¡Hola! Vuelvo de nuevo con la segunda parte del maratón, mañana la tercera y última. Disfrutad y por favor dejad votos y comentarios! Besos xx
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-¿Qué mierda estás haciendo tú aquí?- Pregunté, o mejor dicho grité a su cara angelical todavía descompuesta por la repentina sorpresa.
Estábamos girados uno frente a otro, completamente atónitos. Parecía que la música ahora era muy lejana y que los cuerpos tan solo eran vacio a nuestro alrededor.
-Yo podría preguntar lo mismo, pajarito- Contestó, y volví a sentir ese tono pícaro con el cual había camuflado la sorpresa; el sí que sabía cómo sobrellevar la situación. Quería tirarle todo mi vaso por la cabeza y solo acabábamos de vernos, suerte que valorara más mi bebida que su persona.
-Creo que no es de tu incumbencia, asique mejor lárgate de mi vista- Dije, en un tono tan neutral como pude.
Él rio con ganas ante mi comentario, pero esa sonrisa no llegó a sus ojos que me observaban calibrando su siguiente movimiento. Dio un paso hacia mí y yo no me molesté en moverme, no iba a intimidarme en mi gran noche.
-¿Dónde ha quedado la jovencita educada que me llamaba señorito?- Preguntó echando todo su aliento alcoholizado directo a mi cara, aunque no parecía estar borracho aún. Elevé una de mis cejas y me puse de puntillas, apoyando mis manos en sus hombros para no perder el equilibrio.
-Por si no te has dado cuenta, no estoy en horario de trabajo. Tan solo te trato como te mereces- Dije seductoramente, y cuando escuché una especie de gemido proveniente de su boca, decidí que lo mejor sería mantener las distancias.
Me volví a apoyar contra la pared e ignoré su presencia rogando porque tan solo se fuera lejos, pero al parecer no tenía esos planes.
-Sé que me deseas, tu cuerpo habla por ti y tú lo has dicho, no estás trabajando. Vamos por ahí- Dijo apoyándose en la pared a mi lado. Y ahí estaba, de nuevo intentando meterse en mis bragas.
-Eres un imbécil- Escupí, sin ni siquiera mirarle.
-Y tú una estrecha- Contestó, con tono aburrido. Apreté mis puños disimuladamente. Parecía ¿Decepcionado? ¿Qué esperaba, que iba a acostarse conmigo así de fácil?
-Tres veces no. No me conoces, no voy a acostarme contigo y no te hagas el interesante- Quise reír por mi ingenio sacado de un par de copas de más, pero al parecer no había sido tan genial ya que Zayn se puso frente a mí acorralándome contra la pared y quitándome cualquier otra distracción que no fuera su cara.
-Tres veces sí. Sí, estas amargada, Sí, das miedo y sí, siempre hago lo que quiero- Contraatacó elevando la comisura de su labio como siempre hacía cuando se creía triunfante.
-En ese caso también deberías saber que soy peligrosa- Susurré sin apartar mis ojos de los suyos, no iba a ganar esta vez.
-Oh, ¿Enserio? Entonces muérdeme, a ser posible en la boca- Me guiñó un ojo y creo que mi boca cayó hasta el suelo. No podía ser verdad que estuviéramos pasando por esto.
-Asqueroso- Dije, sin ni siquiera pensamientos para decir algo más.
-Pervertido, si no te importa- Sonrió mostrándome su perfecta hilera de dientes, y creo que no era cosa mía, pero nuestros cuerpos cada vez estaban más cerca y sus brazos a los lados de mi cabeza no hacían más que asegurarme que estaba encerrada a su merced.
-Sí que me importa, de hecho me importa todo lo referente a ti respecto a mí- Dije señalándonos rápidamente como si tuviera alguna clase de problema mental y no pudiera comprenderme.
