas sonrisas suyas que te enamoran, era una sonrisa triste.

¿Por qué siempre que estábamos bien juntos la tenía que cagar?