i. juego ༄

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Al fin era viernes por la noche y eso, en simples palabras, significaba descansar y reponerse después de una agotadora semana de trabajo. Pero, desafortunadamente, para Eddie era todo lo opuesto.

La laptop que tenía enfrente era lo único que iluminaba su rostro, junto a una que otra lámpara cerca. El viento golpeaba con fuerza las ventanas del pequeño departamento y la lluvia no mostraba ninguna señal de querer detenerse. Unos cuantos papeles rodeaban el alborotado escritorio, y es que todavía debía terminar de redactar un sinfín de reportes.

Por suerte, no era algo de lo que se sintiera completamente hastiado. Al contrario, le venía bien un poco (demasiado) de trabajo después de no haber hecho nada por casi cinco meses. Cinco meses en los que había tratado de convivir con una criatura dentro suyo y con la cual de ahora en adelante tendría que compartir, literalmente, todo en su vida.

Ambos habían intentado de mantener el orden de esta nueva convivencia, teniendo en cuenta la gran diferencia de personalidad que existe entre ellos y que era la principal causa de una que otra discusión; Uno era impulsivo, prepotente y demandante; el otro sensible, introvertido y algo desastroso.

Eddie estaba haciendo su mayor esfuerzo para adaptarse a las exigencias de Venom, así como el simbionte trataba de seguir la ajetreada rutina de su huésped.

Sin embargo, no bastaba sólo con lo anterior y, por lo mismo, se vieron obligados a establecer unas cuantas reglas. Como, por ejemplo, no comer a la primera persona que se cruce en su camino, evitar hacer cosas que pudieran poner en riesgo la vida de ambos o no relacionarse amorosamente con alguien. Mientras cada uno respetase estas reglas, todo iba a estar bien.

Salvo que, tanto Venom como Eddie no habían sido tan honestos con la última.

El simbionte tenía la certeza de que algo en él había cambiado desde el momento en que se unió a Eddie. Jamás, en su larga vida, había experimentado un alto grado de compatibilidad con un huésped. Eddie parecía estar hecho exclusivamente para él, pensaba. Es por esto que la gran necesidad de cuidarlo y protegerlo crecía cada vez más y con el tiempo iba empeorando, adoptando un carácter más posesivo sobre él. La conexión entre ambos era muy fuerte, única, casi perfecta. No podía dejarlo ir, todavía menos si su humano lo aceptaba, lo comprendía y lo consentía.

Por otro lado, Eddie claramente no tenía idea de lo que pensaba Venom, ni de todo lo que sentía a menos de que este se lo expresara directamente. No obstante, podía apreciar su vínculo con el otro, su complemento. Aquel vacío que alguna vez había existido en él ya no estaba. Era la primera vez en su vida que alguien lo hacía sentir tan completo y, realmente, era algo que las palabras no podían describir con facilidad.

Pero, a pesar de todo, ninguno de los dos había sido capaz en todo este tiempo de compartir lo que estaba sucediendo con ellos. Eddie apenas podía asumir que una criatura del espacio lo había escogido como su recipiente, ¿y que ahora, posiblemente, pueda estar enamorándose de él? Pff, qué va.

one-shots symbrock ✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora