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11 - Riku x Tú (Kingdom Hearts)

Especial navideño

____'s POV:

Me encontraba sentada en la repisa de la ventana del salón mirando cómo la nieve caía. Mi pequeña de cuatro meses, Hikari, se encontraba en mis brazos, totalmente dormida.

Era nochebuena, y mi pareja y padre de lo más bello de este mundo no había llegado aún.

—Riku... ¿dónde estás? —Suspiro dirigiéndome al sofá con la vista puesta en mi pequeña. Sonrío enternecida, tiene el mismo pelo que su padre, además de mis ojos. Hikari es lo mejor que nos ha pasado, sin duda alguna.

Cierto era que ni Riku ni yo habíamos planeado su nacimiento, pero ambos queríamos tener un hijo tarde o temprano, así que, ¿por qué no tenerla? Desde que ella nació agradezco que tanto Riku como yo nos hubiéramos pasado de copas aquella noche en la que nos entregamos el uno al otro con total desenfreno.

Miro el reloj algo impaciente, son las diez menos cuarto, y se suponía que Riku salía del trabajo a las nueve. ¿Estará bien? Intento no pensar en cosas negativas, pero mi mente no lo puede evitar.

—Habrá tráfico —susurro autoconvenciéndome.

Como si el mismísimo Riku me hubiera escuchado, la puerta de casa se abre, así que prácticamente corro hacia la entrada con mi hija en brazos, dispuesta a recibir a mi querida pareja.

—Bienvenido a casa, cariño —le digo con una sonrisa mientras le doy un pico.

—Buenas noches amor. Perdona el retraso, el tráfico estaba horrible —se excusa él mientras me abraza con cuidado de no aplastar a Hikari. —¿Todo bien con la pequeña?

—Todo perfecto, es un ángel —le digo mientras cierra la puerta y coge a la pequeña entre sus brazos.

Esa imagen es la que más me gusta de ver, Riku es muy tierno y cuidadoso con la pequeña, y lo mejor de todo no es eso, sino la manera en que la mira, como si fuera su tesoro más preciado, un tesoro que no quisiera perder por nada del mundo.

Sin darme cuenta, un par de lágrimas de emoción ruedan por mi mejillas. Riku se da cuenta de esto, así que me pregunta alarmado:

—Cariño, ¿estás bien? ¿Te duele algo?

—No... —Susurro. —Es solo que me he emocionado al verte con ella en brazos.

Aliviado, Riku suelta un suspiro.

—Bueno, ¿cenamos?

—¡Claro! Vamos al salón, está todo preparado —le digo agarrándole del brazo mientras le medio arrastro al salón.

Una vez allí Riku deja a la pequeña en la minicuna no sin antes dejar un suave beso en su frente con mucho cariño.

—Como sigas así voy a terminar por tenerle celos a mi propia hija —comento mientras voy a la cocina a por el champán.

—Sabes que ella es mi princesa, por tanto tú eres mi reina.

Aquello me enternece de una manera increíble, tanto que suelto un suspiro propio de una adolescente enamorada.

—Y tú mi rey —respondo dejando la botella encima de la mesa.

—Cariño, recuerda que Hikari toma pecho —me dice Riku mirando la espumosa bebida algo preocupado.

—Lo consulté con la pediatra, y me dijo que no pasa nada si bebo una copita o dos esta noche —explico sonriente. —Además, Hikari acaba de comer, así que no pedirá en mucho rato. Tu tranquilo mi vida.