Capitulo 28. ¿La verdad?

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No me lo podía creer aquello parecía más una pesadilla que la realidad.

Tenía en frente a Carlos mirándome suplicante, aunque estaba muy raro, se había cortado el pelo y el flequillo se lo había puesto hacia arriba y el pelo parecía que se lo había teñido de blanco, se había puesto un pendiente además del septum que ya tenía y el estilo también había cambiado.

Estaba rarísimo, muy cambiado y diferente pero aún así era él y me había hecho daño, muchísimo y por eso salí corriendo de aquel local sin darme tiempo a nada,sin si quiera a pensar en donde estaba y a donde tenía que ir, así que después de diez minutos andando bajo la terrible y fría lluvia me senté en el bordillo de la carretera y me puse a llorar.

Hasta que al cabo de un rato paró un coche al lado mía, bajó la ventanilla.

- María, sube te vas a poner mala...

Miré hacia arriba y vi que era Magí, me abrió la puerta y me senté al lado de Fran(chejo) pero en cuanto vi al conductor me arrepentí de haberme subido, pero bueno no me quedaba otra si quería llegar a casa, estuve todo el camino llorando en silencio y tiritando mientras miraba por la ventana las oscuras calles de Madrid.

Carlos paró en la puerta de mi bloque, estábamos los dos solos en el coche, Magí y Fran se habían bajado cada uno en sus respectivas casa y la última era yo.

- Ésto es tuyo- Cogió mi bolso del asiento del copiloto y lo puso a mi lado en el asiento de en medio. Le contesté muy borde.

- Gracias.

Intenté abrir la puerta pero Carlos echó el seguro.

- María, tenemos que hablar, tengo que explicártelo todo

- No Carlos, no quiero hablar contigo y déjame salir que quiero irme a casa

- No, antes tengo que aclararte lo que pasó aquel día

- Que no Carlos,que me dejes irm...

Pero Carlos había abierto su puerta, salió del coche, abrió el maletero sacó algo, cerró la puerta del maletero y se sentó al lado mía.

- María no podemos estar así más tiempo, yo no puedo, te necesito ¿vale?

- Carlos, déjame salir, por favor

- No hasta que me escuches

- Bueno, pues nada, habla ya

- Lo primero pedirte perdón porque fui un completo imbécil, huyendo de todo, después de echarte la culpa por una estupidez y encima vienes a pedirme perdón por algo que no tenías que hacerlo y te encontraste con aquella escena, que no era para nada lo que parecía- Yo escuchaba sin decir una palabra, mientras el hablaba me miraba a los ojos y podía distinguir en aquellos preciosos ojos culpabilidad, arrepentimiento y sinceridad. En sus ojos se podía ver claramente que todo era verdad.- Verás aquel día me acababa de levantar cuando llamaron al timbre de la casa,por eso mis malos pelos (Aunque siempre los tengo) y por eso iba sin camiseta, cuándo abrí la puerta y vi a Silvia imagínate mi sorpresa, cuando ella se suponía que debería estar en manos de la policía pero no era el caso y yo la dejé pasar y nada más sentarme llamaste tú, fui detrás tuya mientras corrías,me encontré con mi padre que me echó la bronca por haberte dejado ir corriendo y cuando salí de la urbanización para buscarte ya era demasiado tarde, te habías ido así que volví a mi casa dónde estaba Silvia para "pedirme perdón" y "disculparse" por todo lo que había dicho, que estaba muy arrepentida y por lo visto estaba en libertad con cargos, pero no la escuché, la eché de mi casa y bueno... Intenté llamarte y eso, pero no lo cogiste, ni has respondido mis mensajes-Mis ojos eran un mar de lágrimas silenciosas, había estado llorando durante toda la historia- No llores, por favor, no llores no soporto verte así y menos si es por mi culpa

- Carlos- Se me quebraba la voz- Me gustaría creerte, de verdad, pero no puedo me has hecho mucho daño...

Y con esto abrí la puerta trasera del Opel Corsa de Carlos que no tenía el seguro puesto y me fui a mi apartamento entre lágrimas dejándolo allí solo.

"You and I" ¿Una historia Interminable? [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora