Capítulo 5.

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Oí como un hombre aparentemente de mi edad se disculpa a una chica por tirarle no-se-que cosa.

Me impresionó ver que la chica era nada más y nada menos que mi Clarissa. Supongo que el muchachito se había ido ya pues ella se quedó sola intentando mantener las formas. Me iba acercando a ella. Cuanto más me acerco, veo lo preciosa que está. Pelo recogido en una cola alta y un vestido negro suelto cubren sus maravillosas curvas, mas ojalá tuviera más escote ese vestido, Dios.

No voy a negar que es una chica muy... cómoda de ver. Es muy guapa, y al tener tan buen cuerpo gana muchos más puntos. Obviamente, es algo bajita comparada conmigo, pero no he visto mujer más bien hecha que ella.

- Es un estúpido ¿verdad? - Ella estaba de espaldas a mi por lo que la cogí desprevenida. Por su cara pude ver que no me esperaba. - ¿No hablas? Bueno, te diré que la sonrisa de tonta que tienes ahora mismo al verme me acaba de alegrar la noche.

Sonrió mucho más que antes moviéndose mínimamente hacia atrás y hacia delante.

- Eres un creído de... - Le tape la boca con mi mano mientras la otra la coloco en su cintura. Poco a poco la iba masajeando aunque no parecerse darse cuenta.

- Shhh, no está permitido decir palabras malas aquí. - La mano que estaba en su boca la puse también en su cintura haciendo que Clary la apartara rápidamente. - ¿No te duelen los tacones hoy? Te ves realmente preciosa. Aunque sabes que no lo estás más que yo.

- Lo sé. - Me quedé mirándola perplejo antes su pequeña confesión. Se dio cuenta de sus palabras e intentó arreglarlo. - Es decir, que si, estás muy guapo también hoy pero no me refería a eso sino...

Estallé en risas haciendo que se sonrojara como nunca he visto a nadie.

La cogí de la mano mientras me acercaba a su oído. Ante la impresión se queda estática.

- Vamos fuera, quiero enseñarte algo.

······

- No puedo creer que me hayas hecho ir a cambiarme para venir aquí. - Realmente mi nueva amiga estaba enfadada conmigo. Me reí de ella. - ¡Odio la playa y son más de las diez de la noche! ¡Hay muchos mosquitos aquí!

Rodé los ojos y eché en el suelo la única toalla que llevamos, no era muy grande pero suficiente para los dos.

- Mi padre va a matarme. - Le dije haciendo que se sentara con su cabeza en mis piernas. - Wow, cuanta confianza de repente, ¿no Clarissa?

- Cállate Niall, ya me aparto joder. - Me dio un puñetazo en la pierna. La cogí del brazo y tiré de ella hacia mí. - Déjame salir de tus estúpidos brazos.

- Nop.

-Niall, me duele la espalda. - Bufé y la solté. Afortunadamente se tumbó a mi lado.

Tenía un brazo envolviendo su barriga y el otro a su lado. Su pelo ondulado seguía en su cola aunque ahora estaba algo más despeinada había quitado todo su maquillaje excepto las pestañas. Tenía una sudadera rosa muy grande y unos pantalones anchos de deporte. Se veía dulce mientras intentaba tocar su nariz con su lengua.

- Mi padre también va a matarme... - Susurró. Se giró sobre su costado y se quedó mirándome. - ¿Sabes? - Me giré hacia ella también haciéndole ver que tenía mi atención. - Estoy aquí ahora mismo en la playa en la segunda noche que te veo y no se absolutamente nada de ti.

Me estabilicé hasta quedar sobre ella con mis dos manos a cada lado de su cabeza. Me miró con confusión mientras yo estaba muy serio.

Me divertiría un rato.

Empecé a acariciar sus caderas con mi mano derecha mientras le daba pequeños besos en el mentón.

Narra Clary

Oh Dios mío.

Qué está pasando.

Me quité rápidamente de debajo  suya y corrí un poco lejos de el. Quitó su camiseta y vino hacia mí.

- ¡Hijo de puta! ¡Eres un maldito violardor! - Empecé a correr intentando salir de la playa pero cayó encima mía. - Por favor Niall o como coño te llames déjame en paz por favor, por favor...

Escuché como se reía en mi pelo y me daba la vuelta. Me levantó de la arena y me abrazó no muy fuerte. Seguía riendo.

- Estaba bromeando preciosa. Deberías haber visto tu cara, Dios, era para grabarte.

Iba a matar a este gilipollas. Podría dejarlo estéril o arrancarle el pelo o simplemente ahogarlo. Creo que haría las tres.

Me aparté bruscamente de el, no podía estar enfadada con el, me caía bien, es decir, no conozco a nadie de mi edad, y cuando consigo relacionarme no voy a romper la mínima amistad por eso. Niall es un chico algo reservado y discreto. Se podría decir que no le gusta llamar mucho la atención aunque, obviamente la pide a gritos. Lo observé mientras ponía su camiseta, no estaba excesivamente musculado, pero tenía muy buen cuerpo. Se tumbó en la toalla haciendo que me quedara en la arena jugando con el hilo de mi pantalón.

- ¿Puedo hacerte una pregunta? - No era lo que tenía planeado decir, pero mi mente tenía otros planes.

- Claro, ¿qué pasa?

- ¿Eres feliz? - Me miró extrañado ante mi pregunta. Era normal, sólo lo conocía de dos veces y ya le preguntaba sobre algo tan íntimo. - Deja que me explique. A ver, eres una persona que vive más o menos mi misma situación. No se si tienes amigos, yo no tengo a nadie salvo mi hermano, mis padres no me caen muy bien aunque les tengo cariño. - No lo miré ni un sólo momento, era incómodo. - Odio el trabajo de mi padre, como mueve el dinero sólo para conseguir más y más, arruinando todo alrededor y no preocupándose de ninguna otra puta cosa. Es algo muy difícil de decir para mí yo sien... - Fui cortada por Niall que puso su mano frente a mi cara.

- Si lo miras desde ese extremo, no soy feliz. - Cogió su móvil y miró lo que supongo que fue la hora. - Si lo miras de otra forma, tampoco.

Me miró y sonrió de lado sin dejar ver sus dientes. Apartó la vista de mi para observar el paisaje, que ya no se veía apenas.

- ¿Eres tu feliz, Clarissa?

Buena pregunta.

No sabía la respuesta.

- Yo... Bueno, depende del momento pero... - volvió a interrumpirme.

- No deberías hacer preguntas a las que ni si quiera tu sabes responder. - Lo miré sorprendida y el me miró a mi, está vez si sonrió ampliamente, era muy apuesto.

- Supongo que tienes razón.

Instructions {Niall Horan}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora