The Bad Sister [Chilling Adventures of Sabrina] •Español•

➳𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟷 "𝙸'𝚖 𝚐𝚕𝚊𝚍 𝚝𝚑𝚊𝚝 𝚜𝚑𝚎 𝚍𝚒𝚎𝚍"

—¿Es real? ¿Te irás?— Una de sus "amigas" más cercana atinó a preguntar, lo había hecho con buena intención, pero la joven no aceptaba ningún tipo de intromisión a sus asuntos. Cassiopeia simplemente encogió sus hombros, no quería verse grosera ni mucho menos contestar con altanería a la actitud que había mostrado la chica al preguntarle aquello.

—¿Importa?— Preguntó algo seca, casi escupiendo esas palabras, pero luego soltó un suspiro, para dejar salir el humo que había calado un momento antes y apretó sus labios para verse relajada, aunque no lo estaba, ni en mínima forma. —Me iré simplemente porque no hay nada más que me mantenga aquí. Mi madre está muerta y yo estoy lo bastante grande como para hacer mi vida en nuevas tierras...—

Se calló un momento, y en lo que pisaba el cigarrillo que ya había consumido y volvía a encender uno nuevo, se levantó bajó del muro en el que hasta el momento había estado sentada y encaró a la chica que la acompañaba.

—Deberías hacer lo mismo.— Se llevó el cigarrillo a los labios para succionar el humo que llenó sus pulmones, luego de unos segundos lo dejó salir y continuó hablando. —Te aconsejo que asesines a tus padres primero, así no habrá nadie que te detenga en hacerlo.— La pelinegra dijo aquello como si fuera lo más normal del mundo, y aunque para ella lo era muchas personas de su actual Aquelarre, pensaban que matar a un miembro del mismo era una atrocidad castigable con la hoguera. Porque hasta con castigos en la hoguera eran tan chapados a la antigua.

—No podría, no sin un motivo más grande... No entiendo como para ti fue tan normal la muerte de tu madre, como no te afectó.— A diferencia de Cassie, Callidora era mucho más sensible en varios aspectos, aspectos que a Cassiopeia le molestaban tanto, que a veces le provocaba maldecirla con la boca cosida para que no hablara nunca más.

—El señor Oscuro la eligió como reina del Festín, además esa arpía solo era mi madre porque salí por entre sus piernas, de ninguna otra forma lo demostraba. Era la perra más inestable que había en el mundo, me alegro de que muriera.— Aquella conversación quedó así, la última conversación que tendría en ese lugar. Esa misma noche Cassiopeia partiría y dejaría ese pueblo de una vez por todas, era la primera vez que vivía la libertad de verdad, y se sentía condenadamente bien.

De vuelta en su casa, la chica decidió por empacar solo sus cosas más necesarias, volvería por todo lo demás después, al final de cuentas esa casa era suya y lo sería por toda la eternidad.
En una mochila la suficientemente grande empacó prendas para algunos días, varios libros de magia oscura que había venido estudiando desde que tenía 11 años y los diarios secretos que alguna vez había recibido por parte de sus abuelos, y que jamás había leído, tal vez ya era hora de hacerlo.

—¿Qué piensas, Pollux?— Preguntó al sabueso que había estado recostado en la entrada de la habitación, era tan despreocupado como ella. —Ella ya está muerta, debería tomar su automóvil...— Recibió un ladrido como respuesta, como si le estuviera "reprendiendo", sin embargo ella sonriendo salió de la habitación para tomar las llaves que, sabía, se encontrarían en una caja de madera en una mesilla que estaba en la habitación de su ya fallecida madre.

La pelinegra entró a la habitación de su madre, muy pocas veces lo había hecho, podía contarlas con los dedos de sus manos y hasta terminarían sobrando. Pero no lo hacía para que la mayor tampoco entrara a su habitación, simple cuestión de principios.
Sabía dónde estaría la mesa y, por lo tanto, las llaves del auto. Así que no demoró en ir hacia ella.

—Bien, espero que las hayas dejado donde siempre, vieja...—

Al abrir el cajón, las llaves estaban ahí, donde siempre. No tardó en tomarlas, pero al ser tan brusca y rápida, el cajón cayó al suelo, con todo lo que había en él. Soltó un bufido y se agachó, para arrodillarse en el suelo tomar todo para arreglarlo rápido y poder irse. Mientras acomodaba el cajón, la madera en la que estaba su rodilla sonó, como si estuviera hueca.

—Siempre escondiendo cosas...— Dijo en un tono ciertamente sarcástico Cassiopeia, que luego de volver el cajón a su puesto original, forcejó la madera del suelo que había sonado y esta se levantó, dejando ver un paquete de cartas escondidas ahí. Todas dirigidas a ella. Algo de curiosidad se despertó en la pelinegra, pero solamente las tomó junto con las llaves y se levantó para salir de la habitación.

Terminó de acomodar todo en sus maletas, con alguna ayuda de su magia, y fue bajando cada una al auto, aprovechando que se iría en él, podría llevar todo lo que quisiera. Las cartas las acomodó en la misma mochila en la que estaban sus libros de magia y los diarios de sus abuelos.
Bajó los escalones de la casa, al mismo tiempo iba apagando todas las luces que se le atravesaban, estaba lista para partir.

Salió de la casa, dejando la misma asegurada con un hechizo de protección en la puerta y las ventanas, que solo ella podría quitar, y fue hacia el auto. Ahí, se encontró a su rubia amiga.

—¿Te irías sin despedirte?— Interrogó ella no más al verla. Cassiopeia no pudo evitar soltar una sarcástica risa, pero terminó por acercarse más.

—Sabes donde encontrarme y como contactarme...— Respondió y abrió la puerta del copiloto para que su compañero entrara al auto. —Y cuando decidas matar a tus padres, puedes venir conmigo.— Dijo aquello con la sonrisa más sincera y menos forzada adornando sus labios, le colocó la mano en el hombro a la rubia y luego de rodear el auto, entró al lugar del piloto. —Hasta luego, Callie...—

—Nos veremos después, Cassie.—

Y así, luego de una última sonrisa, encendió y arrancó en auto, dejando detrás todo lo que la había visto crecer y todo lo que la había ayudado a volverse más poderosa.

—Aquí voy... Greendale.— Se dijo en voz baja, mientras manejaba tranquilamente por la carretera.
Llegaría, estaba segura. Un Spellman siempre encontraba su hogar.

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Y aquí está el primer capítulo. Muchas gracias a quienes votaron por la primera parte y por los comentarios. Espero este capítulo les guste, por favor déjenmelo saber <3 ¡Espero sus comentarios!
Gracias por el apoyo, me motiva a actualizar muy seguido.

xoxo, Watermelon Girl ✨