One Shots Gamers

10 - Shay, Jacob (Assassin's Creed), Connor (Detroit: Become Human) X Oc

Hoooola!!!! Bueno pues hoy les traigo algo un tanto diferente ya que este One-Shot, además de tener como protagonista a un OC (Original Character), está dedicado a una persona muy especial en mi vida. Esa persona es alguien que cumplió años la semana pasada, y a la que por desgracia, no le he podido entregar antes su regalo. Y lo siento de veras, pero he estado muy muy liada con el instituto, espero y puedas entenderlo y perdonarme.

Como podrán imaginar, este es su regalo, el cual espero que le guste mucho mucho. Por si tienen interés, en saber quién es, esa persona se llama aquí en Wattpad Areguria, así que si no la siguen pueden ir y hacerlo (?) nah, solo si quieren, pero estaría muy agradecida si lo hacen.

Espero que te guste onee-chan, y que puedas perdonarme por el retraso. Que sepas que eres mi mugiwara favorita y también mi paopu fav :3

Bueno, no me enrollo más, espero que te guste, a tí y a todos aquellos que leen esto:

Era una noche de Sábado, y Amalia se encontraba en casa de unos muy buenos amigos junto con su novio, Jacob Frye. Era una noche tranquila, los cuatro jóvenes disfrutaban viendo películas de miedo, comiendo y bebiendo sin parar. Estaba siendo una muy buena noche.

Al terminar la película que estaban viendo, todos se giraron a mirar a la pequeña Amalia, quien estaba fuertemente aferrada a su novio, muerta de miedo.

—Oye, ¿qué tal si jugamos a algo? —Propuso Shay para intentar hacer que la chica se sintiera menos asustada.

—¿Cómo qué? —Preguntó Connor dando un trago a su lata de cerveza.

—¿Qué tal "yo nunca he.."? —Propuso Jacob tras dejar un beso en la coronilla de la chica. —¿Qué dices Lia?

La chica, temblando aún, alzó la cabeza y miró a los chicos, quienes la miraban expectantes. Con un encogimiento de hombros, aceptó.

Y así fue como comenzó una larga noche de diversión para ellos: tras tener todo listo, se sentaron formando un corro, cada uno con un vaso de chupito delante. En el centro se hallaba una botella de tequila.

Uno a uno, Shay llenó los pequeños vasos.

—Bien, ¿quién empieza? —Dijo Connor. Todos se giraron a mirarle. —Está bien, está bien. —Rió. —Yo nunca me he emborrachado hasta el punto de no recordar nada.

Shay y Jacob bebieron, volviendo a cargar el vaso después.

—Tú turno, Shay. —Apuntó Jacob.

—Yo nunca he dormido desnudo en casa de un amigo.

Jacob bebió, por el momento iba perdiendo. Amalia lo miró estupefacta.

—Larga historia que te contaré en otro momento, Lia. —Le sonrió. —Tu turno, preciosa.

Amalia no sabía muy bien qué decir, no se le venía nada a la mente.

—Yo nunca me he puesto cachonda en clase.

Todos los chicos bebieron.

—Eso es injusto, los hombres no podemos controlar ese tipo de cosas. —Replicó Connor mirando hacia otro lado.

Después de unas cuantas rondas, nuestros protagonistas ya estaban un poco "contentos", casi rozando el punto de la borrachera en toda regla. Era el turno de Jacob.

—Yo nunca he soñado con hacer un cuarteto con estos dos —señaló a Shay y Connor —y con mi novia.

Amalia se quedó helada. Ella sí había soñado con aquello, y menudo sueño aquel... Rendida completamente, bebió de un trago el contenido del vasito. Todos los presentes allí se la quedaron mirando para después sonreír de manera pícara.

—¿Quieres cumplir con eso, preciosa? —Dijo Jacob acercándose al cuello de la chica, dejando un par de besos húmedos.

—Eso no se pregunta, Jake. —Le respondió Shay acercándose a los labios de la chica, besándola de manera ruda.

Amalia se sentía conmocionada, tenía a su novio besando su cuello y a uno de sus mejores amigos pegándole un filetazo en toda regla, con lengua y todo.

Algo tímido, Connor se acercó a la chica, poniéndose al otro lado de ella y cogiéndola de la barbilla, instándola a que dejara de besar a Shay para besarle a él.

Y así lo hizo ella, jadeante por la excitación, dirigió su boca a la de Connor, quién ya estaba deseoso de probar aquellos labios.

Por su parte, y de manera ruda, Jacob mordió el cuello de la chica a la vez que colaba su mano en el pantalón de ella, acariciando su clítoris por encima del tanga de hilo.

Amalia ahogó un audible gemido en la boca de Connor, y Shay, al ver lo que Jacob hacía, metió su mano por debajo de la camiseta de la chica, acariciando uno de sus senos y pellizcando su pezón. Connor imitó a Shay, volviendo loca a Amalia.

Ella nunca había pensado en que aquella fantasía se pudiera hacer realidad, y la verdad era que aquella noche estaba siendo una de las mejores para ella.

Poco a poco los chicos la despojaron de su ropa, pero Jacob propuso en cierto momento de ir a la habitación de Connor, quien tenía una cama destacablemente grande.

Ninguno se opuso ante esto, así que se levantaron del sofá y fueron hacia allí. Amalia recibió varias cachetadas en su trasero durante el trayecto, los chicos la deseaban demasiado.

Al llegar a la habitación, y de manera ruda, Jacob empujó a la chica a la cama y se desnudó. Los demás hombres le imitaron. Amalia no se contuvo y se lanzó a chupar el pene de su novio, quién comezó a gemir audiblemente por la acción.

Shay y Connor miraron con deseo y lujuria a la chica al tiempo que acercaban sus miembros a ella. Fue en ese momento que Amalia comenzó a intercalar sus mamadas entre los chicos, poniéndolos a cien.

—Joder Lia, quiero follarte. —Habló sin tapujos Jacob mirándole el culo a la chica, quien estaba en cuatro en la cama, mamando.

Amalia lo miró y sonrió de manera pícara, como dándole el consentimiento para que lo hiciera. Jacob se relamió los labios y le ordenó a Shay que se acostara en la cama.

Al entender las intenciones de Jacob, Shay obedeció y llamó a Amalia para que lo montara, quien no mostró ni un ápice de desagrado. Aquello estaba siendo maravilloso.

Estaba excitada a más no poder, pero, cuando sintió a Jacob tras ella presionando su ano con su pene, su excitación aumentó incluso más. Comenzó a jadear como una loca, gritando después.

Fue entonces que Connor la acalló metiendo su pene en la boca de la chica, quién comenzó a mamar sin control alguno, como una verdadera loca.

Se sentía de maravilla tener a dos hombres follándola, podía incluso sentir como los miembros se tocaban a través de la fina pared. Obviamente, Jacob y Shay se sentían el uno al otro, gritaban por el placer.

La habitación no tardó en llenarse de ese ambiente propio que el sexo ocasionaba. Se oían gemidos y gritos de placer, acompañados por el sonido de los cuerpos chocando.

Los cuatro estaban sudados y acalorados a esas alturas, pero ninguno se sentía cansado, así que el juego continuó hasta que, por fin, alcanzaron el clímax.

El primero en hacerlo fue Connor, quién agarró fuertemente la cabeza de Amalia y la empujó contra sí mismo, vaciándose en su boca. Después de él fueron Jacob y Amalia, y, finalmente, Shay, quién llenó el preservativo con su semen caliente y espeso.

Agotados, cayeron encima en la cama. Jacob paseaba sus manos por la espalda y los costados de Amalia, dejando besos en su nuca de manera tierna. Instantes después, salió de Amalia, dejando un reguero de semen en los muslos de ella.

No les importó mucho que se diga, ya que, pocos minutos después, todos y cada uno de los allí presentes cayó en las manos de Morfeo.

—Buenas noches chicos... —Susurró la chica antes de caer totalmente rendida.