Desahogo

Capitulo I

"! Ay qué bonito es volar, volar y dejarse caer! Mi corazón anda tan despacito que desconozco ese palpitar, solo sé que te dejare de amar cuando cambie de color el cielo con la mar, nunca lo verán tus ojos eso lo puedo asegurar, pues hasta en mi sueños siempre te he de buscar" –Rolando Herrera

-Mírate, tan grande, tan maduro, espero que no sigas siendo ese niño que creía en todo y en todos, por que si no juro por todos mis libros que te borrare tus historias, después de 4 años te apareces de nuevo ¡Saliste de tu escondite, mariquita!-  me susurro al odio wattpad.

-Lo mismo esperaba, tu tan sabio pero mi vida no es así, permíteme desahogarme en tus aposentos, permíteme llorar al escribir una vez más, déjame abrir heridas, ayúdame a intentar una vez más a ser feliz.- le respondi a mi viejo amigo.

Probablemente fue mi error por caer una vez más, una vez más las reacciones bioquímicas se apoderaron de mi cuerpo, de mis decisiones, aun sabiendo que me exponía a algún tipo de daño, a algún tipo de dolor, bueno aunque fue mi culpa tambien sabia que el estar enamorado es uno de los sentimientos mas puros, mas lindos, mas reales en su momento, esa sensación de poderlo todo aunque después lo pierdas todo, es basicamente y literalmente a lo que le llaman "Montaña rusa de emociones" y claro que una persona te diga que eres la persona más "Fácil" de la ciudad y que a la vez te invite a salir de su cama, pues bueno aunque sea verdad duele, así me sentía hace poco, y hoy me voy a desahogar sobre ello. 

Eran principios de Septiembre, evidentemente yo pensaba en mis parciales, en mis tareas, yo no quería nada con nadie, peeeero, al joven se le hizo fácil matar el tiempo entre estudio; entre a Facebook, todo normal, cuando de repente explota en mi cara, de manera similar a cuando imaginariamente enlazas a una molécula de carbono mediante 5 carbonos, ¡Me explotó en la cara, papá! apareció de la nada dentro de la sección "Personas que quizás conozcas" Una persona cuyo trabajo admiraba mucho, claro solía destacar lo que más me gustaba de la ciudad donde vivo, un lugar lleno de tradiciones y costumbres, lo agregue como si nada, tratando de esperar no mucho, incluso nada a cambio.

La sorpresa fue que me respondió la solicitud, inmediatamente mandé un mensaje, el cual fue correspondido, así fue por un corto tiempo, un día, después de las fiestas patrias mexicanas se me ocurrió mandarle un mensaje de buenos días, ¿Cuál fue mi sorpresa?, ese mensaje se convirtió en una charla, bastante interesante por cierto, desde ese dia no dejamos de hablar, incluso hasta el dia de hoy, evidentemente con mucho menos interés de mi parte como en un principio; en fin, el primer dia que nos vimos en persona fue algo raro, salí temprano de la universidad, recuerdo muy bien qué iba todo fachoso, era un día demasiado caluroso y yo apenas me estaba recuperando de un cuadro de tos y gripe, nos vimos en el zócalo de la ciudad, era un poco más bajo de lo que creí, buen aspecto y sobre todo una persona muy agradable, por el contrario yo soy una persona bastante alta y mucho más a su lado y a pesar de ir todo desvelado le pareció atractivo y no es por ser egocéntrico ni nada por el estilo, si no que el me lo hizo saber demasiadas veces, al decir: 

- ¡Ay chamaco, estas bien guapo! - 

Si, lo escribí recordando su voz, la cual me emocionaba, me emocionaba saber que le guste a quien me gusta, en fin pasaron los días, las salidas aumentaron al igual que los sentimientos y lo que pensaba yo de el, llego un dia en el que me invitó a su casa a ver una película, y claro vimos una película, al igual que todos "ven una película", al igual que las salidas las películas iban aumentando, pero era la misma película cada vez, y otra vez, y otra vez, el iba sabiendo más cosas de mi, en parte el era mi desahogo, le contaba historias de mi infancia, le hablaba de mi familia, le hablaba de mis enojos y frustraciones de mis triunfos y fracasos, creo que demasiada información para una mente tan ocupada, celosa y posesiva como la suya.

Llegó el día en que revisaba mi celular, completamente libre, acostado en su cama, cuando de repente juntos empezamos a revisar mis seguidores, empezamos a reir de alguna cosas, pero hubo una cara rara cuando vió que seguía a una persona, esa persona era un amigo mío, un amigo que en algún tiempo fue mi desahogo, por cuestiones de la vida lo dejó de ser, yo sin deber le explique todo lo que había pasado con él, vi su cara y su actuar al igual que sus palabras me dejaron sin palabras.

- ¡Me tengo que bañar, me necesito bañar!- 

Exclamó el bello príncipe saltando de su cama dirigiéndose rápidamente al baño, pero más rápido fue su regreso dirigiéndose hacia mí, con su cara totalmente blanca.

-¡Se acabó el gas, necesito pedir otro, lo siento pero te tienes que ir!- 

Eso fue lo ultimo que escuche antes de vestirme y salir casi corriendo, con lagrimas en los ojos, echando a perder una vez más uno de los recuerdos más bellos de mi infancia, al recorrer esa calle llena de recuerdos, esa que recordaré cada vez que recorra, como la calle en la que llore por ser la persona más fácil ante los ojos de una persona, la cual era muy importante para mi.