- Hombros para atrás, barriga hacia dentro y cabeza alta. - Mi madre enseñaba a mi prima de tres años a ser una "señorita". Yo lo llamaría Barbie.
- Tía Rose, así me duele mucho la espalda y apenas puedo caminar. - Juraría que sólo lo dice porque está cansada de mi madre. Ya somos dos.
Rose es una persona fría y cuadriculada. Desde niña me ha tenido sometida a todo tipo de manuales de alta sociedad, todo lo que ella no ha tenido, lo he tenido yo. La diferencia es que lo que ella desea yo no, y ahí llega su envidia estúpida, cuando ella misma me lo daba todo. Ante los demás se muestra cariñosa, familiar, de confianza, amigable, estupenda en si. En realidad es el demonio. Es un víbora que intenta seducirte con sus encantos y al final caer en la trampa, en su trampa. Todo tiene que estar perfecto, ser como ella diga, y sin rechistar, sino posiblemente sería capaz de matarte.
Es mi madre, y la quiero, pero ella me odia y yo pues, puede que también le tenga menos afecto. Sinceramente no me importa demasiado.
- Para presumir hay que sufrir, pequeña Kate, así que deja de gastar saliva en quejas. - Se agacha en frente de ella y le peina lo que ella considera que está despeinado. - Ponte ese vestido y los zapatos rosas de Clary, vendrás conmigo a un sitio.
Kate era muy pequeña pero demasiado lista para su edad. No podía medir más de uno con treinta de altura, con el pelo por los hombros castaño con algunos reflejos claros casi rubios, no muy oscura de piel, pero tampoco blanca, y con unos ojos grandes y marrones y una sonrisa preciosa.
Todo lo contrario a mi.
- Ya vas a presumir de mi. - Corrió a por sus cosas mientras mi madre se levanta y retoca mirándose al espejo.
················
No recordaba apenas nada de mis días en la escuela. Seguramente fue porque nunca fui al colegio.
Estudiaba en casa con una tal profesora Daisy, aunque me hacía llamarla por su apellido que nunca recordaba. Era molesta y quisquillosa como el infierno. Un examen por semana y así era la más lista en cien kilómetros a la redonda. En mi época de instituto si fui a uno, pero privado y lleno de gente con la que yo no quería estar. Hice una amiga, Gemma, era algo más baja que yo con el pelo ondulado castaño muy oscuro, y piel morena. Era muy guapa a decir verdad. También tuve una especie de novio llamado Josh que fue la decisión más mala que tomé en ese tiempo.
Al entrar en la universidad perdí contacto con mi única amiga y no volví a hacer otra. Ni si quiera lo intenté.
Las relaciones más allegadas con personas de mi edad han sido con los hijos de los clientes de mis padres. Obviamente todos engreídos y réplicas exactas de sus detestables padres. Sólo unos pocos me cayeron bien.
El tal Niall me dejó impresionada. No es que me haya enamorado a primera vista, y seguramente como se comportó sólo era un papel, pero me llama mucho la atención. Hay que decir que era muy guapo, y se veía con buen cuerpo.
Seguramente es un niñato.
Ahora mismo me dirigía a una especie de charla sobre empresas y cosas que a mi personalmente me importan una mierda. No me dan suficiente dinero para esto.
- Quiero que te pongas lo mejor que tengas, - sonríe mi padre y pone una mano en mi hombro mientras yo busco en mi armario - además vas a ir acompañada de alguien.
Me paré en seco cerrando el armario fuertemente.
¿Yo? ¿Acompañada? No conozco a prácticamente nadie.
- De ti, ¿verdad?, - mi padre se ríe como si fuera esta situación graciosa cuando sólo tengo ganas de estamparle un tacón en la cara.
- Logan, entra muchacho.
Dos horas más tarde estoy con este tal Logan que se supone que conozco de una de las miles de veces que ha venido gente a mi casa. Lo detesto sólo por la forma en la que se tropezó al entrar en mi habitación y rompió el maldito espejo.
Intenta a cada momento entablar conversación conmigo y lo único que quiero es que calle su gran boca. Tiene la fea manía de ajustar sus gafas en su nariz y después manosearla para tocarse seguidamente el pelo. Es asqueroso.
Sólo espero poder irme de aquí tan rápido como pueda. Necesito una cara conocida aquí. Pensándolo mejor, todas son conocidas pero no bienvenidas.
- Quiero pasarlo bien contigo, Clary... - Se está cada vez acercando más y creo que voy a llorar. - Sabes que me gustas mucho y me gustaría preguntarte si...
- Si. Definitivamente si que quiero algo de beber. - Intenta hablar pero no pienso dejarlo. - Un poco de vino ¿vale?
Está ceremonia no podía ser más aburrida. Estoy obligada a saludar a todo el mundo con mi estupenda sonrisa, agradecer por todos los halagos, y conversar sobre cosas que no entiendo. Es absolutamente detestable cuando mi padre echa piropos a todos en la sala y por la espalda suelta comentarios ofensivos.
Desearía estar en casa, incluso adelantando asignaturas o limpiando el maldito baño. Logan vuelve con la bebida mirándome fijamente. Segundos después tropieza con la pata de una silla y tira la mitad del líquido en mi vestido.
No chillo, no me enfado, no me inmuto. Nada. No importa. Se da cuenta de que quiero que desaparezca de mi vista al darse la vuelta mientras pide mi perdón.
- Es un estúpido ¿verdad? - Una voz familiar habla detrás de mi. Vestido con traje y camisa blanca, sin corbata, y el pelo alborotado pero haciendo que se vea perfecto, el mismísimo Niall Horan. - ¿No hablas? Bueno, te diré que la sonrisa de tonta que tienes ahora mismo al verme me acaba de alegrar la noche.
- Eres un creído de... - Me tapa la boca con la mano, la otra la pone en mi cadera.
- Shhh, no está permitido decir palabras malas aquí. - Sonríe mientras pone su otra mano en mi cadera, la aparto por auto-reflejo. - ¿No te duelen los tacones hoy? Te ves realmente preciosa. Aunque sabes que no lo estás más que yo.
Buscaba compañía está noche, pues puedo asegurar que ya la tengo.
![](https://img.wattpad.com/cover/15556802-288-k694596.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Instructions {Niall Horan}
Fanfic'Niall, la vida sólo es una gran lista de instrucciones. Sólo hay que ser lo bastante listo para saber cuáles obedecer'.